3-Ley de correspondencia entre las relaciones de producción y el carácter de las fuerzas productivas

Ley de correspondencia necesaria entre las relaciones de producción y el carácter de las fuerzas productivas

No figura en el Diccionario filosófico marxista · 1946

Diccionario filosófico abreviado · 1959:288-290

Ley de correspondencia necesaria entre las relaciones de producción y
el carácter de las fuerzas productivas

Ley económica objetiva propia de todas las formaciones sociales,
descubierta por Marx. El análisis del capitalismo actual y la
práctica de la edificación del socialismo en la U.R.S.S., permitieron
dar un nuevo desarrollo a las tesis de Marx relativas a la acción
recíproca entre las fuerzas productivas (ver) y las relaciones de
producción (ver), así como al carácter de esta interacción en las
diferentes fases del desarrollo de la sociedad.

El marxismo-leninismo considera la producción social como un todo en
el cual los dos aspectos –fuerzas productivas y relaciones de
producción– se hallan indisolublemente vinculados. Debido a que
constituyen dos aspectos diferentes de la producción social, pueden
ejercer y ejercen efectivamente una acción recíproca. Las fuerzas
productivas son el elemento determinante del desarrollo de la
sociedad. Eso significa que en un estadio determinado, a cierto nivel
de desarrollo de las fuerzas productivas, penden necesariamente
relaciones de producción determinadas: a tales fuerzas productivas,
tales relaciones de producción. Las fuerzas productivas no sólo son
el elemento determinante, sino también el elemento más modificable,
más revolucionario de la producción, el que siempre se halla en estado
de cambio y de devenir. Primeramente se modifican y se desarrollan
las fuerzas productivas y luego, en función de esas modificaciones,
cambian en consecuencia las relaciones de producción, las relaciones
económicas de los hombres.

Pero el papel de las relaciones de producción está lejos de ser
pasivo. Surgidas sobre la base de determinadas fuerzas productivas,
actúan a su vez sobre esas fuerzas acelerando o disminuyendo su ritmo.
Las nuevas relaciones de producción, que corresponden al carácter de
las fuerzas productivas, se convierten en el factor principal,
decisivo de un nuevo y poderoso auge de la producción, mientras que
las antiguas relaciones, que han dejado de corresponder al carácter de
las fuerzas productivas, traban su progreso. Las relaciones de
producción no pueden retrasarse durante mucho tiempo con relación al
crecimiento de las fuerzas productivas y hallarse en contradicción con
ellas. Cualquiera que sea el retraso de las relaciones de producción
respecto al progreso de las fuerzas productivas, aquéllas deben, tarde
o temprano, terminar por corresponder al nivel, al carácter de las
fuerzas productivas, y, como lo prueba la historia de la humanidad,
así sucede efectivamente. En caso contrario, la unidad de las fuerzas
productivas y de las relaciones de producción se encuentra gravemente
comprometida, lo que conduce a la desorganización de toda la
producción, a una crisis.

En la sociedad dividida en clases antagónicas, la contradicción entre
las fuerzas de producción acrecentadas y las antiguas relaciones de
producción, desemboca siempre en un conflicto que es resuelto por la
revolución social. No podría ser de otra manera puesto que las clases
decadentes de la sociedad, vitalmente interesadas en conservar las
antiguas relaciones de producción, se alzan para defenderlas. Es
siempre la clase más avanzada la que restablece la ley de
correspondencia necesaria entre las relaciones de producción y el
carácter de las fuerzas productivas, puesto que la destrucción de las
antiguas relaciones de producción y la instauración de nuevas
relaciones responden a sus intereses vitales. La burguesía utilizó en
su tiempo la ley de correspondencia necesaria entre las relaciones de
producción y el carácter de las fuerzas productivas, destruyendo las
relaciones de producción feudales, instaurando relaciones nuevas,
capitalistas, y estableciendo así, por un tiempo, la correspondencia
entre las relaciones de producción y el carácter de las fuerzas
productivas. No obstante, a consecuencia del auge de las fuerzas
productivas y de la gigantesca socialización del trabajo sobre la base
de la producción capitalista, las relaciones de producción burguesas
cesaron de corresponder al carácter de las fuerzas productivas. De un
factor de desarrollo de esas fuerzas que fueron, se han transformado
en una traba. La propiedad capitalista privada de los medios de
producción entra en contradicción flagrante con el carácter social del
proceso de producción, con el carácter de las fuerzas productivas.
Las fuerzas productivas que han crecido, exigen imperiosamente la
abolición de las relaciones de producción burguesas que las frenan.
Las crisis económicas destructivas son la consecuencia de ese
conflicto entre las fuerzas productivas y las relaciones de
producción, que es particularmente agudo en la fase suprema del
capitalismo, en la fase del imperialismo. Si las relaciones de
producción capitalistas se conservan todavía en muchos países, si la
ley de correspondencia necesaria entre las relaciones de producción y
el carácter de las fuerzas productivas no se ha abierto camino aún, es
porque choca con la resistencia más enérgica de parte de las fuerzas
decadentes de la sociedad que detentan el poder del Estado.

