Se han vuelto locos…

Los siniestros fanáticos de Afganistán tienen una historia que nuestros comunicadores se guardan de recordar. Reflexiones desde Francia que no cuesta aplicarnos de este lado de los Pirineos.

Gran noticia en nuestras pequeñas pantallas, cuyos «expertos» charlatanes parecen ser los únicos habitantes del mundo que ignoraban que esta conclusión de la aventura occidental en Kabul era tan inevitable como inminente: los talibanes afganos, malísimos enemigos de la Humanidad, han conquistado Afganistán, de donde las tropas estadounidenses les habían echado hace 20 años haciendo uso de su derecho a entrar como en su casa en cualquier lugar donde no han sido invitadas.

Veinte años de ocupación militar por soldados occidentales, incluidos franceses [1]Y españoles, como es bien sabido., durante los cuales el pueblo afgano ha sufrido una dictadura colaboradora, en beneficio de políticos corruptos y traficantes de droga, incapaces de ejercer el menor poder policial a apenas unos kilómetros de las guarniciones ocupantes.

Tan es así que al cabo de estos 20 años infernales los ocupantes han conseguido convencer a gran parte de los ciudadanos afganos de que los únicos defensores de la independencia nacional eran los clandestinos armados conocidos como talibanes (palabra que designa a los estudiantes de las madrazas o escuelas coránicas). Y ello a pesar de ser culpables de integrismo y xenofobia asesina: contra los chiitas (protestantes en el seno del Islam), las mujeres incumplidoras de las leyes patriarcales y, evidentemente, los comunistas y republicanos afganos, a los que degollaron y colgaron a conciencia hace veinte años.

Porque estos fanáticos siniestros tienen una historia, que nuestros comunicadores macronianos se guardan mucho de recordar: contra los comunistas afganos y sus aliados del Ejército Rojo, el grupo armado de los talibanes ha sido financiado y entrenado por los servicios secretos paquistaníes y la CIA. Han sido un instrumento del imperialismo occidental hasta que lograron la suficiente fuerza para volverse contra sus creadores. Y hasta el día en que la incapacidad del Estado pro-norteamericano les dio la imagen de protectores de las libertades civiles contra los traficantes y delincuentes impunes. Pues ellos al menos saben imponer sus leyes a los criminales, por muy discutibles que estas sean.

De aquellos polvos estos lodos [Fuente: Ronald Reagan Presidential Library]
De aquellos polvos estos lodos [Fuente: Ronald Reagan Presidential Library]

Por otra parte, las diatribas de nuestros medios de comunicación contra los talibanes, en nombre de los Derechos Humanos y de una «Comunidad Internacional» limitada a los dirigentes estadounidenses en desbandada, Macron y la OTAN, solo merecen desprecio: en materia de verdadera democracia no pueden dar ninguna lección [2]En España, nuestros no menos «expertos» tertulianos responden al patrón con llamativa unanimidad: todos a una y en todos los medios, incluidos los autoproclamados «progresistas», si no es sobre … Seguir leyendo.

En realidad, la derrota aplastante de los EEUU y sus aliados en Kabul (¡la embajada de Francia  ̶ entre otras ̶  refugiada en el aeropuerto!) debe llevar a plantear una cuestión muy concreta, ya que, salvo que se pruebe lo contrario, las tropas estadounidenses ocupaban indebidamente Afganistán, mientras que no se sabe que haya soldados afganos en Texas o en California, ni tampoco en Francia, mal que le pese al Presidente Macron. Y este único interrogante aceptable es el de saber si los combatientes que han tomado Kabul y expulsan del país a los ocupantes vencidos y a sus secuaces representan a la mayoría de los ciudadanos afganos.

De ninguna forma les corresponde a los EEUU ni a Macron decidirlo por ellos.

Estas informaciones que nos sirven abundantemente nuestras televisiones sobre Kabul no son las únicas que nos muestran un mundo que parece estar volviéndose loco. Más cerca de nosotros, en Gran Bretaña, los nuevos dirigentes derechistas del Partido Laborista expulsan de la organización a militantes de izquierda que habían desempeñado altas responsabilidades durante el mandato del pacifista Jeremy Corbin. Desde hace varias semanas esta purga se ceba contra cuantos han mantenido contactos con movimientos palestinos y solo por ello ¡son acusados de antisemitismo! La víctima más reciente de estas denuncias es el cineasta Ken Loach, mundialmente conocido para honor y gloria del cine occidental, y muy raramente progresista, como lo son sus obras.

Y a este lado del canal de la Mancha, ¿no son los periodistas de las teles francesas quienes se deshonran cuando tratan de asimilar a los cientos de miles de manifestantes de este verano contra el absurdo pase sanitario [3]Salvoconducto implantado por la Ley de gestión sanitaria aprobada en Francia el pasado 5 de agosto, que estableció la obligatoriedad de la vacunación anti-covid 19 de los trabajadores de algunos … Seguir leyendo a unos cretinos antisemitas complacientemente enfocados por las cámaras?

¿Y si fuera el imperialismo y sus portavoces quien mereciera el hospital psiquiátrico?

Francis Arzalier (historiador, miembro del Collectif Communiste Polex y de la Association Nationale des Communistes de Francia)

Artículo publicado en versión original el 18 de agosto de 2021.

Notas

Notas
1 Y españoles, como es bien sabido.
2 En España, nuestros no menos «expertos» tertulianos responden al patrón con llamativa unanimidad: todos a una y en todos los medios, incluidos los autoproclamados «progresistas», si no es sobre todo en estos, repiten machaconamente que la lección que habría que retener del reciente desenlace afgano sería… la necesidad de fortalecer militarmente a Europa, según ha recordado nuestro reputado y preclaro «progresista» Josep Borrell. A modo de pinturas de guerra, algunos no se recatan en invocar altas razones «morales»: ¡las de unos «valores europeos» y su «superioridad»! En otras palabras: el mayor problema, es decir el imperialismo, convertido en solución. La opinión pública, y la de «izquierda» en particular, debe asumir, nos dicen, los costes que esto implica, empezando por los presupuestarios, naturalmente. El sacrificio estará justificado… ¿De verdad, para salvar a las mujeres afganas? Los pueblos de Libia, Irak y Siria pueden dar testimonio de lo que significan estas «humanitarias» operaciones de «salvación» de las que los afganos ya han sido tan bien servidos.
3 Salvoconducto implantado por la Ley de gestión sanitaria aprobada en Francia el pasado 5 de agosto, que estableció la obligatoriedad de la vacunación anti-covid 19 de los trabajadores de algunos sectores y, con carácter generalizado, la de disponer de este pase para acceder a multitud de servicios y locales públicos.
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