Mariana Pineda

Una extraordinaria mujer que simpatizó con los liberales desde el trienio progresista, escondió durante la restauración absolutista a los perseguidos, colaboró en las actuaciones solidarias que se organizaron para escapar a la represión absolutista y se negó a delatar a sus supuestos cómplices.

El 26 de mayo de 1831 era asesinada en Granada  Mariana Pineda Muñoz,  aplicándosele el  garrote vil, tras la larga persecución política que había sufrido dirigida fundamentalmente por el “alcalde del crimen”, una especie de Jefe de Policía y juez de la Audiencia, apellidado Pedrosa.

El país estaba gobernado, es un decir, por Fernando VII, en la conocida como década ominosa, que abarcó el periodo comprendido entre 1823 a 1833, en la que se llevó a cabo la segunda Restauración del absolutismo, gracias a la intervención conocida como de los cien mil hijos de San Luis, que el 7 de abril de 1823 habían invadido el país, encuadrados en un ejército principalmente francés, bajo el mando del general  Luis Antonio de Borbón. Una expedición que había sido organizada por la llamada “Santa Alianza”, entente internacional reaccionaria de la que formaban parte a la sazón Prusia, Austria y la Rusia zarista, que fue apoyada por la Francia resultante tras la derrota de Napoleón en Waterloo, y que tenía como objetivo reimplantar en Europa el orden reaccionario agitado tras las guerras napoleónicas. La intervención en España contó con el decisivo impulso francés. 

Según el historiador Marqués de Miraflores, los sectores reaccionarios españoles los recibieron al grito de  ¡Viva el rey absoluto, viva la Inquisición y la Religión!

TVE. Capítulos 1 y 2 de la serie “Mariana Pineda”.

Contaron de inmediato con el apoyo de los llamados “voluntarios realistas” españoles, cuyo extremo afán represivo y constante reivindicación de la restauración de la Inquisición alarmaba incluso a los reaccionarios dirigentes del ejército invasor.

Pusieron fin con su intervención al llamado “trienio liberal”, periodo histórico comprendido entre 1820 y 1823, iniciado con la sublevación de Rafael Riego, con el propósito de restablecer la Constitución de Cádiz de 1812, y sus “subversivos” logros consintieron en hacer jurar esta al déspota gobernante, suprimir la Inquisición, e intentar que se gobernara España bajo ciertos principios liberales, constitucionales, aún muy limitados, pero estableciendo cierto control al absolutismo regio, con la convocatoria de elecciones y  sujeción del rey a la soberanía nacional.

TVE. Capítulo 3 de la serie “Mariana Pineda”.

La reacción absolutista y la división entre los liberales facilitaron  la invasión protagonizada por los aludidos cien mil hijos de San Luis, restaurando el absolutismo, y dando lugar a la funesta década que desencadenó una brutal represión contra todos los liberales, incluidos los sospechosos de tal condición.

Los demócratas españoles no apresados  huyeron en masa del país, y se restableció una censura radical, se eliminó todo vestigio de las ideas de la Ilustración de los planes de estudio de las Universidades, y fueron asesinados miles de liberales. 

TVE. Capítulo 4 de la serie “Mariana Pineda”.

Mariana Pineda simpatizó con los liberales desde el trienio progresista, escondió durante la restauración absolutista a los perseguidos, colaboró en las actuaciones solidarias que se organizaron para escapar a la represión absolutista, y todo ello la fue poniendo en el punto de mira de la policía y del “alcalde del crimen” Pedrosa, que fue persiguiéndola  unas veces  con el achaque de que era anarquista, otras de que había bordado una bandera  liberal, que se pensaba enarbolar con motivo de una supuesta sublevación de este signo contra el absolutismo. Jugó un importante papel en su contra el que se negara a delatar a sus supuestos cómplices, como pretendía el citado Pedrosa.

Fue detenida el 18 de marzo de 1831, acusada de haberse encontrado en su casa, según la acusación del fiscal, «el signo más decisivo y terminante de un alzamiento contra la soberanía del Rey nuestro Señor y su gobierno monárquico y paternal», la bandera liberal. Fue condenada a muerte y finalmente ejecutada  el 26 de mayo de 1831.

Desde el primer momento de su detención se produjo un considerable malestar  entre el pueblo granadino ante lo que se consideraba una farsa y una injusticia, pasando a convertirse Mariana en una heroína y mito local. 

TVE. Capítulo 5 de la serie “Mariana Pineda”

Los ultras que recuperaron el absolutismo y  al Rey Felón al grito de “vivan las caenas” seguro que han sonreído desde sus tumbas al escuchar los vivas al “emérito” retornado, al que cuanto más defrauda, más parecen querer los siempre presentes apostólicos españoles.

Y es que los países no se cambian y mejoran con el simple transcurso del tiempo, si no se produce por la acción organizada de la mayoría social una ruptura política democrática seria y firme frente al reaccionarismo, y en España los acontecimientos se empeñan en reiterar que esta solo puede producirse desde una perspectiva republicana.

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