Presupuestos de Guerra 2023 del gobierno PSOE-UP
El Consejo de Ministros aprobó el proyecto de Presupuestos Generales del Estado 2023 que aumenta el gasto militar en un 20% y consolida la pérdida de poder adquisitivo de los salarios y los recortes de servicios públicos, que siguen sometidos a una inflación disparada.
Son, pues, unos presupuestos que incluyen el mayor gasto militar de España en los últimos 40 años, así como las ya habituales medidas publicitadas con “medias verdades” o completas engañifas para tratar de justificarlo. Un paso en la dirección de cumplir con el compromiso del “gobierno más progresista de la historia” derivado de la última cumbre de la OTAN en Madrid, hasta alcanzar el 2% del PIB.
Gráfica de los presupuestos anuales en Defensa del Estado español
De hecho, las partidas presupuestarias de los gastos militares experimentarán un crecimiento cercano al 20% durante 2023, pasando de los 13.310 millones de 2022 a 15.810 millones, el 1.2% del PIB. Crecimiento histórico como puede verse en la gráfica, que con toda probabilidad se superará con creces, tal y como suele suceder ejercicio tras ejercicio presupuestario. Sin ir más lejos este año con los 2.847 millones de euros extra que se aprobaron vía créditos extraordinarios [1]El diario Público en su edición de 10 de octubre pasado indica que en el 2022 «el presupuesto de Defensa ya se ha incrementado en diversas ocasiones para hacer frente a diversos menesteres. Para … Seguir leyendo . Y con otro montón de créditos que aparecen escondidos en otras partidas presupuestarias difíciles de detectar y que acaban engrosando el gasto militar total y que se utilizan para dotar de más medios e infraestructuras al aparato militar del Estado español.
Si añadimos al presupuesto de Defensa el gasto militar oculto en otras partidas repartidas en diferentes ministerios, el gasto militar real podría ascender a 26.208 millones de euros según señala el diario Público. Todo ello para implementar las políticas imperialistas opresivas sobre los países semicoloniales y fortalecer los intereses militaristas de la OTAN como ocurre con la guerra en Ucrania. En este sentido los Programas Especiales de Armamento crecen un 72% hasta alcanzar en 2023 los 4.900 millones. Más gasto militar no genera más seguridad, sino más atracción a nuevas amenazas, así como al auge del autoritarismo, el fascismo y el militarismo que ahogan las voces que demandan la negociación y el dialogo como solución a los conflictos y que contribuyen a salvar al mundo del holocausto nuclear, del calentamiento global y de la pérdida de la biodiversidad. El incremento de la partida de guerra aumenta la pobreza, al mismo tiempo que incrementa la cuenta de resultados del capital que se destina a la fabricación de armamento.
Pero la realidad es que el discurso oficial de Unidas Podemos para justificar la aprobación del desorbitado crecimiento del gasto militar en 2023, es que es un coste que no ha formado parte del techo de gasto consensuado con el PSOE de Pedro Sánchez, como si eso implicara que ese gasto no fuera a retraer recursos del resto de partidas, incluidas las de carácter social. En todo caso, contribuye de manera directa a incrementar los gastos públicos y por lo tanto la deuda pública, que posteriormente será causa de futuros recortes en pensiones, sanidad o educación.
Una nueva ceremonia de auténtico camuflaje político perpetrado por los que dicen que quieren hacer políticas “en favor de la gente”, pero acatan las directrices de sus jefes europeos y de la OTAN.
Devaluación salarial y gasto social con partidas por debajo de la inflación
Por si el enorme aumento del gasto militar fuera poco, el Proyecto de Presupuestos consolida también una fuerte devaluación salarial para los empleados públicos. La partida destinada a tal fin condena a casi 3 millones de trabajadores y trabajadoras a perder en torno a un 7% de poder adquisitivo este año, puesto que la subida salarial será de tan solo un 3,5% en total para 2022.
Frente a una inflación del 9% -pero que ha estado por encima del 10%-, aumentos del 15% en alimentos y más del 60% en el gas y la electricidad, las subidas salariales del Gobierno “progresista” son idénticas a las propuestas por la patronal.
Del mismo modo, también se han lanzado a vender los presupuestos como “el mayor gasto social de la historia”, pero en la mayoría de las partidas de gastos sociales esenciales ni siquiera se iguala con respecto a los anteriores. Por poner algunos ejemplos: se pretende destinar a Sanidad un 6,7% más de los recursos en relación a los Presupuestos del año pasado. Claramente por debajo de los precios actuales y del nivel que los expertos esperan hacia finales de año (entorno al 8%), al que habría que añadir la inflación del año 2023. Si hablamos de la Educación nos encontramos con la misma situación, un crecimiento de un 6,6% en la partida. Y qué decir del IPREM, el índice con el que se calculan las ayudas sociales, que sube a 600 euros, una auténtica miseria que muchas veces ni siquiera se pagan íntegramente.
Toda esta “política social” no pasa de ser migajas para justificar un Presupuesto tramposo, como muestran los números de gastos e ingresos previstos.
¡Abajo estos presupuestos militaristas, arriba los salarios y las pensiones!
Lejos de ser “los Presupuestos con mayor inversión social de la historia”, como titula la prensa “progresista”, son unos Presupuestos que van directamente contra los salarios, al provocar otra devaluación salarial que sufrirán millones de empleados públicos y que servirá de modelo a la patronal, que se niega a aceptar cláusulas de revisión salarial automáticas según el coste de la vida.
Ceder desde la izquierda social y política a las políticas de derecha del gobierno tiene consecuencias, o las tendrá. La única alternativa pasa por exigir PRESUPUESTOS DE PAZ y para satisfacer las necesidades acuciantes de la gran mayoría trabajadora.
Notas
⇧1 | El diario Público en su edición de 10 de octubre pasado indica que en el 2022 «el presupuesto de Defensa ya se ha incrementado en diversas ocasiones para hacer frente a diversos menesteres. Para sufragar el despliegue militar en la guerra de Ucrania, (Consejo de Ministros de 08/03/2022) de 569,85 millones; de 632,5 millones para la adquisición de armamentos y otros 367,2 para misiones en el exterior (Consejo de Ministros 05/07/2022); una transferencia de crédito por importe de 1.110,7 millones del Ministerio de Sanidad al Ministerio de Defensa para financiar el Plan de Inversiones en Equipos de Alta Tecnología (INVEAT) de los hospitales militares (Consejo de Ministros 13/09/2022); y por último, 29,75 millones para adquirir equipos de radio para las unidades del ejército destinadas en torno a Rusia (Consejo de Ministros 20/09/2022). En total, este año de momento se han incorporado al Ministerio de Defensa 2.847 millones, una cifra que seguramente antes de finalizar el año se volverá a incrementar.» |
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