4-Estoicos

Estoicos

Diccionario filosófico marxista · 1946:106-107

Estoicos

(Del griego: “stóa”, pórtico.) Los estoicos fueron los representantes
de una tendencia filosófica surgida en la Grecia Antigua alrededor del
siglo III antes de nuestra era y que siguió existiendo durante muchos
siglos. La denominación procede del “stóa” griego, el pórtico donde
enseñaba el fundador del estoicismo, Zenón de Citio (alrededor de los
años 336-264 antes de nuestra era). La historia del estoicismo se
divide en tres períodos: el “stóa” antiguo (su más célebre pensador
era Crisipo, años 281-207 antes de nuestra era), el “stóa” medio y el
nuevo. En la época del Imperio Romano, el “stóa” (nuevo), con su
preferencia por la ética y los problemas morales, que le caracteriza,
está representado por Séneca (alrededor de los años 2-65), Epicteto
(alrededor de los años 50-138) y Marco Aurelio (121-180). Los
estoicos dividían la filosofía en lógica, física y ética. En su
lógica desenvolvieron la teoría sensualista (ver: Sensualismo) del
conocimiento. Todos los conocimientos, según esta teoría, son
suministrados por las percepciones sensoriales. El alma, antes de la
experiencia, es una tabla rasa. Las ideas son impresiones de los
objetos en el alma. Las representaciones sensibles son sometidas
después a una reelaboración por la inteligencia: así se forman los
conceptos y los juicios generales. El depositario de todos los
procesos del conocimiento, según la doctrina de los estoicos, es el
alma, que representa un cuerpo de una clase especial, el pneuma (unión
de aire con fuego). En el terreno de la física, los estoicos se
evidencian como materialistas; desenvuelven la teoría de Heráclito
(ver) sobre el fuego. Consideran la Naturaleza como un todo íntegro
material, y al mismo tiempo, racional y vivo, cuyas partes todas se
hallan en movimiento. “El sabio estoico no tiene en cuenta, ni mucho
menos, ‘una vida sin desarrollo vital’, sino una vida absolutamente
móvil, como ya se deriva de su concepción sobre la Naturaleza,
concepción heracliteana, dinámica, en desarrollo y viva” (Marx). El
fuego es al mismo tiempo la razón (el logos), la divinidad. Todo en
el mundo está sujeto a la severa necesidad. La noción de los antiguos
sobre el destino adquiere en los estoicos el carácter de una conexión
causal de las cosas. De la filosofía naturalista de los estoicos se
deriva la regla fundamental del “hombre prudente”: “vivir en
conformidad con la Naturaleza”, es decir, en conformidad con la razón
mundial e individual. El hombre, al someterse a la razón, se
desembaraza de las pasiones y del yugo de las cosas exteriores,
alcanza la impasibilidad (la “apatía”). El hombre libre es feliz y
sólo está sujeto a su propia voluntad. Su felicidad es condicionada,
no por los placeres sensuales, sino por la conciencia de la virtud.
Así como todos los objetos proceden de la sustancia única (el fuego),
así también las inteligencias de los hombres son partículas de la
razón universal. El hombre es ciudadano del universo. El esclavo y
el amo, el noble y el plebeyo, en principio, son iguales. Esta
proclamación de igualdad y la tendencia cosmopolita de los estoicos
fueron la expresión ideológica del comienzo de la desintegración de la
sociedad esclavista.

Diccionario filosófico abreviado · 1959:174-175

Estoicos

Adeptos de una corriente filosófica que floreció en la Grecia antigua
(entre el siglo III a.n.e. y el II de n.e.). Su nombre proviene del
griego, Στοά, pórtico, lugar donde enseñaba el fundador del
estoicismo, Zenón de Citio (aproximadamente 336-264 a.n.e.). La
doctrina de los estoicos es dispar y contradictoria. A pesar de
ciertos elementos positivos, refleja en su conjunto, el período de
disgregación de la sociedad esclavista, la decadencia de la filosofía
griega. Se distinguen tres períodos en la historia del estoicismo: el
antiguo estoicismo, cuyo pensador más eminente fue Crisipo (alrededor
de 280 a 205 a.n.e.), el medio y el nuevo estoicismo. En la época del
Imperio Romano, Séneca (3 a 65), Epicteto (50 a 138) y Marco Aurelio
(121-180) ilustran el nuevo estoicismo que se distingue por su interés
por los problemas morales. Los estoicos dividían la filosofía en
lógica, física y ética. En lógica profesaban el sensualismo, y
afirmaban que las sensaciones constituyen la fuente de todos los
conocimientos. Antes de producirse ninguna experiencia, el alma es
sólo una tabla rasa. Las representaciones son imágenes de las cosas
que se reflejan en el alma. Los datos de los sentidos sufren de
inmediato la acción del pensamiento; es así como se forman las ideas
generales, los juicios. Según los estoicos, todos los procesos del
conocimiento se producen en el alma, que es una substancia de tipo
especial, el “pneuma”, combinación del aire y del fuego. Los estoicos
fundan su física, en lo esencial, en principios materialistas, y
desarrollan la doctrina de Heráclito (ver). Para ellos, la naturaleza
es un todo material, vivo y racional, cuyas partes están en
movimiento. “El sabio estoico”, escribe Marx, “no se representa ‘una
vida sin evolución’, sino una absolutamente cambiante, lo que surge de
su concepción de la naturaleza, que es la de Heráclito, dinámica,
evolutiva, viva” (Marx/Engels, Obras, Ed. alem.). Sin embargo, para
los estoicos la materia era un principio pasivo y Dios, un principio
activo. Todo estaba sometido a una rigurosa necesidad (“destino”) que
interpretaban de una manera fatalista. Sobre esa base construían la
ética. En su lucha contra Epicuro (ver) consideraban que lo esencial
es la virtud y no el goce, y preconizaban la sumisión al destino, la
apatía, el renunciamiento a las alegrías de la vida. Oponían al mundo
cambiante de las cosas, la “estabilidad” de la razón. Propagaban
ideas cosmopolitas. Su ética se prestaba al juego de la ideología de
las clases explotadoras. No es casual que en la época imperialista,
los reaccionarios recurran a la contribución de la moral estoica. El
cristianismo naciente, con su culto de sumisión del hombre a su
“destino”, de su sumisión pasiva a los opresores, etc., debe mucho a
esta doctrina. Marx y Engels hicieron notar que los estoicos
aceptaban las “visiones” y que por esta razón, Epicuro los trataba de
“viejas comadres”, y que los adeptos del neo-platonismo, idealistas
reaccionarios de la sociedad esclavista decadente, habían tomado de
ellos sus “charlatanerías sobre los espíritus”.

