Amistad de los pueblos de la URSS
No figura en el Diccionario filosófico marxista · 1946
Diccionario filosófico abreviado · 1959:12-14
Amistad de los pueblos de la URSS
Una de las fuerzas motrices de la sociedad socialista, uno de los
principios más importantes de las nuevas relaciones entre naciones,
propias de la sociedad socialista, fuente inagotable de la potencia y
de la invencibilidad de la Unión Soviética. La amistad de los pueblos
se forjó sobre la base de las conquistas históricas de la Gran
Revolución Socialista de Octubre (ver) y de la victoria del socialismo
en la URSS.
Históricamente, la amistad de los pueblos del País de los Soviets se
constituyó gracias al desarrollo de los lazos económicos y culturales
entre los pueblos de la antigua Rusia, a su lucha común por la
independencia de la patria contra el invasor extranjero, a la unidad
de acción de las masas trabajadoras de diversas nacionalidades
quienes, agrupadas alrededor del proletariado ruso bajo la dirección
del Partido Comunista, derribaron el zarismo y el capitalismo. La
Gran Revolución Socialista de Octubre creó todas las condiciones
necesarias para transformar esta unión revolucionaria de los
trabajadores en unión de los pueblos dentro de un Estado bajo la forma
de la República de Rusia y demás repúblicas soviéticas, primero, y más
tarde, bajo la forma de la poderosa Unión de las Repúblicas
Socialistas Soviéticas. Al instaurar la dictadura del proletariado,
el Partido Comunista consolidó la unión revolucionaria de los
trabajadores de las diversas nacionalidades con el proletariado ruso a
la cabeza, y dio a esta unión formas estatales adecuadas: la
federación y la autonomía soviéticas de los pueblos.
Para establecer definitivamente relaciones de amistad entre los
pueblos de la URSS, era necesario crear una economía socialista,
abolir las clases explotadoras, hacer triunfar el socialismo en la
ciudad y en el campo, liquidar definitivamente la ideología burguesa
manifestada tanto en el nacionalismo agresivo de gran potencia como en
el nacionalismo local estrecho; era necesario poner fin a la
desigualdad económica y cultural de las diferentes naciones y asegurar
el desarrollo impetuoso de las culturas populares, nacionales por su
forma, socialistas por su contenido. La victoria del socialismo en la
URSS ha contribuido poderosamente a cimentar la amistad indestructible
de los pueblos de la Unión Soviética, y ha servido de base para la
formación y florecimiento de las naciones socialistas soviéticas. El
antiguo retraso económico de las repúblicas nacionales, consecuencia
de la política colonial del zarismo, fue superado en el curso de la
lucha por el socialismo. En las regiones llamadas periféricas, la
industria se desarrolló con ritmo inaudito. Así, mientras que en
1940, la producción global de la industria pesada de la URSS había
crecido en la proporción de 12 veces con relación a 1913, esa
producción había aumentado durante el mismo período, en la proporción
de 22,2 en Kazajstán, de 26,4 veces en Georgia, de 160 veces en
Kirguizia, y de 242 veces en Tadzhikistán. El retraso de los pueblos
antes oprimidos, fue igualmente liquidado en el dominio cultural.
El pueblo ruso acudió generosamente en ayuda de las otras
nacionalidades, y eso desempeñó un papel decisivo en la lucha por la
victoria de la revolución proletaria y el triunfo del socialismo. Sin
la ayuda inmensa que el pueblo ruso les aportó, los pueblos oprimidos
por el zarismo no hubieran podido cumplir en un lapso de tiempo tan
corto, progresos tan prodigiosos en su vida económica, política y
cultural.
La política nacional practicada por el Partido Comunista, culminó con
la creación de un Estado nuevo, el Estado Socialista Soviético
multinacional, fundado en la amistad indestructible de pueblos y
nacionalidades. Los principales factores que han contribuido a crear
ese Estado son: primero, la ausencia, en la URSS, de clases
explotadoras en quienes reside la causa primera de los odios
nacionales; segundo, la ausencia, en la URSS de la explotación que
hace nacer la desconfianza mutua y atiza las pasiones nacionalistas;
tercero, la presencia de la clase obrera en el Poder, enemiga de toda
forma de esclavitud, fiel sostenedora de las ideas del
internacionalismo; cuarto, la ayuda mutua de los pueblos soviéticos en
todos los dominios de su vida económica y social; quinto, el
florecimiento, en todos los pueblos de la URSS, de una cultura
nacional por la forma y socialista por el contenido. Todos estos
factores han cambiado fundamentalmente la fisonomía de los pueblos
soviéticos. Desaparecido el sentimiento de desconfianza, ocupó su
lugar el sentimiento de colaboración fraternal en el seno de un Estado
federal único.
