Curso básico de marxismo. Sesión 20. La renta de la tierra
- Esbozo biográfico de Marx y Engels
- Fundamentos y desarrollo del marxismo. Visión general (segunda sesión)
- Una nueva manera de hacer filosofía (tercera sesión)
- La concepción materialista de la historia (cuarta sesión)
- Manifiesto del Partido Comunista (1/4)
- Manifiesto del Partido Comunista (2/4)
- Manifiesto del Partido Comunista (3/4)
- Manifiesto del Partido Comunista (4/4)
- Anti-Dühring. Sesión novena
- Anti-Dühring. Sesión 10
- Anti-Dühring. Sesión 11
- Anti-Dühring. Sesión 12
- Anti-Dühring. Sesión 13
- Anti-Dühring. Sesión 14
- Anti-Dühring. Sesión 15
- Curso básico de marxismo. Sesión 16. Del socialismo utópico al científico (1/2)
- Curso básico de marxismo. Sesión 17. Del socialismo utópico al científico (2/2)
- Curso básico de marxismo. Sesión 18. Salario, precio y ganancia (1/2)
- Curso básico de marxismo. Sesión 19. Salario, precio y ganancia (2/2)
- Curso básico de marxismo. Sesión 20. La renta de la tierra
- Curso básico de marxismo. Sesión 21. Crítica al Programa de Gotha
El propietario de la tierra actúa como un simple parasito de la sociedad. Por el hecho de ser propietario, vive de la sociedad sin participar en la producción ni aportar a esta.
¿De dónde proviene la renta de la tierra? ¿Cómo es posible ese excedente sobre la ganancia capitalista? ¿Cómo afecta la propiedad de la tierra a los precios de las mercancías producidas en ella? Estas son algunas de las preguntas que se intentan contestar en la veinteava sesión del Curso básico de Marxismo. La lectura del capítulo 47 del tercer libro de El capital es sin duda un apoyo de gran utilidad.
Como tentempié de la sesión avanzaremos que el terrateniente, dentro de la economía capitalista, sin participar de forma directa en ella (o sea, solo arrendando reiteradamente la propiedad en contratos de duración finita), obtiene ingresos periódicos e incluso ve aumentar incesantemente el precio de su tierra. Por su parte, el arrendatario, conjuntamente con la evolución social y económica, además de producir para pagar la renta, emplea e incluso transforma esa porción de suelo y la deja útil, o la mejora, para un uso determinado (sembrar, un bloque de pisos, una nave industrial, etc.). Al finalizar el contrato de arrendamiento, el propietario del suelo recibe de nuevo el usufructo de su propiedad. Todas las mejoras incorporadas a la tierra le permiten elevar el precio del próximo contrato de alquiler. Por todo esto, el propietario de la tierra actúa como un simple parasito de la sociedad. Por el hecho de ser propietario, vive de la sociedad sin participar en la producción ni aportar a esta.
Para sumergiros de lleno en un tema de tal importancia, sugerimos enérgicamente que sigáis la sesión y leáis toda la bibliografía asociada a la presentación.
Nuevamente, ánimo con el estudio y profundización en el marxismo, camaradas.