4-Deísmo

Deísmo

Diccionario filosófico marxista · 1946:70

Deísmo

(Del latín: “deus”, dios). El deísmo es una teoría que reconoce la
existencia de un dios sólo en calidad de causa primera e impersonal
del mundo. Desde el punto de vista de esta teoría, el mundo está
entregado en lo demás a la acción de las leyes de la Naturaleza. La
patria del deísmo es Inglaterra. En la lucha contra el feudalismo, la
burguesía revolucionaria de los siglos XVII y XVIII exigía el libre
pensamiento y refutaba una serie de dogmas y ceremonias de la iglesia.
En las condiciones imperantes bajo la concepción eclesiástico-feudal
del mundo, con mucha frecuencia, el deísmo fue la forma encubierta del
ateísmo (ver); un modo fácil y cómodo de desembarazarse de la religión
para el materialista, por lo menos. Uno de los primeros deístas de
Inglaterra, Herbert de Cherbury (1581-1648) señaló que la religión fue
creada por los impostores, los frailes. Otro representante del
deísmo, Shaftesbury (1671-1713) demostró convincentemente qua la moral
es independiente de la religión y que ésta impulsa a los hombres hacia
acciones inmorales. Los representantes del deísmo en Francia fueron
durante el siglo XVIII Voltaire y Rousseau, entre otros. Actualmente,
el deísmo sirve de medio sutil para justificar la religión.

Diccionario filosófico abreviado · 1959:118

Deísmo

(del lat. deus: dios). Doctrina que reconoce la existencia de Dios
únicamente como causa primera, impersonal del mundo, pero en lo que al
resto se refiere, admite que el universo está gobernado por leyes
naturales. El deísmo nació en Inglaterra. En lucha contra el
feudalismo, la burguesía revolucionaria de los siglos XVII y XVIII
predicaba el libre pensamiento y repudiaba ciertos ritos y dogmas
religiosos. En la época en que dominaba la ideología feudal y
religiosa, el deísmo era a menudo una forma velada del ateísmo, un
procedimiento cómodo y fácil de librarse de la religión para los
materialistas. Uno de los primeros deístas ingleses, H. Cherbury
(1583-1648), declaraba que la religión no era más que un engaño
inventado por los sacerdotes. El moralista Shaftesbury (1671-1713),
otro representante del deísmo, demostraba que la moral es
independiente de la religión, y que al contrario, esta última impulsa
a los hombres a cometer actos inmorales. En Francia, Voltaire (ver) y
Rousseau (ver) eran deístas. En nuestros días, el deísmo disimula la
tendencia a justificar la religión.

Diccionario filosófico · 1965:108

Deísmo

(del latín: “deus”: dios). Doctrina que admite la existencia de Dios
en calidad de causa primera e impersonal del mundo; desde el punto de
vista del deísmo, el mundo, una vez creado, queda sujeto a la acción
de sus propias leyes. El deísmo surgió en Inglaterra. Su fundador
fue Herbert of Cherbury (1583-1648). Cuando imperaba la concepción
feudal y eclesiástica del mundo, a menudo el deísmo constituía una
forma encubierta de ateísmo, un recurso cómodo y fácil de los
materialistas para desentenderse de la religión. Fueron deístas, en
Francia, Voltaire y Rousseau; en Inglaterra, Locke, Newton, Toland y
el filósofo y moralista Shaftesbury; en Rusia, Radíshchev, I. P.
Pnin, I. F. Ertov, etc. Izaron asimismo la bandera del deísmo,
idealistas (Leibniz, Hume) y dualistas. En la actualidad, tras el
deísmo se encubre la tendencia a justificar la religión.

Diccionario de filosofía · 1984:106

Deísmo

(lat. deus) Doctrina que reconoce la existencia de Dios como causa
primera impersonal del mundo, el cual luego se desarrolla con arreglo
a sus propias leyes. El fundador del deísmo fue H. Cherbury,
filósofo inglés del siglo 17. El deísmo se diferencia del teísmo, que
reconoce el nexo de Dios con el mundo y el hombre, del panteísmo, que
disuelve a Dios en la naturaleza, y del ateísmo, que niega la
existencia misma de Dios. En el contexto de la dominación de la
mundividencia eclesiástica y feudal, el deísmo era a menudo una forma
oculta del ateísmo y un modo cómodo para los materialistas de
desentenderse de la religión. Los representantes del deísmo en
Francia eran Voltaire y Rousseau; en Inglaterra, Locke, Newton, Toland
y Shaftesbury, y en Rusia, Radíschev. Bajo la bandera del deísmo
actuaban también idealistas (Leibniz, Hume) y dualistas. En nuestra
época, el deísmo encubre a menudo el afán de justificar la religión.

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