3-Imaginación

Imaginación

No figura en el Diccionario filosófico marxista · 1946

Diccionario filosófico abreviado · 1959:252-253

Imaginación

Reflejo original de la realidad objetiva en la conciencia,
representación figurada de los fenómenos reales o irreales. Toda
representación por más fantástica que sea, lejos de ser un producto
puramente subjetivo de la conciencia humana, está basada, en último
análisis, en el reflejo de la realidad objetiva. Es importante
distinguir entre la imaginación estéril, fundada en una falsa
concepción de la realidad, y la imaginación fecunda, fundada en un
firme conocimiento de los hechos. La imaginación fecunda desempeña
una gran papel en todos los dominios de la actividad intelectual, y
constituye condición indispensable en toda obra creadora. “La
generalización más simple”, dice Lenin, “una idea general de las más
elementales (la ‘mesa’ en general) encierra cierta porción de
imaginación” (Cuadernos filosóficos, Ed. rusa). La imaginación, que
es una de las fuentes de la creación artística, es igualmente
indispensable en la actividad científica. “…Sería absurdo”,
escribía Lenin, “negar el papel de la imaginación aun en la más
rigurosa de las ciencias…” (Ibid.) Y Lenin señala que aun en las
matemáticas, sin imaginación no habrían sido descubiertos jamás el
cálculo diferencial y el integral. Lenin apreciaba en alto grado las
reflexiones de Pisarev acerca de los “sueños útiles que impulsan el
trabajo” en oposición a las “ensoñaciones hueras”. El papel de las
hipótesis científicas es conocido por todos. Ahora bien, toda
hipótesis se halla ligada a la imaginación. La importancia de la
imaginación no es menor en el dominio de la técnica. Muchas
invenciones notables han sido previstas y esbozadas en relatos
literarios mucho antes de que fueran realizadas.

La imaginación es fecunda si se halla ligada a la realidad. Si se
aparta de ella, da al hombre una representación falseada del mundo.
Tal, como ejemplo de representación deformada, la que se halla en la
base de las representaciones religiosas. El hecho de que la
imaginación pueda separarse de la vida, constituye una de las raíces
gnoseológicas del idealismo y de la religión.

Diccionario filosófico · 1965:235

Imaginación

Facultad de crear nuevas imágenes sensoriales o conceptuales en la
conciencia humana sobre la base de transformar las impresiones
recibidas de la realidad sin que se encuentren en la realidad que se
nos ofrezca. La imaginación surge en el quehacer del hombre que
trabaja; sin ella, el trabajo no podría ser adecuado y fecundo. La
psicología clasifica la imaginación según el grado de intencionalidad
(voluntaria e involuntaria), de actividad (reproductiva y creadora),
de generalización de las imágenes (científica, inventiva, artística,
religiosa, etc.). Según palabras de Lenin, “la generalización más
simple, una idea general de las más elementales, (la ‘mesa’ en
general) encierra cierta porción de imaginación” (t. XXXVIII, pág.
379). La imaginación del sabio ayuda a conocer el mundo creando
hipótesis, representaciones-modelos, ideas de experimentos. Es sobre
todo importante el papel de la imaginación en el proceso de la
creación artística. En este caso, no sólo sirve de medio para
generalizar, sino, además, de fuerza que hace surgir a la vida las
imágenes estéticas significativas del arte, en las que se expresa el
conocimiento artístico de la realidad. Son un producto de la
imaginación el ideal como imagen del deber ser, y la ilusión como
imagen de lo deseado. A diferencia de las quimeras “de la fantasía
ociosa” (Belinski) que apartan al hombre de la realidad, la
imaginación está vinculada a las necesidades de la sociedad, es una
“cualidad de grandioso valor” (Lenin) que facilita el conocimiento de
la vida y la transformación de la misma.

Diccionario de filosofía · 1984:225

Imaginación

Capacidad de la conciencia humana de formar en sí nuevas imágenes
sensoriales o conceptuales sobre la base de la transformación de las
impresiones infundidas por la realidad. La imaginación surge en la
actividad laboral del hombre, la cual no pudiera ser racional ni
fecunda sin aquélla. La psicología clasifica la imaginación por el
grado de premeditación (imaginación voluntaria e involuntaria), de
actividad reproductora y creativa), de generalización de las imágenes
(imaginación concreta y abstracta), según las formas de actividad
creadora (imaginación científica, inventora, artística, religiosa,
etc.). La imaginación del científico ayuda a conocer el mundo,
creando hipótesis, representaciones de modelo, ideas de experimentos.
Es grande el papel de la imaginación en el proceso de creación
artística. En este caso sirve no sólo de medio de generalización,
sino, también, de fuerza que da vida a las imágenes estéticamente
significativas del arte, en las que se plasma el reflejo artístico de
la realidad. A diferencia de las fantasías, que apartan al hombre de
la realidad, la imaginación enlazada con las necesidades de la
sociedad constituye una cualidad de extraordinario valor, pues ayuda a
conocer la vida y a transformarla.

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