Apoyándose en la ley de correspondencia necesaria entre las relaciones
de producción y el carácter de las fuerzas productivas, la clase
obrera de la U.R.S.S. en alianza con el campesinado, destruyó por
medio de la acción revolucionaria las relaciones de producción
burguesas, instauró relaciones nuevas, socialistas, y las hizo
concordar con el carácter de las fuerzas productivas. Bajo el
socialismo, las relaciones de producción están en perfecta conformidad
con el estado de las fuerzas productivas, pues el carácter social de
la producción reposa aquí sobre la propiedad social de los medios de
producción. De ese modo, la producción socialista de la U.R.S.S. es
ajena a las crisis de superproducción; las fuerzas productivas se
desarrollan a un ritmo acelerado, pues las relaciones de producción
que concuerdan con ellas, dan libre curso a ese impulso.

Sin embargo, la correspondencia perfecta entre las relaciones de
producción y el carácter de las fuerzas productivas en la sociedad
socialista, no puede ser considerada como algo absoluto, dado una vez
por todas. Las fuerzas productivas, como elemento más movedizo y
revolucionario de la producción, se adelantan a las relaciones de
producción bajo el socialismo también. Pero en el régimen socialista,
las contradicciones entre esos dos aspectos de la producción no
conducen a una oposición, a un conflicto, puesto que no hay en la
U.R.S.S. clases interesadas en mantener las relaciones de producción
que han caducado: la sociedad tiene la oportunidad de superar a tiempo
esas contradicciones. Guiándose por las exigencias de la ley
económica de correspondencia necesaria entre las relaciones de
producción y el carácter de las fuerzas productivas, el Partido
Comunista y el Estado Soviético perciben oportunamente las
contradicciones crecientes y toman en seguida las medidas para
superarlas adaptando las relaciones de producción al ascenso de las
fuerzas productivas. Así, en la etapa actual de la construcción del
comunismo en la U.R.S.S., la propiedad cooperativo-koljosiana y la
circulación mercantil contribuyen al auge de la economía nacional, y
proporcionarán servicios importantes igualmente en el porvenir
próximo. Pero luego, en el curso del pasaje gradual del socialismo al
comunismo, esos fenómenos económicos entrarán en contradicción con el
progreso de las fuerzas productivas y comenzarán a trabarlo. Para
eliminar esta contradicción, será preciso elevar progresivamente la
propiedad koljosiana al nivel de la propiedad nacional y substituir la
circulación de mercancías por el intercambio de productos. Tal es una
de las condiciones previas del pasaje del socialismo al comunismo en
la U.R.S.S.

La ley de correspondencia necesaria entre las relaciones de producción
y el carácter de las fuerzas productivas permite comprender la
sucesión necesaria de las formaciones sociales en el curso de la
historia. Ella explica la inevitabilidad de la victoria del
comunismo.

