6-Lógica “formal“

AUNQUE TODA LÓGICA ES FORMAL POR DEFINICIÓN, AQUÍ LE PONEMOS LAS COMILLAS A LO DE FORMAL, QUE NO ESTÁN EN LOS ORIGINALES, COMO RECORDATORIO DE LA NECESARIA ACLARACIÓN.

Lógica formal

Diccionario filosófico marxista · 1946:179

Lógica formal

La lógica formal es la doctrina sobre las formas del raciocinio
humano; doctrina que establece un divorcio entre el estudio de estas
formas y su contenido (la Naturaleza y la Sociedad). A esta lógica no
le interesa la verdad material (el reflejo correcto de los fenómenos
de la Naturaleza en el pensamiento), sino la verdad formal (la
consonancia con las reglas de la lógica). De aquí su denominación de
“lógica formal”. La lógica formal se dedica a investigar las diversas
formas de los juicios humanos, de los argumentos, interesándose sólo
por si están o no construidos en consonancia con las reglas de la
lógica. La lógica formal es la base del método metafísico. La lógica
dialéctico-materialista parte del criterio de que las formas del
raciocinio y las reglas, las leyes de la lógica, deben concordar con
la materia, con la Naturaleza y sus leyes. Las leyes de la lógica
formal son contrapuestas a las leyes de la lógica dialéctica. La
primera ley de la lógica formal, la ley de identidad, se expresa
mediante la fórmula: A es A, lo que quiere decir: toda cosa y todo
concepto son siempre iguales a sí mismos. De acuerdo con esta ley,
cada fenómeno es algo inmutable, y consolidado. La dialéctica
materialista prueba la inconsistencia de tal concepción sobre las
cosas. Para la dialéctica materialista, cada cosa es idéntica y no
idéntica a sí misma, puesto que cada cosa se halla en un proceso de
mutación y de desarrollo. “El vegetal, el animal, cada célula, en
cada instante de su vida, son idénticos a sí mismos y al mismo tiempo
difieren de sí mismos debido a la asimilación y desasimilación de
materias, debido a la respiración, a la formación y extinción de
células” (Engels). La segunda ley de la lógica formal, la ley de la
contradicción, reza: “A no puede ser simultáneamente A y no A”, es
decir, la lógica formal afirma otra vez que la cosa posee siempre una
sola propiedad idéntica y no puede tener propiedades opuestas, que se
excluyan mútuamente. También esta ley de la lógica formal tiene un
carácter metafísico, por cuanto no toma en cuenta que todo desarrollo
presupone una contradicción, que la fuente del desarrollo es siempre
la lucha entre las tendencias contrapuestas. La tercera ley de la
lógica formal, la ley del tercero excluido, reza: “Algo es A, o no A,
un tercero es imposible”. También esta ley, como las anteriores, se
basa sobre la negación de la contradicción interna de los fenómenos,
sobre el modo metafísico de abordar la realidad. Así, pues, a
diferencia de la lógica dialéctica que refleja toda la riqueza del
mundo, la conexión universal, la movilidad, la agilidad y las
contradicciones de los objetos y fenómenos, la lógica formal es
insustancial, pobre, abstracta, por cuanto las leyes y las categorías
establecidas por ella no corresponden a la realidad objetiva.

Diccionario de filosofía y sociología marxista · 1959:56-57

Lógica formal

Doctrina sobre las leyes del pensamiento humano, que separa de la
naturaleza la investigación de esas leyes. Interesa a esta lógica, no
la verdad material (fiel reflejo y el pensamiento de los fenómenos de
la naturaleza), sino la verdad formal (correspondencia con los
principios de la lógica). De ahí la denominación de “lógica formal”.
La lógica formal concede gran importancia a la investigación de las
distintas formas de los juicios humanos y argumentos, interesándose,
solamente, sobre si un juicio o argumento dado se corresponde o no con
los principios de la lógica. La lógica formal es el fundamento del
método metafísico. La dialéctica –lógica materialista– parte de que
el contenido del pensamiento y los principios o leyes de la lógica,
deben corresponderse con la materia, la naturaleza y sus leyes. Las
leyes de la lógica formal se oponen a las leyes de la lógica
dialéctica.

La primera ley de la lógica formal se expresa mediante la fórmula: “A
es A”, que significa: todo objeto y todo concepto siempre son iguales
a sí mismos. Conforme a esta ley, cada fenómeno es algo inmutable y
fosilizado. La dialéctica materialista demuestra la inconsistencia de
tal concepto sobre las cosas. Para ella, todo objeto es y no es
idéntico a sí mismo, ya que se encuentra en un proceso de mutación, de
desarrollo. “El vegetal, el animal, cada célula, en cada instante de
su vida, son idénticos a sí mismos y, al mismo tiempo, difieren de sí
propios, gracias a la asimilación y desasimilación de sustancias, a la
respiración, a la formación y muerte de las células. Pero aun en la
naturaleza inorgánica la identidad como tal en realidad no existe”
(Engels).