Madurada en la lucha por el socialismo, y habiendo logrado en la lucha
por el socialismo su florecimiento completo, la amistad de los pueblos
se ha convertido en la poderosa fuerza motriz de la sociedad
soviética. Esta fuerza se manifiesta en el amor y la fidelidad sin
límites de los pueblos de la URSS hacia su patria socialista, en su
orgullo nacional soviético, en su ardiente patriotismo soviético. Se
encarna en el trabajo heroico de las masas de todas las
nacionalidades, en las inmensas proporciones que adquiere la emulación
socialista, en el cumplimiento y en la superación de los planes de
desarrollo económico y cultural de las repúblicas y regiones, en el
impulso creciente de la actividad y de la iniciativa en el trabajo
entre los patriotas soviéticos. La amistad indefectible de los
pueblos de la URSS se traduce de manera elocuente en la actividad
política de los soviéticos, como lo testimonia la victoria del bloque
de comunistas y sin partido en las elecciones a los Soviets, y el
apoyo unánime que otorgan los trabajadores de cualquier nacionalidad a
la política interior y exterior del Partido Comunista y del gobierno
soviético. La amistad de los pueblos de la URSS pasó por la dura
prueba de la gran guerra nacional.
Esta amistad constituye una de las poderosas fuerzas motrices de la
sociedad soviética en el período de transición gradual del socialismo
al comunismo.
El Partido Comunista enseña a los soviéticos a mantener en toda su
pureza así como a levantar en alto la bandera del internacionalismo,
la bandera de la amistad y la fraternidad de los pueblos; a reprimir
sin vacilación toda tentativa de atizar el odio nacional, debilitar
los vínculos de amistad que unen a las naciones socialistas, o minar
el internacionalismo proletario. En los nuevos estatutos del Partido
Comunista aprobados por el XIX Congreso, se dice que una de las
principales tareas del P.C.U.S. consiste en “…educar a los miembros
de la sociedad en el espíritu del internacionalismo y en el
establecimiento de lazos fraternales con los trabajadores de todos los
países…” (Estatutos del P.C.U.S., p. 3, Ed. esp., Moscú, 1953).
Las relaciones cordiales entre los pueblos de la URSS se desarrollan y
se afianzan en el curso de la edificación comunista, gracias a una
lucha infatigable contra las supervivencias nacionalistas. Las
supervivencias del capitalismo son particularmente vivaces en el
dominio de la cuestión nacional, puesto que pueden disimularse bajo
una máscara nacional. El nacionalismo burgués es enemigo jurado del
comunismo, de modo que es preciso combatirlo de una manera consecuente
y enérgica.
El Partido Comunista de la Unión Soviética exige que sean denunciadas
todas las manifestaciones de nacionalismo (ver) burgués, de
cosmopolitismo (ver) y en general todas las tentativas enemigas que
tengan el propósito de debilitar la gran comunidad de naciones
socialistas.
Diccionario filosófico · 1965:11
Amistad de los pueblos
Colaboración fraternal y ayuda mutua de naciones y nacionalidades de
la sociedad socialista, ley característica y fuerza motriz de dicha
sociedad. La amistad de los pueblos constituye un nuevo tipo de
relaciones internacionales basadas en la economía y en la democracia
socialistas, en la ideología marxista-leninista del internacionalismo.
Las relaciones entre las naciones de la U.R.S.S. constituyen un
brillante ejemplo de esa amistad, que se ha desarrollado al formarse
las naciones socialistas. Es un resultado normal de la Gran
Revolución Socialista de Octubre, de la edificación del socialismo, de
la consecuente aplicación de la política nacional leninista por parte
del Partido Comunista. La amistad de los pueblos de la U.R.S.S. es
una fuente de la potencia del Estado soviético, acelera el avance de
la sociedad soviética hacia el comunismo. En el transcurso de la
edificación comunista en gran escala, nueva etapa en el
desenvolvimiento de las relaciones nacionales, se produce un ulterior
progreso multilateral de las naciones socialistas y un mayor
acercamiento entre las mismas. Los pueblos de la U.R.S.S. mantienen
una actitud amistosa respecto a los trabajadores de todos los países.
Se desarrolla con singular éxito la colaboración fraternal y la ayuda
recíproca entre los pueblos de los países que constituyen el sistema
socialista mundial.
No figura en el Diccionario marxista de filosofía · 1971
No figura en el Diccionario de filosofía · 1984