2-Individualismo

Individualismo

No figura en el Diccionario filosófico marxista · 1946

No figura en el Diccionario filosófico abreviado · 1959

Diccionario filosófico · 1965:238

Individualismo

(del latín “individuus”: indivisible). Principio básico de la
ideología y de la moral burguesas. Los teóricos de las clases
explotadoras consideran que el individualismo está cimentado en la
“invariable naturaleza humana”. En realidad, el individualismo como
principio que contrapone la persona a la colectividad, que subordina
los intereses sociales a los personales, se formó al surgir la
propiedad privada y al producirse la división de la sociedad en
clases. La base social de la tradición individualista está
constituida por el predominio multisecular de la propiedad privada.
En la época imperialista, el individualismo pasa a ser egoísmo cínico.
El mismo ha encontrado su manifestación más completa en la filosofía
de Stirner y, ante todo, de Nietzsche, cuya doctrina sobre la “élite”
y el “superhombre” fue recogida por el fascismo. En la actualidad,
los existencialistas defienden activamente el individualismo. Las
supervivencias de éste en la conciencia de los soviéticos se encuentra
en honda contradicción con los principios de la moral comunista. La
sociedad socialista, superando las supervivencias individualistas,
defiende los auténticos intereses de la persona y crea las condiciones
reales para el florecimiento de la individualidad y el desarrollo de
las dotes del hombre.

Diccionario de filosofía · 1984:227

Individualismo

(lat. individuum: indivisible.) Principio particularmente propio de
la ideología y la moral burguesas. La base teórica del individualismo
es el reconocimiento de la autonomía y de los derechos absolutos de la
personalidad en la sociedad. Los teóricos de las clases explotadoras
consideran que el individualismo está implícito en la “naturaleza
humana inmutable”. En realidad, el individualismo, como principio de
la contraposición del individuo a la colectividad y de la
subordinación de los intereses sociales a los individuales, se formó
al surgir la propiedad privada y al dividirse la sociedad en clases.
En la época de formación de las relaciones burguesas, las concepciones
del individualismo desempeñaron un papel positivo en la lucha por la
liberación del individuo de los grilletes del feudalismo y de la
Iglesia Católica (Humanismo), pero, al afianzarse la burguesía como
clase dominante, la prédica del individualismo adquiere un carácter
cada vez más antihumano y, en última instancia, sirve de justificación
ideológica de las relaciones de la explotación capitalista. El
individualismo recibió su expresión acabada en la filosofía de
Stirner, y en la época del imperialismo, en la de Nietzsche, cuya
doctrina sobre la “élite” y el “superhombre” la hizo suya el fascismo.
En la sociedad socialista, las supervivencias del individualismo en la
conciencia de los hombres se hallan en profunda contradicción con los
principios de la moral comunista del colectivismo. Al superar las
reminiscencias del individualismo, la sociedad socialista defiende los
verdaderos intereses del individuo y crea las condiciones reales para
el florecimiento de la individualidad y el desarrollo de los dotes del
hombre.

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