2-Ideal, Lo

Lo ideal

No figura en el Diccionario filosófico marxista · 1946

No figura en el Diccionario filosófico abreviado · 1959

Diccionario filosófico · 1965:228

Lo ideal

(del griego ἰδέα: forma, imagen, idea). Característica de la
conciencia humana; se basa en la contraposición gnoseológica de la
conciencia a lo material, a la materia. La conciencia es ideal pues
constituye el reflejo del mundo material en imágenes subjetivas, en
conceptos, en ideas. La significación y el sentido de las imágenes y
de los recursos de lenguaje, con cuya ayuda se produce el reflejo
ideal de la realidad, no es algo material, pese a que la conciencia
sólo funciona con ayuda de determinados recursos y procesos materiales
(actividad práctica de la sociedad, fisiología del sistema nervioso
central, recursos señalizadores de la comunicación por medio del
lenguaje, etc.). Operando no con las cosas mismas, sino tan sólo con
sus imágenes, con sus significaciones y sentido, que aparecen en
calidad de “sustitutos” de las cosas, en calidad de sus modelos, la
conciencia puede reflejar la esencia de las cosas reales, puede
investigar las leyes objetivas y, basándose en ellas, establecer
proyectos de lo futuro, de lo aún no existente. La conciencia puede
también crear representaciones y conceptos ilusorios que tergiversen
la realidad objetiva. Este es el motivo de que el conocimiento
científico contraponga y compare siempre lo que se sabe de los objetos
con los objetos mismos, aclarando así con qué exactitud y plenitud se
refleja la esencia objetiva de las cosas y fenómenos en el
conocimiento, o dicho con otras palabras: hasta qué punto nuestro
conocimiento es verdadero.

Diccionario de filosofía · 1984:218-219

Lo ideal

Imagen subjetiva de la realidad objetiva, que surge en la actividad
racional del hombre; “lo ideal no es más que lo material transpuesto y
traducido en la cabeza del hombre” (C. Marx y F. Engels, t. 23, p.
21). Antes de Marx, la filosofía materialista consideraba a las cosas
como algo externo y opuesto al sujeto en forma de objeto de la
contemplación y no de la actividad. De ordinario, los idealistas
subrayaban el carácter suprasensorial de lo activo, considerando lo
ideal como manifestación de una substancia inmaterial específica: la
“Razón Universal”, etc. Con la particularidad de que absolutizaban el
papel que lo ideal desempeña en la actividad humana, viendo en él el
punto de partida, el principio universal de esta última (idealismo
clásico alemán). Desde el punto de vista de la filosofía marxista lo
ideal son formas (imágenes) del ser, que no depende del hombre, y todo
el conjunto de las significaciones sociales de ellas, significaciones
que constituyen las finalidades y los motivos de la actividad
consciente del hombre. Estas imágenes, además de reflejar los objetos
y fenómenos realmente existentes, llevan la impronta de las relaciones
de los individuos, los hábitos y modos de su actividad y comunicación.
La conciencia, aunque funciona únicamente con ayuda de determinados
medios y procesos materiales (actividad práctica de la sociedad,
fisiología del sistema nervioso central, medios signalizadores de la
comunicación idiomática, etc.), no se reduce a ninguno de ellos. Al
operar no con las cosas realmente existentes, sino con sus imágenes y
con sus significaciones y sentido lingüísticos, que intervienen como
“sustitutos” de las cosas, como modelos, lo ideal es capaz de
investigar las leyes objetivas y, sobre su base, crear los proyectos
del futuro. Puede también crear representaciones ilusorias que
deforman la realidad objetiva. Por eso, en el proceso de la actividad
se confrontan constantemente las imágenes de las cosas con las cosas
mismas y se aclara cuán exacta y plenamente se refleja en dichas
imágenes la esencia objetiva de dichas cosas. Lo ideal son imágenes
creadas por la historia de la humanidad y con cuya ayuda el mundo no
sólo se concibe, sino también se transforma.

Comparte este artículo