La segunda ley de la lógica formal, ley de la contradicción, proclama:
“A, no puede ser simultáneamente A y no A”; es decir, otra vez la
afirmación de que el objeto siempre posee sólo una propiedad idéntica
y no puede tener propiedades contrarias, recíprocamente excluyentes.
También esta ley de la lógica formal tiene un carácter metafísico, por
cuanto con que todo desarrollo presupone la contradicción. “Toda cosa
concreta, todo ‘algo’ concreto, está en diferentes y, a menudo,
contradictorias relaciones respecto a todo lo restante… es uno mismo y
otro” (Lenin). De tal modo, la contradicción es la causa real de todo
fenómeno y pensamiento.

La tercera ley de la lógica formal, ley de la exclusión del tercero,
proclama: “algo es o A, o no A; el tercero es imposible”. La fórmula
de esta ley, de “o es, o no es”, bajo el aspecto que le da la lógica
formal, es metafísica, abstracta, insustancial. La dialéctica no
niega que de cada acontecimiento y fenómeno se puede y debe decir “o
es, o no es”. “Nosotros nos rezagamos –decía el camarada Stalin– de
las naciones adelantadas en 50-100 años. Debemos recorrer esa
distancia en 10 años, o lo hacemos, o nos aplastan”. La diferencia
entre el método dialéctico y el método lógico-formal, a este respecto,
consisten en que aquél rechaza la inmutabilidad de los fenómenos y los
considera en su desarrollo, en su cambio, como fenómenos
contradictorios. Por eso, la verdadera solución de tal o cual
problema siempre emana del cálculo de las condiciones concretas y del
desarrollo de la realidad. El fundamento de la lógica formal, al
contrario, es el reconocimiento de la inmutabilidad y la negación de
las contradicciones internas de los objetos.

Diccionario filosófico abreviado · 1959:299-300

Lógica formal

Ciencia de las leyes y de las formas del pensamiento, cuyos orígenes
se remontan a Aristóteles (ver). La lógica formal enseña a pensar
acertadamente observando las reglas de identidad, de no contradicción,
de determinación, de demostración, de consecuencia. Si el pensamiento
es contradictorio, incoherente, inconsecuente, no es posible ningún
conocimiento científico, ningún razonamiento bien fundado, ninguna
solución valedera. “No debe haber ninguna ‘contradicción lógica’ a
condición, desde luego, de que el pensamiento lógico sea justo, ni en
el análisis económico ni en el análisis político” (Lenin, Obras, Ed.
rusa).

La lógica formal establece cuatro leyes fundamentales del pensamiento:
1) El pensamiento debe respetar el principio de identidad. La ley de
la identidad enseña a identificar y a distinguir acertadamente las
cosas, a no substituir una noción por otra. En todo razonamiento,
discusión o debate, toda noción debe ser empleada en una sola y misma
significación. 2) El pensamiento no debe ser contradictorio. La ley
lógica de no-contradicción impide contradecirse en el curso de los
razonamientos, en el análisis de los problemas. Es preciso distinguir
las contradicciones inadmisibles de un falso razonamiento y las de la
vida real que son dialécticas. Por ejemplo, si se reconoce una
proposición como verdadera, no se permite afirmar al mismo tiempo que
no lo es. 3) Si se trata de una cuestión planteada y comprendida
convenientemente, es inadmisible responder a ella de una manera
indeterminada, ni por sí ni por no. Esto es lo que se llama la ley
del tercero excluido. Después de las precisiones necesarias, hay que
responder siempre de una manera determinada. De dos juicios
contradictorios, uno es necesariamente justo y el otro falso, y no hay
un tercero. Dicho de otro modo A es B o no-B. 4) Todo pensamiento es
justo a condición de que esté bien fundado, de que derive de otro
pensamiento justo que, en ese caso, le sirve de premisa (ley de la
razón suficiente). Por eso el pensamiento debe ser consecuente. Hay
A porque hay B, enseña la ley de la razón suficiente. Así, en su
entrevista con la primera delegación de obreros norteamericanos,
Stalin respondió a la cuestión de la supresión posible del monopolio
del comercio exterior que involucraba a su vez el problema de la falta
de derechos políticos en los elementos burgueses de la U.R.S.S. en
los términos siguientes: “La delegación, por lo visto, no tiene nada
en contra de que el proletariado de la U.R.S.S. haya desposeído a la
burguesía y a los terratenientes de las fábricas, la tierra y los
ferrocarriles, los bancos y las minas. Pero se me figura que la
delegación siente cierta perplejidad al ver que el proletariado no se
ha limitado a esto y ha ido más lejos, desposeyendo a la burguesía de
derechos políticos. Esto, a mi modo de ver, no es muy lógico, o,
mejor dicho, no es nada lógico. …Creo que la lógica obliga. El que
piensa en la posibilidad de devolver a la burguesía sus derechos
políticos, debe, si quiere ser lógico, ir más lejos y plantear también
la devolución de las fábricas, los ferrocarriles y los bancos a la
burguesía” (Stalin, Obras, t. X, pp. 118 y 119, Ed. esp., Moscú,
1954). Este ejemplo muestra claramente lo que significa la
consecuencia, el curso lógico. Las cuatro leyes lógicas del
pensamiento indican que la lógica formal plantea como obligatorias las
leyes más generales y más elementales del pensamiento, las reglas más
generales de coherencia y de consecuencia.

