4-Idea

Idea

Diccionario filosófico marxista · 1946:146-147

Idea

(Del griego: “idea” – forma, apariencia; de “ideín” – ver). La idea
es el reflejo de la realidad en la conciencia humana que caracteriza
la relación de los hombres con el mundo que los circunda; sus
percepciones acerca de ese mundo. Cualquier idea está siempre
determinada por el carácter del régimen social y por las condiciones
materiales de la vida de los hombres. En la sociedad dividida en
clases, las ideas tienen siempre un carácter de clase y sirven como
expresión ideológica de los intereses materiales de las clases
sociales. La afirmación idealista acerca de la existencia de ideas
eternas, inmutables, acerca de la independencia de las ideas respecto
a la realidad, no es científica; es falsa. La doctrina sobre las
ideas eternas, al margen de las clases, sólo encubre la aspiración de
las clases explotadoras al dominio eterno sobre las clases oprimidas.
El marxismo-leninismo enseña que las ideas tienen una enorme
importancia en la historia de la humanidad. Hay ideas que desempeñan
un papel negativo y reaccionario, y las hay que desempeñan un papel
positivo y revolucionario. Hay ideas que defienden a la sociedad
caduca, al régimen y a las clases agonizantes, ideas que ya no
responden más a las exigencias materiales del desarrollo social; éstas
son las reaccionarias que frenan la marcha progresiva de la sociedad.
En cambio, las ideas que están dirigidas contra el viejo régimen
caduco, que expresan las nuevas exigencias de la sociedad, desempeñan
un papel progresista y revolucionario. “Las nuevas ideas y teorías
sociales sólo surgen después que el desarrollo de la vida material de
la sociedad plantea a éstas nuevas tareas. Pero después de surgir se
convierten en una fuerza importante, que facilita la ejecución de
estas nuevas tareas planteadas por el desarrollo de la vida material
de la sociedad, que facilita los progresos de ésta. Es aquí,
precisamente, donde se acusa la formidable importancia organizadora,
movilizadora y transformadora de las nuevas ideas, de las nuevas
teorías y de las nuevas concepciones políticas, de las nuevas
instituciones políticas. Por eso, las nuevas ideas y teorías sociales
surgen en rigor, porque son necesarias para la sociedad, porque sin su
labor organizadora, movilizadora y transformadora sería imposible
llevar a cabo las tareas que plantea el desarrollo de la vida material
de la sociedad y que están ya en sazón de ser cumplidas” (Stalin).

Diccionario filosófico abreviado · 1959:244-245

Idea

(del griego, ἰδέα: imagen.) Reflejo de la realidad en la conciencia,
que traduce el comportamiento de los hombres hacia el mundo que los
rodea. Las ideas se hallan siempre determinadas por el carácter del
régimen social, las condiciones de la vida material de los hombres.
Es preciso buscar la substancia de las ideas no en ellas mismas, sino
en la estructura económica de la sociedad, en las condiciones de la
vida material de la sociedad, en la existencia social que ellas
reflejan.

En la sociedad de clases, las ideas tienen siempre un carácter de
clase: son la expresión de los intereses materiales de las clases
sociales. Las afirmaciones idealistas sobre la existencia de ideas
eternas e inmutables, independientes del mundo real, son
anticientíficas y falsas. La propaganda relativa a las ideas eternas,
independientes de las clases, sólo sirve para disimular la tendencia
de las clases explotadoras a perpetuar su predominio sobre las clases
oprimidas. El marxismo-leninismo pone de relieve el alcance inmenso
de las ideas en la historia humana, las cuales pueden desempeñar tanto
un papel negativo y reaccionario como un papel positivo y
revolucionario. Cuando asumen la defensa de un régimen social
agonizante o de las clases moribundas, cuando no corresponden a las
necesidades materiales del desarrollo social, las ideas son
reaccionarias y retardan el progreso. Ejemplo: las ideas de la
burguesía moderna. Por el contrario, cuando están dirigidas contra el
régimen antiguo, en vías de perecer, cuando expresan las necesidades
nuevas de la sociedad, aparecidas en el curso de su desarrollo
histórico, su papel es progresivo, revolucionario. Tales las ideas
del comunismo. “Las nuevas ideas y teorías sociales, sólo surgen
después que el desarrollo de la vida material de la sociedad plantea a
ésta nuevas tareas. Pero después de surgir, se convierten en una
fuerza importante, que facilita la ejecución de estas nuevas tareas
planteadas por el desarrollo de la vida material de la sociedad, que
facilita los progresos de ésta. Es aquí, precisamente, donde se
revela la formidable importancia organizadora y transformadora de las
nuevas ideas, de las nuevas instituciones políticas. Por eso, las
nuevas ideas y teorías sociales surgen en rigor, porque son necesarias
para la sociedad, porque sin su labor organizadora, movilizadora y
transformadora sería imposible llevar a cabo las tareas que plantea el
desarrollo de la vida material de la sociedad y que están ya en sazón
de ser cumplidas”. (Stalin, “Sobre el materialismo dialéctico…”, en
Cuestiones del leninismo, pp. 648 y 649, Ed. esp., Moscú, 1941).

