3-Actividad

Actividad

No figura en el Diccionario filosófico marxista · 1946

No figura en el Diccionario filosófico abreviado · 1959

Diccionario filosófico · 1965:4-5

Actividad (psíquica)

Concepto que caracteriza la función del sujeto en el proceso de
interacción con el objeto. La actividad es un nexo específico del
organismo vivo con lo que le rodea; establece, regula y controla la
relación mediata entre el organismo y el medio, en primer lugar el
metabolismo. La actividad es estimulada por la necesidad, se orienta
hacia el objeto que da satisfacción a esta última y se lleva a cabo
por medio de un sistema de acciones; presupone la existencia de la
psique en el organismo y, al mismo tiempo, constituye la condición
básica de que aquélla surja: es la fuerza motriz que impulsa el
desarrollo de la psique misma. Hay que distinguir las formas
elemental y superior de actividad. La primera es propia de los
animales; estriba en la adaptación instintiva (Instinto) del organismo
a lo que le rodea. La segunda, que surge de la primera modificándola,
constituye una característica exclusiva del hombre. La peculiaridad
específica de la forma superior de actividad consiste en la
transformación consciente del medio. La actividad del hombre posee un
carácter social y está determinada por las condiciones sociales de la
vida. La forma básica e históricamente primaria de la actividad del
hombre es el trabajo; en el trabajo, el hombre, al cambiar la forma de
lo que le es dado por la naturaleza, “persigue, al mismo tiempo, su
propio fin consciente el cual determina, como una ley, el
procedimiento y el carácter de sus acciones” (Marx). Al
desarrollarse, la actividad del hombre se diferencia en externa e
interna. La primera se compone de actos específicos que el hombre
realiza con los objetos reales valiéndose de los movimientos de
brazos, piernas y dedos. La segunda se produce “en la mente” por
medio de las “acciones intelectivas”; en este caso, el hombre no opera
con los objetos reales ni efectúa movimientos auténticos, sino que se
vale de las imágenes de unos y otros. La actividad interna planea la
externa, surge sobre la base de esta última y a través de ella cobra
expresión concreta. El desarrollo del trabajo hace que se separen
entre sí las formas práctica y teórica de la actividad del hombre. La
actividad práctica se caracteriza por hallarse directamente encaminada
hacia la transformación de tal o cual situación. En cambio, la
teórica tiende a poner de manifiesto los procedimientos de dicha
transformación, a descubrir las leyes a que la transformación obedece.
La actividad teórica surge y se desarrolla influida por los objetivos
de la actividad práctica y contribuye a que tales objetivos se
alcancen de la manera más efectiva. La diversidad de tipos concretos
de actividad humana se va formando en dependencia de la multiplicidad
de necesidades del hombre y de la sociedad. Cada uno de esos tipos de
actividad suele incluir elementos de actividad externa e interna,
práctica y teórica.

Diccionario marxista de filosofía · 1971:11-12

Actividad

Modo específico como el hombre se relaciona con el mundo exterior,
consistente en que lo transforma y subordina a fines humanos. A
diferencia de los animales, el hombre no mantiene una actitud de
pasiva adaptación a la naturaleza, sino que actúa de modo activo sobre
ella para transformarla. Mientras la conducta del animal responde a
mecanismos morfofisiológicos innatos, la actividad humana se basa en
las leyes de aquellos objetos naturales con los que se relaciona, es
decir, se realiza en correspondencia con la “lógica” del objeto. De
ahí que Marx llamara objetiva a la actividad humana. Todo lo que el
hombre pone a su disposición lo toma a fin de cuentas de la
naturaleza; sin embargo, marginada de la actividad humana, esa riqueza
sólo existe en potencia. La actividad humana es de modo fundamental y
determinante trabajo, trabajo cuyas características básicas son
propias también de la actividad objetiva. La actividad del hombre es
por su contenido producción de bienes materiales y espirituales,
transformación de las condiciones y relaciones sociales, desarrollo
del hombre mismo, de sus capacidades, habilidades y conocimientos.
Dado que la actividad humana es inimaginable sin un objetivo
previamente trazado, al margen de la elaboración y realización de
finalidades (Finalidad), la transformación material y la reproducción
ideal de la naturaleza son inseparables y constituyen dos aspectos
relativamente independientes de una actividad objetiva única. Esta
relación activamente objetiva del hombre hacia la naturaleza no es
algo dado de una vez, sino algo que constituye un proceso que se
desenvuelve por sí mismo. Es sobre la base de la actividad del hombre
como se realiza el desarrollo de la sociedad; los hombres crean la
historia, y las leyes de su actividad son las de la historia. A su
vez, la actividad misma se desarrolla históricamente. Su contenido
real actúa en la historia en las llamadas formas trasformadas,
restringidas, cuyas causas radican en la división social del trabajo y
en las consecuencias que de ella se derivan (Alienación). Como
resultado, la creación histórica reviste carácter de sometimiento de
los hombres a las leyes impersonales de la historia; la contradicción
social –motor del progreso–, actúa en forma de antagonismo social; las
relaciones entre los hombres, como relaciones entre cosas; la
libertad, en forma de aspiración a actuar en contra de las leyes
sociales; el trabajo, en norma de actividad productora únicamente de
plusvalía, y la actividad humana única, en forma de oposición entre la
teoría y la práctica. Sólo sobre la base de la transformación
comunista de la sociedad, de la eliminación de los antagonismos
sociales, será posible suprimir las formas transformadas de la
actividad. Solamente entonces la actividad objetiva actuará con su
verdadero contenido y riqueza.

