La guerra, el gasto militar (5% del PIB) y la carne de cañón
Nos empobrecen con el gasto militar y los costos ocultos o indirectos que a menudo las cuentas oficiales pasan por alto o ignoran, pero, además, van camino de plantearnos un reclutamiento masivo y forzoso que amenaza directamente a una generación de nuestros/as jóvenes que ya no se sienten atraídos por las fanfarrias belicistas.
Ya hemos comentado en estas Hojas de Debate que el nuevo Secretario de la OTAN reclama que la Alianza «cambie a una mentalidad de guerra» y “acelere» la producción y el gasto en Defensa dado que con el 2% actual no es suficiente a largo plazo para disuadir a posibles adversarios”… La opinión pública de los países de la OTAN tiene que apoyar un aumento del gasto en Defensa, aunque ello suponga «gastar menos en otras prioridades». Y todo eso se sustenta en la falacia de que «invertir en Defensa es invertir en Paz… los aliados tienen que empezar rápidamente a gastar más y discutir cuál será exactamente ese nivel de gasto.»
Impresiona la perversa asociación de ideas entre invertir en Defensa, es decir en Guerra –si vis pacem, para bellum– para que nos traguemos sin rechistar que el aumento del gasto militar (o dicho con calculada pudibundez gastos en defensa) supondrá recortes en el gasto social europeo. Pero es que, encima, ni siquiera nos hablan del coste final de la juerga belicista sino sólo de fomentar el compromiso de España de tener una participación «más activa» en las operaciones militares de apoyo a los Estados Unidos. Y nos darán hasta cursillos de capacitación para adquirir una cultura de guerra.
Será por eso que la prensa en general no nos aclara si nos vamos a comprometer con lo del dos, el tres o el cinco por ciento del PIB, por dónde van los tiros (no de fogueo precisamente) sobre el tanto por ciento de PIB que tendríamos que gastarnos y qué supone ese pastizal para sostener condiciones dignas en nuestra vida diaria.
Y no hablamos solamente de “pelas” sino de “carne de cañón”. Porque nos empobrecen con el gasto militar y los costos ocultos o indirectos que a menudo las cuentas oficiales pasan por alto o ignoran, pero, además, van camino de plantearnos un reclutamiento masivo y forzoso que amenaza directamente a una generación de nuestros/as jóvenes que ya no se sienten atraídos por las fanfarrias belicistas.
Hemos encontrado un interesantísimo artículo en Faster Capital que plantea los interrogantes y las referencias que conviene que sepamos manejar para hacernos una idea cabal de la situación en la que nos encontramos. Veamos algunos puntos de referencia:
“El costo de la guerra es difícil de medir y comparar.
El costo de la guerra a menudo se subestima y no se informa lo suficiente.
El costo de la guerra supera los beneficios de la guerra.
El costo de la guerra puede reducirse y prevenirse.
Es necesario mucho trabajo y acción para reducir y prevenir el costo de la guerra y promover y lograr los beneficios de la paz.
La guerra no es inevitable. “
El “socialdemócrata” José Bono señalaba en televisión en el programa de la Sexta Noticias, que en la OTAN quien manda es EEUU. Pues el mandamás USA ha dispuesto que los países de la OTAN deberán incrementar los gastos de guerra hasta un mínimo del 5% del PIB.
A partir de aquí los datos que ofrece la prensa económica conservadora en nuestro país constituyen un batiburrillo de cifras con la particularidad de ocultar cuál será el incremento real del presupuesto militar en este país y de qué manera se van a obtener estos nuevos fondos hasta alcanzar el 5% del PIB..
En la actualidad, según datos del Gobierno, la aportación a la OTAN asciende al 1,3% del PIB con el compromiso de que para 2029 o incluso antes, se alcance el 2% del PIB.
Según la Fundación Alternativas -cercana al PSOE- para alcanzar en 2029 el 2% del PIB del actual 1.3% la inversión rondaría los 30.000 millones de euros. El Mundo en su titular del 17 de diciembre pasado añade, además, que «España tendrá que invertir más de 25.000 millones adicionales al año en Defensa para llegar al 3% que ya se discute en Europa: tanto como dos nóminas de pensiones».
Por su parte, El País señala que «España invirtió en Defensa 12.208 millones de euros el año pasado, el 1,03% de su PIB, según los últimos datos de la OTAN, publicados el 31 de marzo. Para llegar al 2% deberá rozar los 24.000 millones de euros constantes al final de esta década.» Por su parte, La Vanguardia indica que «El gasto militar español, teniendo en cuenta la contabilidad de la OTAN, ha pasado de 11.281 millones en el 2019 –el 0,9% del PIB– al citado 1,3%. Es decir, España deberá aumentar un 50%, como mínimo, su inversión militar para alcanzar la meta del 2% en el 2029. En cinco años estas partidas tienen que superar los 30.000 millones o posiblemente más en base a la evolución del PIB. En una década, del 2019 al 2029, España podría prácticamente triplicar sus partidas dedicadas a la defensa.» El diario Expansión, por el contrario, advierte que «La vuelta de Trump urge a España a gastar 10.500 millones más en Defensa (para pasar del 1.3 PIB al 2% del PIB».