Diccionario filosófico · 1965:227

Idea

(del griego ἰδέα: literalmente, “lo que se ve”, forma, imagen).
Término filosófico que designa “sentido”, “significación”, “esencia” y
se halla estrechamente vinculado a las categorías del pensar y del
ser. En la historia de la filosofía, la categoría de “idea” se usa en
distintos sentidos. Cuando la idea se examina sólo como existente en
la conciencia, designa: 1) imagen sensorial, surgida en la conciencia
como reflejo de los objetos percibidos (Realismo ingenuo); 2)
“sentido” o “esencia” de las cosas reducibles a sensaciones e
impresiones del sujeto o a un principio creador que engendra el mundo
(Idealismo subjetivo). En algunos sistemas filosóficos, la idea
designaba también un principio materialista (así, Demócrito denominaba
“ideas” a sus átomos). En los sistemas del idealismo objetivo, la
idea se considera cómo esencia objetivamente existente de todas las
cosas (Idea objetiva). En Hegel, por ejemplo, la idea –sentido y
creador de todas las cosas–, al desarrollarse de un modo puramente
lógico, pasa por los estadios objetivo, subjetivo y absoluto. La
resolución del problema concerniente a la idea depende de que se
plantee acertadamente el de la relación entre el pensar y el ser.
Sólo en el materialismo dialéctico este problema se halla elaborado
con un criterio consecuentemente científico; en él, la idea se
considera como reflejo de la realidad objetiva. Al mismo tiempo se
subraya el influjo inverso de la idea sobre el desarrollo de la
realidad material con vistas a la transformación de la misma. También
se entiende por idea una de las formas o procedimientos de la
cognición, forma o procedimiento cuyo sentido estriba en formular un
principio teórico generalizado que explique la esencia, la ley de los
fenómenos. Tales son, por ejemplo, las ideas sobre la materialidad
del mundo, sobre el carácter doble (corpuscular y ondulatorio) de la
substancia y del campo.

Diccionario de filosofía · 1984:217

Idea

(gr. idea: literalmente “lo que se ve”, imagen.) Término filosófico
que designa el “sentido”, la “significación”, la “esencia” y está
vinculado estrechamente con las categorías de pensamiento y ser. En
la historia de la filosofía, la categoría “idea” se emplea en
distintos sentidos. Al considerarse únicamente como existente en la
conciencia, la idea significa: 1) la imagen sensorial que surge en la
conciencia como reflejo de los objetos sensibles (Realismo ingenuo);
2) el “sentido” o “esencia” de las cosas que se reducen a las
sensaciones e impresiones del sujeto o al principio creador que da
origen al mundo (Idealismo subjetivo). En algunos sistemas
filosóficos, la idea designaba también un principio materialista (por
ejemplo, Demócrito llama “ideas” a sus átomos). En los sistemas del
idealismo objetivo, la idea se considera como esencia objetivamente
existente de todas las cosas (Idea objetiva). En Hegel, por ejemplo,
la idea es el sentido y el creador de todas las cosas, que se
desarrolla de modo puramente lógico y atraviesa las fases objetiva,
subjetiva y absoluta. La solución del problema de la idea depende del
planteamiento correcto del problema de la relación del pensamiento
respecto al ser. Este problema está elaborado de modo
consecuentemente científico sólo en el materialismo dialéctico, que
enfoca la idea como reflejo de la realidad objetiva. Al mismo tiempo,
se subraya también la influencia inversa de la idea sobre el
desarrollo de la realidad material con el fin de su transformación.
Se entiende por idea asimismo una de las formas del conocimiento, cuyo
sentido estriba en formular el principio teórico sintetizado que
explica la esencia, la ley de los fenómenos. Tales son, por ejemplo,
las ideas de la materialidad del mundo, etc.

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