5-Fetichismo

Fetichismo

Diccionario filosófico marxista · 1946:113

Fetichismo

(Del latín: “facticino”, de “facere”, hacer). Fetichismo significa la
divinización de diversas cosas y objetos (fetiches), atribuyéndoles
fuerzas misteriosas, sobrenaturales, inasequibles para la comprensión
humana. En la fase primera, inferior, del desarrollo religioso, el
fetiche (el ídolo) era un objeto de adoración para los creyentes. Sin
embargo, ninguna religión, de una u otra manera, es ajena al
fetichismo, a la divinización grosera de los cosas. Bajo el
capitalismo se atribuye a la mercancía, al dinero y al capital, como
objetos materiales, ciertas propiedades (por ejemplo, la propiedad de
trocarse y de crear ganancia para el capitalista) que en realidad no
son sus propiedades naturales, sino expresión de las relaciones
capitalistas de producción. Bajo el capitalismo, “la relación entre
las personas se manifiesta… como una relación entre cosas”
(Engels). Con ello se ha creado el fetichismo mercantil que
desaparece bajo el socialismo.

Diccionario de filosofía y sociología marxista · 1959:34-35

Fetichismo

Deificación de distintas cosas y objetos (fetiches), atribuyéndoles
una fuerza oculta y sobrenatural, inasequible a la comprensión humana.
En la etapa primera, inferior, del desarrollo religioso, el fetiche
(el ídolo) era objeto de adoración por los creyentes. Empero, toda
religión, de una u otra manera, no es extraña al fetichismo o grosera
deificación de las cosas.

Bajo el capitalismo, se atribuyen a la mercadería, al dinero y al
capital, como objetos materiales, ciertas propiedades (por ejemplo, la
propiedad de ser cambiables y crear la ganancia al capitalista) que,
en realidad, no son sus propiedades naturales, sino la expresión de
las relaciones capitalistas de producción. Bajo el capitalismo, “las
relaciones entre personas se manifiestan… como relaciones entre
cosas” (Engels). Con ello se crea el fetichismo de la mercadería, que
desaparece bajo el socialismo.

Diccionario filosófico abreviado · 1959:184

Fetichismo

Tendencia a divinizar ciertos objetos, a atribuirles un poder
sobrenatural, místico, ininteligible para los hombres. En las
religiones primitivas, el fetiche (ídolo) era objeto de culto. La
grosera divinización de las cosas es común a todas las religiones
(adoración de iconos, etc.) (Ver igualmente Fetichismo de la
mercancía).

Diccionario filosófico · 1965:172

Fetichismo

(del portugués «feitiço»: artificial, fabricado). Veneración de
objetos y fenómenos de la naturaleza; es una de las formas tempranas
de la religión de la sociedad primitiva. El término «fetichismo» fue
propuesto por el historiador y lingüista francés Charles de Brosses
(1760). Al no conocer la esencia de los objetos materiales, el hombre
les atribuía propiedades sobrenaturales, creía que dichos objetos
(fetiches) daban satisfacción a sus necesidades. El fetichismo se
halla relacionado con el totemismo y con la magia. Forma parte de
muchas religiones modernas (adoración de iconos, de la cruz)
(Fetichismo de la mercancía).

Diccionario de filosofía · 1984:166

Fetichismo

(portugués feitiço: magia): relación social (económica, ideológica,
etc.) y la concepción, correspondiente a ella, que atribuye a las
cosas de por sí cualidades específicamente sociales y toma por algo
natural las propiedades creadas por la cultura humana. El
materialismo metafísico veía en el fetichismo tan sólo una
consecuencia del engaño, etc. En cambio, el marxismo puso de relieve
el contenido objetivo del fetichismo. La forma históricamente inicial
del fetichismo fue engendrada por el nivel bajo en extremo de la
cultura del hombre primitivo y se expresaba en atribuir a los
objetos-fetiches una capacidad mágica de influir premeditadamente
sobre la vida del mismo (Magia, Totemismo). Elementos del fetichismo
se han conservado en casi todas las religiones de nuestra época. La
producción mercantil, sobre todo la capitalista, introduce el
fetichismo en la práctica diaria. Su forma elemental es el carácter
fetichista de la mercancía, su personificación y, a la vez, la
cosificación de los productores de mercancías. Las relaciones de
estos últimos no les parecen relaciones directamente sociales entre
las personas mismas en su trabajo, sino relaciones de cosas entre los
individuos y relaciones sociales entre las cosas. El fetichismo se
manifiesta en el culto al dinero y al oro, en la atribución al capital
de la capacidad de autocrecimiento independiente del trabajo, en una
adoración fanática de los símbolos de poder y las instituciones
políticas y en dotar de influencia mágica a las representaciones y
consignas ideológicas. En todos estos casos, los resultados
(materiales o espirituales) de la actividad humana reciben una
independencia mística y un poder sobre los individuos. Las raíces del
fetichismo radican en la tergiversación objetiva y en volcar las
relaciones entre el sujeto y el objeto, en la enajenación y la
cosificación de las relaciones sociales, es decir, en reducir al
hombre hasta el nivel de cosa o de ejecutor de funciones de ésta. En
el curso de edificación del socialismo y el comunismo se superan todas
las fuentes y formas del fetichismo y se afianzan las relaciones entre
los hombres como personalidades.

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