2-Formalismo

Formalismo

No figura en el Diccionario filosófico marxista · 1946

No figura en el Diccionario filosófico abreviado · 1959

Diccionario filosófico · 1965:192-193

Formalismo

(del latín «forma»). 1. Denominación generalizada del método
antirrealista; abarca numerosas corrientes y escuelas en el arte y la
estética de la sociedad burguesa de la época imperialista
(abstraccionismo, cubismo, surrealismo, dadaísmo, purismo,
primitivismo, fauvismo, tachismo, etc.). Todas estas corrientes, pese
a que presentan ciertas diferencias entre sí, poseen rasgos
característicos comunes: contraposición entre arte y realidad,
escisión entre forma artística y contenido ideológico, proclamación de
la autonomía y del primado de la forma en las obras de arte. El
formalismo parte de la concepción idealista del goce estético, que se
presenta como al margen de las ideas sociales, de los esenciales
intereses vitales, del ideal estético y social, y, por ende, como
dependiente por entero del «juego de las formas puras». Por lo común,
sin embargo, el formalismo revela, en la práctica, que el contenido de
sus obras se halla en completa dependencia de la ideología burguesa.
Al mismo tiempo, el separar del contenido la forma lleva
inevitablemente a la destrucción del arte, aunque ello se presente
bajo el rótulo de «creación formal». El P.C.U.S. siempre ha luchado
contra el formalismo como fenómeno hostil al arte socialista.

  1. En matemática, es una corriente que aspira a resolver los
    problemas de la fundamentación de esta ciencia recurriendo a
    construcciones formalmente axiomáticas. El formalismo surgió a
    comienzos del siglo XX (matemático alemán David Hilbert y sus
    colaboradores W. Ackermann, P. Bernays, Johannson Neumann). En
    contraposición al intuicionismo, Hilbert busca la salida de la crisis
    de los fundamentos de la matemática, en el método axiomático
    formalizado de rigurosa elaboración. Interpreta la veracidad de la
    teoría obtenida por dicho método como lo no contradictorio a la misma.
    Así reduce la veracidad de la matemática a su nocontradicción y
    procura demostrar esta última en la propia matemática. No obstante,
    dicha tentativa está en contradicción con los resultados de la
    matemática moderna (segundo teorema de Gödel). También desde el punto
    de vista filosófico, el formalismo es inconsistente, dado que, en
    última instancia, la teoría matemática, como cualquier otra teoría,
    encuentra su fundamentación en la práctica, en la concordancia con el
    objeto. Ahora bien, intentar inferir –como hace Hilbert respecto a la
    matemática– la veracidad de una teoría partiendo de la conformidad
    interna de los pensamientos, significa defender de uno u otro modo las
    posiciones del idealismo. Esto no excluye que los representantes del
    formalismo hayan alcanzado resultados positivos en la teoría de las
    demostraciones matemáticas.

Diccionario de filosofía · 1984:184-185

Formalismo

  1. Método artístico basado en la absolutización y estetización de la
    forma en el arte; es opuesto al realismo. Surgió a fines del siglo 19
    y comienzos del 20, unificando numerosas corrientes y escuelas del
    arte (futurismo, cubismo, abstraccionismo, surrealismo, expresionismo,
    etc.). Pese a unas u otras diferencias, todas estas corrientes tienen
    rasgos comunes: contraposición del arte y la realidad, separación de
    la forma artística del contenido ideológico, proclamación de la
    autonomía y la prioridad de la forma en la obra de arte. El
    formalismo arranca de la falsa tesis de que la actividad artística no
    está sujeta al control de la razón y de la comprensión idealista de
    que el placer estético está supuestamente exento de la influencia de
    las ideas sociales, los sustanciales intereses vitales y el ideal
    estético y social. Aunque en unas u otras corrientes del formalismo
    se expresa la protesta contra la monstruosidad de la sociedad
    capitalista, la práctica del formalismo muestra generalmente que el
    contenido de la mayoría de sus obras depende de la ideología burguesa
    y pequeñoburguesa, o la negativa rotunda a transmitir cualquier
    contenido (arte indefinido: abstraccionismo, tashismo, etc.). El
    hecho de que la forma del arte se separe del contenido conduce
    inminentemente a la destrucción de la forma, aunque ello se haga pasar
    por “creación de formas” (Contenido y forma). El formalismo refleja
    la crisis de la cultura y el arte burgueses en la época del
    imperialismo y, en sus modalidades extremas (“pop-art”, “op-art”,
    etc.) es hostil a la naturaleza del arte en general.
  2. Corriente en las matemáticas, que trata de resolver los problemas
    de la base de esta ciencia con ayuda de las construcciones axiomáticas
    formales. El formalismo surgió a comienzos del siglo 20.
    Contrariamente al intuicionismo, Hilbert busca la salida de la crisis
    de las bases de las matemáticas en un método axiomático formalizado
    rigurosamente elaborado. 3. En ética, principio en que se asientan
    las teorías éticas en las que los aspectos lógicos formales de
    investigación prevalecen de una u otra manera sobre el análisis del
    contenido y la naturaleza social de la moral. Este rasgo es típico,
    por ejemplo, de la ética de Kant, que consideraba que de un postulado
    incondicional (imperativo categórico), de carácter abstracto formal,
    pueden ser deducidos todos los principios y soluciones morales
    substanciales, aplicadas a las distintas condiciones sociales y
    situaciones de vida. Pero en realidad la fórmula de este imperativo
    –procede de modo que la regla de tu conducta pueda ser al mismo tiempo
    una ley para todos los hombres– sólo puede tener un sentido
    metodológico como criterio de referencia de una u otra posición a la
    moral propiamente, pues cada sistema suficientemente consecuente de la
    moralidad se somete al requisito de la universalidad. El formalismo
    en ética es una de las orientaciones principales de la filosofía
    burguesa moderna de la moral. En este campo, el formalismo tiene un
    sentido un tanto distinto: se considera que la tarea de la ética
    consiste en investigar tan sólo el aspecto gnoseológico y la forma
    lógica de las representaciones morales, mientras que su contenido
    concreto se escapa de la esfera del análisis (Intuitivismo en ética,
    Positivismo lógico en ética, Análisis lingüístico en ética). Esta
    comprensión del objeto de la ética no lleva sólo a la reducción
    ilícita de sus tareas, sino también a una serie de conclusiones
    científicamente inconsistentes. La ética filosófica (metaética) es
    opuesta a la ética normativa; la ciencia, a la mentalidad moral; los
    hechos y su conocimiento, a los valores (juicios morales). Los
    formalistas excluyen del número de tareas de la ética el estudio de
    los problemas morales, proclamando que su solución con los medios de
    la teoría es imposible y, en fin de cuentas, irracional. Esto priva a
    la ética de contenido social e importancia conceptual y la desvía de
    la solución de los problemas ideológicos y prácticos de nuestra época.
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