OTAN: Más miseria social para financiar más guerras

Solo un potente movimiento en defensa de la PAZ y contra la Guerra, aquí y en toda Europa, de millones de personas, transversal, que se mantenga organizado de manera indefinida, podría parar el destino que nos quieren imponer el imperialismo, la OTAN y los actuales gobiernos vasallos de la UE.

Mark Rutte, el nuevo Secretario General de la OTAN ha realizado unas declaraciones en las que defiende una política de más miseria social para financiar más guerras.

En concreto, señala que: «Los ciudadanos de los Estados miembros de la OTAN deben «aceptar hacer sacrificios«, como recortes en sus pensiones, sanidad y sistemas de seguridad, para aumentar el gasto de Defensa y garantizar la seguridad a largo plazo en Europa».

Los 32 aliados de la OTAN ya están debatiendo la posibilidad de aumentar el gasto en Defensa desde el actual 2% del PIB a un 3% mínimo para el inicio de este nuevo y más agresivo plan belicista cuyo objetivo es implicar abierta y directamente al conjunto de Europa en la guerra y aumentar exponencialmente el peligro de guerra mundial. El gasto militar global de la OTAN ascendía a 1,34 billones de dólares en 2023 (1.304.886 millones de dólares) y por el momento no se han ofrecido datos respecto del presente año 2024 que sin duda se ha incrementado sustancialmente.

Lo que es un hecho constatado es que en la actualidad 23 países de los 32 miembros de la alianza atlántica cumplen el requisito del 2% del PIB en gastos militares. De 2023 a 2024 13 países incrementaron el gasto militar hasta alcanzar el 2% del PIB y algunos de ellos, como Polonia y Estonia lo han superado por encima del de los EE.UU. Mark Rutte, secretario general de la OTAN, ha expresado, además, su intención de presionar por un objetivo “mucho más alto” que el actual 2%, es decir, por encima incluso del 3% del PIB.

Según el diario Expansión,  la OTAN reclama a España 10.000 millones más de gasto anual en Defensa. La estimación gubernamental es que el gasto militar es de 15.157 millones de euros en 2023 frente a los 13.831 millones de 2022, todavía por debajo del 2%. Con el nuevo propósito de alcanzar el 3% del PIB, nuestro país tendría que destinar un importe cercano a los 40.000 millones de euros anuales en Defensa. El diario El Mundo, en su titular del 17 de diciembre indica: «España tendrá que invertir más de 25.000 millones adicionales al año en Defensa para llegar al 3% que ya se discute en Europa: tanto como dos nóminas de pensiones».

El nuevo Secretario de la OTAN también reclama que la Alianza «cambie a una mentalidad de guerra» y “acelere» la producción y el gasto en Defensa dado que con el 2% actual no es suficiente a largo plazo para disuadir a posibles adversarios.

Rutte, en un acto organizado por el think tank Carnegie Europe,  requirió que la opinión pública de los países de la OTAN tenía que apoyar un aumento del gasto en Defensa, aunque ello suponga «gastar menos en otras prioridades».

Su alegato final sentenciaba: «invertir en Defensa es invertir en paz…  los aliados tienen que empezar “rápidamente a gastar más” y “discutir cuál será exactamente ese nivel”, algo que aseguró que harán en los próximos meses

              En declaraciones del pasado 16 de diciembre, Rutte defendía  la «necesidad de cambiar el enfoque y adoptar un pensamiento militar»

Para aumentar el presupuesto de guerra en Defensa, los ciudadanos de los países de la OTAN, especialmente en Europa, «también deberían decir a sus bancos y fondos de pensiones que es sencillamente inaceptable que se nieguen a invertir en la industria de Defensa».

¿Quiénes financiarían en España un incremento de 25.000 millones de euros anuales? ¿Los grandes bancos, las multinacionales, los terratenientes, los oligarcas, los fondo buitre, los grandes accionistas de la industria militar, los jerarcas que promueven la guerra y luego, en caso de contienda, no exponen su vida en ella?

En la crisis económica sufrida en Grecia desde finales del 2009, oficialmente finalizada en el 2018, las medidas adoptadas para financiar los importes de los rescates y las deudas a la Unión Europea afectaron a la clase obrera y al conjunto de las capas populares.

Los datos son escalofriantes. El corralito económico de 2015 entre el 29 de junio y el 20 de julio siguiente por disposición del “socialdemócrata” Alexis Tsipras impuso la medida de que ningún ciudadano pudiera retirar de los cajeros bancarios la cantidad máxima diaria de 50 euros por persona. Inmediatamente después se decretó una disminución salarial a los funcionarios públicos (unos 600.000 empleados) de un 10% de sus retribuciones y un recorte del 30% de la paga extra de Navidad. El IVA se incrementó entre un 0,5% y un 2%, así como el impuesto de hidrocarburos y el impuesto del tabaco y del alcohol.