Diccionario de filosofía · 1984:7-8

Actividad

  1. En filosofía: modo específicamente humano de relación con el
    mundo, que constituye el proceso en el curso del cual el hombre
    reproduce y transforma creativamente la naturaleza, deviniendo de esa
    manera en sujeto activo, y convirtiendo los fenómenos de la naturaleza
    que asimila, en objeto de su actividad. Precisamente a la actividad,
    al trabajo debe el hombre tanto su formación originaria, como el
    mantenimiento y desarrollo de todas sus cualidades en el curso del
    proceso histórico. En la actividad, el hombre manifiesta su actitud
    hacia cada objeto no como portador de la necesidad y finalidad ajenas
    a ese objeto, sino en forma adecuada a su naturaleza y
    particularidades: asimila el objeto y lo convierte en medida y esencia
    del grado de su actividad. Cabe decir que el hombre no simplemente
    interacciona con la naturaleza, sino que la incorpora gradualmente a
    la composición de su cultura material y espiritual. El cambio del
    mundo exterior no es sino premisa y condición para la
    autotransformación del hombre. En la producción, los hombres siempre
    se reproducen también a sí mismos como seres distintos de los que
    entraron en ese proceso: según palabras de Marx, ellos crean “nuevas
    fuerzas y nuevas representaciones, nuevos modos de comunicación,
    nuevas necesidades y un nuevo lenguaje” (t. 46, parte 1, p. 484).
    Así pues, la actividad, como proceso íntegro, incluye también la
    comunicación. En el fondo, la actividad es precisamente el ser
    socialmente heredado, que se destina a otros individuos y
    generaciones. El secreto de la creatividad es la dinámica de la
    actividad. Históricamente su primer acto fue la producción de
    instrumentos con ayuda de instrumentos. La actividad se convierte sin
    cesar, de forma de capacidad de actuar del hombre, en forma de
    materialización, y viceversa. Las leyes de la historia son, en última
    instancia, leyes de la actividad, aunque en las condiciones de la
    división del trabajo y su enajenación en la sociedad clasista, dichas
    leyes supuestamente dirigen la conducta de los hombres desde fuera, en
    forma de dominación de las fuerzas enajenadas sobre ellos. Tanto la
    actividad teórica como el proceso técnico-material de transformación
    real del objeto no son sino momentos –dotados de relativa
    independencia– de la actividad íntegra como sistema, en el cual el
    proceso transformador real determina el proceso transformador ideal.
    En este sentido la actividad teórica es un proceso social creador,
    orientado a cambiar el mundo de la cultura humana. Ahora bien, en el
    contexto de la división del trabajo se forman las ilusiones de que las
    funciones “puramente prácticas” y “puramente teóricas” son por sí
    mismas la actividad. Sólo en la sociedad comunista, la actividad
    constituirá para cada uno el fin y la necesidad de su vida (Trabajo
    comunista). La categoría filosófica de actividad objetiva tiene gran
    importancia ideológica y metodológica para todas las ciencias
    sociales, en primer lugar, para la sociología, la psicología, la
    pedagogía, etc.
  2. En psicología: concepto que caracteriza la función del individuo
    en el proceso de su interacción con el mundo circundante. La
    actividad psíquica es el nexo típico del sistema vivo con el medio,
    que mediatiza, regula y controla las relaciones entre el organismo y
    el medio. La actividad psíquica es estimulada por la necesidad, está
    orientada al objeto de su satisfacción y se realiza por un sistema de
    acciones; presupone la existencia en el organismo de la psique, y, a
    la vez, constituye la principal condición de su surgimiento y es la
    fuerza propulsora de su desarrollo. Cabe distinguir las formas
    elemental y superior de actividad psíquica. La primera es típica de
    los animales: consiste en la adaptación instintiva (Instinto) del
    organismo al medio. La segunda, creciendo de la primera y
    modificándola, constituye un patrimonio exclusivo del hombre. Un
    rasgo específico de la forma superior de tal actividad es la
    transformación consciente del medio, la cual tiene un carácter social
    y se determina por las condiciones sociales de vida. En el proceso de
    su desarrollo, la actividad psíquica del hombre se diferencia en
    exterior e interior. La primera se compone de las acciones
    específicamente humanas con los objetos reales, que se efectúan
    mediante los movimientos de las manos, pies, dedos. La segunda se
    realiza por medio de las “acciones mentales”, cuando el hombre no
    opera con objetos reales y no por medio de movimientos reales, sino
    que utiliza para ello los modelos dinámicos cerebrales. La actividad
    interior planifica la exterior, surge sobre la base de ésta y se
    realiza a través de ella. La división del trabajo trae aparejado el
    deslindamiento de las formas práctica y teórica de actividad del
    hombre. En dependencia de la diversidad de las necesidades del hombre
    y de la sociedad surge también la diversidad de los tipos concretos de
    actividad de los hombres, cada uno de los cuales, por lo común,
    incluye elementos de la actividad exterior e interior, práctica y
    teórica.
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