Si estos son los importes para llegar al 2% del PIB o al 3% del PIB ¿Cuánto debería incrementarse la partida para la guerra hasta llegar al 5%? La prensa calla para no alarmar, salvo Expansión que nos ha dicho que «España debe gastar 50.000 millones más en Defensa para contentar a Trump. El presidente de EEUU plantea elevar la inversión militar mínima requerida a los miembros de la Alianza Atlántica del 2% al 5% del PIB. España se sitúa a cola del grupo con el 1,3%.»
Partiendo de los datos oficiales que nos ofrece el Gobierno, el PIB actual asciende a la cifra de 1.593.136.000.000 €. El 5% de este PIB supondría ahora un gasto militar de 79.656.800.000 €., sin contar numerosas partidas que se rescatan de capítulos diferentes para el Ministerio de Defensa con destino a gasto militar. En este sentido, el Centro Delás indica que: «El secretismo, la ocultación y el escaso control democrático hacen de los gastos militares uno de los ejemplos más claros de la ineficiente gestión del dinero público en nuestro país y, lo que es incluso más grave, de una ineficaz política de seguridad, corresponsable de miles de muertes evitables cada año y que dibuja un futuro de miedo y mayor inseguridad a las generaciones futuras.»
«Esta extraordinaria partida para la guerra no será a cuenta de los banqueros, de la oligarquía, de las grandes multinacionales, de los fondos buitres, de los grandes capitales ni de los terratenientes. Esta clase dirigente impondrá al gobierno de turno, o mediante pacto de este con la oposición, [1]Reforma exprés de la Constitución para limitar el déficit público, en agosto de 2011 para que esos 80.000 millones de euros sean a costa de la degradación plena de lo que queda de la sanidad y la educación púbica, subidas del IVA y de los impuestos, reducción de las pensiones con posible supresión de sus pagas extras de julio y diciembre como hicieron en Grecia, ERTE Y ERES para funcionarios y, en general, creando un empobrecimiento generalizado en perjuicio de la clase obrera y de las capas populares.
Como venimos sosteniendo en Hojas de Debate « Solo un potente movimiento en defensa de la PAZ y contra la Guerra, aquí y en toda Europa, de millones de personas, transversal, que se mantenga organizado de manera indefinida, podría parar el destino que nos quieren imponer el imperialismo, la OTAN y los actuales gobiernos vasallos de la UE.»
Notas
⇧1 | Reforma exprés de la Constitución para limitar el déficit público, en agosto de 2011 |
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Contenido
Llega el artículo a la conclusión final, acertada por otra parte, que el gasto en defensa, copio y pego, “no será a cuenta de los banqueros, de la oligarquía, … Esta clase dirigente impondrá al gobierno de turno, o mediante pacto de este con la oposición, para que esos 80.000 millones de euros sean a costa de la degradación plena de lo que queda de la sanidad y la educación púbica, … creando un empobrecimiento generalizado en perjuicio de la clase obrera y de las capas populares”
El problema hoy, no mañana ni pasado mañana, no con un gobierno del PP ni de un gobierno de PP y VOX, sino hoy, con un gobierno que se autodefine como de “izquierdas”, de progreso, el problema hoy, repito, es que este gobierno, no uno futuro, está embarcado en el relato belicista de la oligarquía, del complejo militar industrial.
Este gobierno – sostenido por algunos partidos que se reclaman o se reclamaban hasta ayer, anti bloques militares, anti OTAN – es el que hoy no duda en proclamar a los cuatro vientos su compromiso con el aumento del gasto militar ocultando las consecuencias del mismo sobre la salud, educación, pensiones, empleo, …
Finaliza el artículo haciendo un llamamiento por un “potente movimiento en defensa de la PAZ y contra la Guerra” bien, muy bien, pero muy difícil lo veo si a quienes hay que convencer es a quienes “el gobierno de izquierdas y progreso”, con el concurso de cierta izquierda, vende el gasto militar como algo necesario e imprescindible para cumplir con la OTAN y para, ¡tremendo delirio!, estar preparados para la guerra.
La izquierda hipoteca su futuro y el de la clase trabajadora participando de un gobierno – parafraseando la frase final del artículo – vasallo del imperialismo y la OTAN.