Más tarde, 30.000 funcionarios fueron remitidos a la reserva previa a sus despidos o a la jubilación forzosa en el segundo rescate financiero. Los jubilados menores de 55 años perdieron un 40 % del importe de sus pensiones y se redujeron los salarios públicos en un 15 %. La edad de jubilación pasó de los 65 a años a los 67.

Para recaudar fondos para la UE el gobierno de Syriza privatizó 14 aeropuertos griegos a un consorcio alemán, así como los puertos del Pireo y Salónica y fragmentó en dos la compañía estatal de electricidad, al mismo tiempo que imponían drásticas medidas para recortar el derecho a la negociación colectiva, lo que provocó una degradación generalizada de las condiciones laborales y salariales de los trabajadores y un aumento del paro.

En el año 2013, después de 20 trimestres de recesión, el paro alcanzó el 27,6 % de la población. En 2016, según estimaciones del gobierno, alrededor de 427.000 griegos abandonaron el país desde 2008 por la crisis en una nación que cuenta con diez millones de habitantes, En abril de 2017 el Gobierno pone en marcha el nuevo sistema de cálculo de pensiones que reduce hasta un 30 % los ingresos de los nuevos jubilados que contabilizaron en total catorce tijeretazos entre 2010 y 2018.

En la actualidad un tercio de los griegos no tienen acceso a la sanidad pública gratuita. La falta de personal crea listas de espera y problemas de hacinamiento en los hospitales y la crisis favorece las enfermedades infecciosas y las patologías psiquiátricas.

Con la desaparición de la “tutela” europea por los sucesivos rescates la economía griega ha caído un 25% y el paro hoy es el más alto de la UE. En 2009 la deuda era del 126% de su PIB (mientras que la media de la UE era del 75%), y a pesar de los rescates, ha seguido subiendo hasta situarse apenas por debajo del 200% en 2021 (193%, lejos del 88% de la media europea) muy superior al del 2009. [1]Benoît Bréville en Le Monde diplomentique de noviembre de 2024, en su artículo “Una idea peligrosa” indica que la deuda pública en Grecia es ahora del 160%, frente a los 103% de 2007. En este … Seguir leyendo Los rescates han ocasionado un incremento de la deuda que anuncian nuevas medidas similares a las descritas, sobre todo si se impone una subida 3% del PIB o superior a este [2]En 2023 el PIB en gasto militar era del 2,8%en el gasto en defensa (para la guerra). Por cierto, la deuda española en el segundo semestre del 2024 es del 104%, cercana a la que Grecia tenía en 2009 y superior al 103% en el año 2007.

La tasa de paro de los menores de 25 años superaba en Grecia el 36 por cien en abril de este año, mientras que en diciembre de 2009 era del 29 por cien, lo que explica la emigración antes apuntada. La tasa de suicidios también ha aumentado, pasando de 3,6 por cada 100.000 habitantes en 2009 a 5,1 en 2019. El incremento en el consumo de drogas -la coca de los pobres-, las depresiones y otras patologías psiquiátricas, así como la prostitución, se han incrementado notablemente junto a la disminución del consumo de medicamentos habituales por falta de recursos. Como consecuencia de todo ello, los desahucios se acrecentaron y sus víctimas pasaron a vivir en la calle en parecidas circunstancias a los 40 millones de pobres de solemnidad desparramados por las calles y urbes de los EEUU, el país con el PIB más alto por el momento. El incumplimiento de las hipotecas se disparó, pasando del 5% de todas las hipotecas en 2008 al 45% en 2019.

El sistema educativo ha provocadoel cierre de centros de estudio por falta de presupuestos, edificios escolares en pésimo estado y muchos alumnos sin profesores debido la escasez de educadores con plazas permanentes, cuando las oposiciones a plaza fija llevan sin convocarse una década.

A la vista de los anteriores datos, el incremento al 3% del PIB o superior al mismo para la guerra tendrá consecuencias catastróficas para las clases populares en nuestro país como para el resto de los miembros europeos de la OTAN. Ni que decir tiene que si finalmente se desata la guerra en Europa las consecuencias negativas se multiplicarían por cientos.

Solo un potente movimiento en defensa de la PAZ y contra la Guerra, aquí y en toda Europa, de millones de personas, transversal, que se mantenga organizado de manera indefinida, podría parar el destino que nos quieren imponer el imperialismo, la OTAN y los actuales gobiernos vasallos de la UE.

Notas

Notas
1 Benoît Bréville en Le Monde diplomentique de noviembre de 2024, en su artículo “Una idea peligrosa” indica que la deuda pública en Grecia es ahora del 160%, frente a los 103% de 2007. En este texto denuncia que los sucesivos rescates y medidas gubernamentales han provocado suicidios, toxicomanía, mortalidad infantil, infecciones de VIH, casos de tuberculosis, etc.
2 En 2023 el PIB en gasto militar era del 2,8%
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