Diccionario filosófico · 1965:158

Estoicos

Representantes de una escuela filosófica surgida a fines del siglo IV
a. n. e. sobre la base de la cultura helenística, al difundirse
ideas cosmopolitas e individualistas y al desarrollarse la técnica
sustentada en los conocimientos matemáticos. Los pensadores más
notables de la escuela estoica de los siglos IV y III fueron Zenón y
Crisipo. Los estoicos definían con la siguiente comparación el lugar
y el papel de las ciencias por ellos cultivadas: la lógica es la
cerca; la física, la tierra fértil; la ética, los frutos que esta
tierra da. La tarea principal de la filosofía radica en la ética; el
conocimiento no es más que un medio para adquirir la sabiduría, el
arte de saber vivir. Es necesario vivir conforme a la naturaleza.
Tal es el ideal del auténtico sabio. La felicidad radica en librarse
de las pasiones, en el sosiego del alma, en la indiferencia. En la
vida, todo se halla predeterminado por el destino. A quien así lo
quiere, le lleva el destino tras sí; a quienes se resisten, los
arrastra a la fuerza. Los estoicos eran materialistas en lo tocante a
la concepción de la naturaleza. En el mundo no hay más que cuerpos de
densidad diferente. Es necesario distinguir lo verdadero y la verdad.
En verdad existen sólo cuerpos. Lo verdadero, en cambio, es
incorpóreo y no existe. Lo verdadero es sólo enunciación. En el
estoicismo, el materialismo se combina con el nominalismo. Los
sentidos perciben la realidad como algo singular. La ciencia tiende a
conocer lo general, pero en el mundo lo general como tal no existe.
Los estoicos admitían cuatro categorías 1) substrato (lo que existe);
2) cualidad; 3) estado (por ejemplo, “encontrarse”); 4) estado
relativo (“encontrarse a la derecha de alguna cosa”). En
contraposición a la lógica de los predicados (Aristóteles), los
estoicos crearon la lógica de las proposiciones, que tiene en su base
los juicios condicionales y no los categóricos; los estoicos
establecieron los tipos del nexo de juicios que la lógica moderna
denomina implicación material. Los estoicos más relevantes de las
épocas subsiguientes fueron los discípulos de Crisipo, Zenón de Tarso
y Diógenes de Seleucia; Boezo de Sidón (murió en 119) y Panecio de
Rodas (siglo II a. n. e.). En los primeros siglos de nuestra era,
empezó a desarrollarse el estoicismo en territorio romano, con la
particularidad de que se elaboraban en lo fundamental las ideas
morales y religiosas de la doctrina estoica; entre los estoicos de
esta época hay que incluir a Lucio Anneo Séneca, Musonio Rufo,
Epicteto y el emperador Marco Aurelio.

Diccionario de filosofía · 1984:151-152

Estoicos

Representantes de una doctrina filosófica que surgió a fines del siglo
4 a.n.e. sobre la base de la cultura helenística, en virtud de la
propagación de las ideas cosmopolitas e individualistas y el
desarrollo de la técnica fundado en los conocimientos matemáticos.
Las figuras principales de la escuela estoica de los siglos 4-3 a.n.e.
fueron Zenón y Crisipo. Estos últimos determinaban el lugar y papel
de las ciencias de las que se ocupaban los estoicos valiéndose de la
siguiente comparación: la lógica es la cerca; la física, el suelo
fértil, y la ética, sus frutos. La principal tarea de la filosofía se
contiene en la ética; el conocimiento no es sino un medio necesario
para hacerse sabio y saber vivir. Hay que vivir en consonancia con la
naturaleza. Este es el ideal del verdadero sabio. La felicidad
consiste en librarse de las pasiones, en la tranquilidad de espíritu y
la indiferencia. El destino lo predetermina todo en la vida. Al que
lo quiere, el destino lo lleva consigo, y al que se opone, lo lleva
violentamente. En la comprensión de la naturaleza, los estoicos eran
materialistas, pero su materialismo se engranaba con el nominalismo.
A diferencia de la lógica de los predicados (Aristóteles), los
estoicos crearon la lógica de los enunciados como doctrina de la
formación de los enunciados complejos a partir de los simples y
desarrollaron sobre esta base la teoría proposicional de la
conclusión. Los estoicos establecieron los tipos de conexión de los
juicios, que la lógica moderna llama conjunción, disyunción e
implicación material. En los primeros siglos de nuestra era, el
estoicismo empezó a desarrollarse sobre terreno romano, estudiándose
principalmente las ideas morales y religiosas de la doctrina ética
(Séneca, Epicteto, Marco Aurelio).

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