Carta abierta a mi camarada de ayer y de hoy
Militantes comunistas los dos, ambos convencidos de que nuestro ideal estaba hecho de razón e imperativos morales, pero en modo alguno ligado a cualquier proyecto de hacer carrera, nos conocimos en la década de los setenta, hace ya medio siglo. Distintos, uno venía del departamento sureño de Lozère y el otro de una Alsacia aún más alejada culturalmente de París.
Leer más