Diccionario filosófico · 1965:270

Ley de correspondencia entre las relaciones de producción y el
carácter de las fuerzas productivas

Ley económica objetiva descubierta por Marx. Esta ley determina la
interacción entre las fuerzas productivas y las relaciones de
producción en todas las formaciones económico-sociales. Las fuerzas
productivas son el elemento determinante de la producción, el más
revolucionario y móvil. Se desarrollan sin cesar, mientras que las
relaciones de producción constituyen un elemento más estable. Ello
explica que, en cierto grado del desenvolvimiento de la sociedad,
surja una contradicción entre las nuevas fuerzas productivas y las
relaciones de producción caducadas. De todos modos, por más que estas
relaciones queden a la zaga del desenvolvimiento de las fuerzas
productivas, tarde o temprano han de ponerse en concordancia con el
nivel de desarrollo de dichas fuerzas y su carácter, y así ocurre
según pone de manifiesto la historia del desarrollo de la sociedad.
En la sociedad dividida en clases antagónicas, la contradicción entre
las fuerzas productivas acrecentadas y las viejas relaciones de
producción llega siempre hasta el conflicto, que se resuelve por medio
de la revolución social. Bajo el socialismo, gracias al carácter
social de la propiedad, las relaciones de producción se encuentran en
consonancia con el estado de las fuerzas productivas, a las que
proporcionan ancho campo para su desenvolvimiento acelerado y sin
crisis. No obstante, también bajo el socialismo surgen
contradicciones entre las fuerzas productivas y algunos aspectos de
las relaciones de producción. Pero en estos casos, las
contradicciones aludidas no llegan al conflicto, dado que domina la
propiedad social y no hay clases interesadas en conservar relaciones
de producción caducadas. El Partido Comunista y el Estado señalan
oportunamente las contradicciones en ascenso y toman medidas para
superarlas perfeccionando las relaciones de producción. La ley de
correspondencia entre las relaciones de producción y el carácter de
las fuerzas productivas proporciona la clave para comprender las leyes
a que obedece el cambio de unas formaciones económico-sociales por
otras. Pone en evidencia que la futura victoria del comunismo es
inevitable.

Diccionario de filosofía · 1984:90-91

Ley de la correspondencia de las relaciones de producción al carácter
y al nivel de desarrollo de las fuerzas productivas

Ley económica objetiva que determina la interacción de las fuerzas
productivas y las relaciones de producción en todas las formaciones
socio-económicas. En esta interacción, las fuerzas productivas
constituyen el elemento determinante, más móvil y revolucionario de la
producción, mientras que las relaciones de producción son el elemento
más estable. Por eso, a medida que se desarrolla la sociedad, las
relaciones de producción empiezan a contradecir cada vez más el
carácter (aspecto cualitativo) y el nivel (aspecto cuantitativo) del
desarrollo de las fuerzas productivas, frenar el avance de estas
últimas e incluso llevar a la destrucción de las mismas. La necesidad
de conservar y desarrollar las fuerzas productivas, conduce tarde o
temprano a la eliminación del atraso de las relaciones de producción y
al establecimiento de su correspondencia con el carácter y nivel de
desarrollo de las fuerzas productivas. Tanto la correspondencia como
la falta de correspondencia de las relaciones de producción con el
carácter y nivel de desarrollo de las fuerzas productivas nunca ha
sido ni puede ser absoluta, pues en caso contrario sería imposible su
interacción. La ley de la correspondencia sólo significa que las
relaciones de producción son idénticas al carácter y nivel de
desarrollo alcanzado por las fuerzas productivas. Ahora bien, esta
unidad (identidad) incluye elementos de desacuerdo que, con el
desarrollo de las fuerzas productivas, van creciendo y empiezan a
prevalecer sobre los elementos de correspondencia, surgiendo una
contradicción que se resuelve mediante la supresión de las viejas
relaciones de producción y el establecimiento de las nuevas,
correspondientes a las fuerzas productivas más desarrolladas. En la
sociedad dividida en clases antagónicas, la contradicción entre las
viejas relaciones de producción y las fuerzas productivas
desarrolladas siempre conlleva el conflicto, el cual se resuelve por
medio de la revolución social. En el contexto del socialismo, la
propiedad social de los medios de producción proporciona un vasto
campo para el desarrollo acelerado de las fuerzas productivas. Los
elementos de falta de correspondencia de las relaciones de producción
con las fuerzas productivas no desembocan en conflicto, pues no
existen las clases interesadas en conservar dichos elementos. Por eso
es posible advertir y eliminar a tiempo las contradicciones surgidas y
perfeccionar las relaciones de producción. Dicha ley es determinante
en el proceso de sustitución de las formaciones socio-económicas.

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