4-Idealismo “físico”

Idealismo “físico”

Diccionario filosófico marxista · 1946:150

Idealismo “físico”

El idealismo “físico” es “el idealismo de cierta escuela de físicos de
fines del siglo XIX y de principios del XX” (Lenin). El idealismo
físico apareció a raíz de la crisis de las ciencias naturales,
particularmente de la física. “La esencia de la crisis de la física
contemporánea, escribía Lenin, radica en la destrucción de las viejas
leyes y de los principios fundamentales, en el rechazo de la realidad
objetiva existente fuera de la conciencia, es decir, en el reemplazo
del materialismo por el idealismo y el agnosticismo”. De los enormes
adelantos de la física, particularmente del descubrimiento de los
electrones en la constitución de la materia, los naturalistas, que no
poseían el método dialéctico, sacaron la conclusión completamente
falsa, de que estos adelantos y descubrimientos conducen a la
bancarrota de la concepción materialista del mundo. El idealismo
físico se identificó con el machismo y las demás formas del idealismo
subjetivo en filosofía. El idealismo físico es, pues, la forma del
idealismo subjetivo nacida como resultado de la falsa interpretación
filosófica, por una parte de los naturalistas, de los descubrimientos
más recientes de la física. En Materialismo y Empiriocriticismo Lenin
probó que los progresos de las ciencias naturales demuestran la
justeza, no de la concepción idealista, sino de la concepción
materialista dialéctica del mundo.

Diccionario filosófico abreviado · 1959:247-248

Idealismo “físico”

Término empleado por primera vez por Lenin en su libro Materialismo y
empiriocriticismo (ver). El idealismo “físico” fue engendrado por la
crisis de la física que comenzó a fines del siglo XIX como
consecuencia de nuevos descubrimientos científicos; pero tenía
igualmente raíces de clase. Surgió en la época del imperialismo, vale
decir según la expresión de Lenin, en la época de la reacción “en toda
la línea”. Fue una de las manifestaciones de esta reacción en las
ciencias de la naturaleza, una expresión de la lucha de los filósofos
burgueses y de los físicos idealistas contra la ciencia y la filosofía
materialistas, para la defensa del idealismo, del fideísmo, para la
reconciliación de la ciencia y de la religión. Frente a los progresos
prodigiosos realizados por la física –el descubrimiento de la
radioactividad y la creación de la teoría electrónica– ciertos
naturalistas metafísicos, bajo la influencia del idealismo extrajeron
una conclusión absolutamente falsa, o sea, que esos progresos
señalaban el hundimiento de la concepción materialista del mundo. “La
materia ha desaparecido”, tal es el principio fundamental del
idealismo “físico”. La crisis se reduce pues, a la negación del hecho
de que las nociones físicas reflejan la materia, la realidad objetiva.
Ahora bien, los nuevos descubrimientos habían destruido las
concepciones metafísicas sobre la materia, y habían confirmado el
materialismo dialéctico; pero como esos sabios ignoraban el
materialismo dialéctico se lanzaron a negar el materialismo en
general. La “materia desaparece” quiere decir que desaparece el
límite hasta donde conocemos la materia, quiere decir que nuestro
conocimiento se profundiza. Ciertas propiedades de la materia que se
nos aparecían antes como absolutas, inmutables, primordiales
(impenetrabilidad, inercia, masa, etc.) desaparecen y son reconocidas
ahora como relativas, inherentes únicamente a ciertos estados de la
materia. “Porque la única ‘propiedad’ de la materia con cuya admisión
está ligado el materialismo filosófico, es la propiedad de ser una
realidad objetiva, la de existir fuera de nuestra conciencia” (Lenin,
Materialismo y empiriocriticismo, p. 290, Ediciones Pueblos Unidos,
Montevideo, 1948).

Lenin mostró que el descubrimiento de la estructura compleja del
átomo, su carácter inagotable, la negación por parte de la física
moderna de las propiedades atribuidas otrora a la materia tales como
la impenetrabilidad, la independencia de la masa con relación al
movimiento, etc., constituyen la más bella ilustración del acierto del
materialismo dialéctico. El carácter inagotable del átomo y la
variabilidad de todas las formas de la materia y de su movimiento han
sido siempre el punto de partida del materialismo dialéctico.

Después de haber analizado la esencia del idealismo “físico” y de la
crisis de la física, Lenin puso al desnudo las causas de esta crisis.
En la física moderna, las matemáticas desempeñan un papel enorme, y
los datos de la ciencia se ven sometidos a cálculos matemáticos. Este
aspecto positivo del progreso de la ciencia es utilizado por los
reaccionarios para reducir el mundo objetivo a fórmulas matemáticas,
para extraer la falsa conclusión de que no hay realidad objetiva, de
que no hay materia detrás de las ecuaciones matemáticas. Tal es la
primera causa de la crisis. Otra causa reside en el principio del
relativismo, de la relatividad de los conocimientos humanos, principio
que conducirá infaliblemente al idealismo si se ignora la dialéctica.
En realidad, la relatividad de nuestros conocimientos, inevitable en
razón de que todo el progreso de la ciencia se halla condicionado
históricamente, significa únicamente que no hay que erigir en absoluta
cada verdad obtenida; que con el progreso de la ciencia y de la
producción, las verdades científicas son cada vez más precisas, se
perfeccionan, se profundizan, y todo lo caduco, lo que no se confirma,
es rechazado. Los idealistas erigen en absoluta la relatividad
ineluctable de los conocimientos, y se sirven de ello para negar la
verdad objetiva, el mundo exterior reflejado por el conocimiento
humano. En su crítica al relativismo filosófico de los idealistas
“físicos”, Lenin resolvió el problema de la relación entre la verdad
relativa y la verdad absoluta, y mostró que la verdad absoluta es la
suma de las verdades relativas. (ver Verdad absoluta y verdad
relativa).

El idealismo “físico” constituye una forma del idealismo subjetivo,
que resulta de una falsa interpretación filosófica de los nuevos
descubrimientos, por parte de ciertos físicos. Actualmente, el
idealismo “físico” se halla ampliamente extendido en los países
capitalistas. Los filósofos burgueses reaccionarios y algunos físicos
interpretan en un sentido idealista la mecánica de los cuantos, la
teoría de la relatividad, etc. Los maravillosos descubrimientos de la
ciencia tales como la mutabilidad de las diversas partículas
materiales (fotones en electrones y en positrones, e inversamente) son
utilizados para difundir la teoría idealista de la desaparición de la
materia, del nacimiento de la materia a partir de la energía “pura”,
etc. La teoría de la relatividad sirve de pretexto para afirmar que
el espacio y el tiempo no son formas objetivas del ser. Hoy,
cualquier descubrimiento de la ciencia es explotado por los filósofos
reaccionarios para negar la causalidad y la necesidad objetivas, para
proclamar el “libre albedrío” del electrón, etc. No obstante, se
observa también que aumenta el número de investigadores progresistas
que luchan contra el idealismo “físico” y que consideran el
materialismo dialéctico como la única base filosófica del estudio
verdaderamente científico. Paul Langevin fue un brillante
representante de ese grupo de sabios entre los cuales se cuenta a
Irene y Federico Joliot-Curie en Francia, Blackett y Bernal en
Inglaterra, y otros más. Lenin señaló a los sabios la salida de la
crisis de la física. Y ella reside en la adopción de las posiciones
del materialismo dialéctico. Los físicos soviéticos luchan contra el
idealismo “físico” predicado por los filósofos burgueses reaccionarios
y también contra las supervivencias del idealismo “físico” en la
ciencia soviética.

Diccionario filosófico · 1965:230

Idealismo físico

Denominación de las concepciones idealistas subjetivas de una de las
escuelas de la nueva física; el termino fue introducido por Lenin en
el libro Materialismo y empiriocriticismo. La quiebra total de los
conceptos físicos anteriores, debida a los descubrimientos de fines
del siglo XIX y comienzos del XX (Radiactividad, Teoría de la
relatividad) provocó la crisis de la física al situar en el primer
plano del desarrollo de dicha ciencia dos momentos: el de su
matematización y el principio de la relatividad de los conocimientos.
Como puso de relieve Lenin, esos problemas condujeron al idealismo
físico a los científicos que, en virtud de su posición social, no
conocían el materialismo dialéctico. En primer lugar, el hundimiento
de la evidencia sensorial de los objetos más sencillos de la física y
su descripción en un lenguaje matemático abstracto llevaban a la
conclusión errónea de que “la materia ha desaparecido” y de que
quedaban únicamente ecuaciones. En segundo lugar, la quiebra radical
de las representaciones habituales llevaba, si se desconocía la
dialéctica de la verdad absoluta y de la verdad relativa, a la
afirmación de la “relatividad absoluta de nuestros conocimientos”, a
la negación de la verdad objetiva, en último término, al idealismo y
al agnosticismo. El idealismo físico actual intenta explicar las
particularidades de la nueva física por las propiedades del sujeto
(del observador), quien describe el mundo recurriendo a la matemática
“apriorística” y a las indicaciones de los instrumentos. Esta
explicación, en último término, se basa en el denominado principio de
observabilidad, según el cual la teoría no ha de contener nada que no
corresponda a la experiencia sensorial inmediata del sujeto. El
resultado es que el idealismo físico niega el carácter objetivo del
conocimiento y con ello frena el avance de la ciencia. Sin embargo,
el propio desarrollo científico rechaza al idealismo físico y confirma
la necesidad de unir la física con la filosofía del materialismo
dialéctico.

Diccionario de filosofía · 1984:220

Idealismo físico

Término que usa Lenin en su libro Materialismo y empiriocriticismo
para designar varias concepciones idealistas subjetivas que especulan
con las realizaciones de la física nueva. La brusca ruptura de los
viejos conceptos físicos, asociada a los descubrimientos de fines del
siglo 19 y comienzos del 20 (Teoría de la relatividad), iba acompañada
de una crisis en la física y promovió a primer plano dos elementos en
el desarrollo de esta ciencia: su matematización y el principio de la
relatividad de los conocimientos. La comprensión falsa de estos
procesos contribuía a que pasaran al idealismo físico aquellos
científicos que no tenían un amplio enfoque conceptual de los nuevos
fenómenos, no podían sintetizar las regularidades del progreso
histórico del saber científico y, en virtud de su posición
sociopolítica, no reconocían, en particular, el materialismo
dialéctico. La imposibilidad de describir los objetos sencillos de la
física valiéndose del lenguaje matemático abstracto llevaba a la
conclusión errónea de que “la materia ha desaparecido” y sólo se
quedan las ecuaciones. El desmoronamiento radical de las
representaciones habituales, desconociéndose la dialéctica de la
verdad absoluta y relativa, conducía a la afirmación sobre la
“relatividad” de nuestros conocimientos, a la negación de la verdad
objetiva y, en última instancia, al idealismo y agnosticismo. El
idealismo físico niega la objetividad del conocimiento y frena con
ello el desarrollo de la ciencia.

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