La lógica formal estudia de igual modo las diferentes formas del
proceso del pensamiento. Concepto (ver), juicio (ver), y razonamiento
(ver), son las formas que constituyen las tres partes esenciales de la
lógica formal. En la primera, la lógica formal examina las especies
de conceptos, sus relaciones, los procedimientos lógicos de su
formación, la relación entre su extensión y su comprensión, los
procedimientos y las reglas de determinación y de distinción de los
conceptos. En la segunda parte, la lógica formal estudia la
composición, los modos del juicio, etc. En la tercera, la más
extensa, analiza el razonamiento, clasifica las especies y los
procedimientos del razonamiento, expone su teoría, las reglas y las
figuras del silogismo, muestra la importancia y el papel de la
deducción y de la inducción en el proceso del conocimiento, etc. En
fin, la lógica formal explica el papel, los procedimientos y los
principios de la demostración en el pensamiento lógico. La lógica
formal es como la gramática del pensamiento lógico. De igual modo que
la gramática establece las reglas de modificación de las palabras, las
reglas de su combinación en la proposición y confiere así al lenguaje
un carácter coherente, así la lógica permite ordenar las ideas y
conferir al pensamiento un carácter coherente. El punto común entre
la gramática y la lógica es que tanto una como la otra hacen
abstracción de lo particular y de lo concreto, definen las reglas y
las leyes generales que, como lo enseña la gramática, permiten
combinar juiciosamente las palabras en las proposiciones, modificar
acertadamente las palabras y que, como lo enseña la lógica, permiten
pensar acertadamente, encadenar convenientemente los conceptos en el
juicio, los juicios en los razonamientos, etc.

Las leyes y las reglas de la lógica formal, sin las cuales no es
posible ningún conocimiento, son universales, comunes a toda la
humanidad. Las leyes lógicas son leyes objetivas que reflejan los
fenómenos del mundo objetivo. De igual modo que el lenguaje, están al
servicio de todos los hombres sin distinción de clases. Ni más ni
menos que las reglas gramaticales, no tienen, ni pueden tener,
carácter de clase. Si fuera de otro modo, los hombres pertenecientes
a diferentes clases no podrían entenderse. Las leyes y las reglas de
la lógica formal son las del proceso natural del pensamiento. Sin
embargo, ciertas teorías falsean la interpretación de estas leyes.
Así, para los idealistas, la lógica formal es una ciencia puramente
abstracta, separada de la realidad objetiva. Por eso Lenin, al hablar
de la necesidad de estudiar la lógica formal, exige que se apliquen
“correcciones” a esta lógica tradicional, vale decir, que se despoje
de toda clase de alteraciones y deformaciones idealistas. Pero la
lógica formal no representa sino las “matemáticas elementales” del
pensamiento; ella estudia los vínculos y relaciones más simples entre
las cosas. El único instrumento de investigación científica, es el
método dialéctico marxista (ver), que pone en claro las leyes más
generales del desarrollo de la naturaleza, de la sociedad y del
pensamiento humano. (Sobre las relaciones entre la dialéctica y la
lógica formal, ver Lógica).

Diccionario filosófico · 1965:279

Lógica formal

Ciencia que estudia los actos del pensar –concepto, juicio,
razonamiento, demostración– desde el punto de vista de su estructura o
forma lógica, o sea, haciendo abstracción del contenido concreto de
los pensamientos y tomando sólo el procedimiento general de conexión
entre las partes del contenido dado. El objetivo básico de la lógica
formal consiste en formular leyes y principios cuya observancia es
condición necesaria para alcanzar verdaderos resultados en el proceso
encaminado a proporcionar un saber inferido. La primera piedra de la
lógica formal se encuentra en los trabajos de Aristóteles, quien
elaboró la silogística. La ulterior aportación al progreso de la
lógica formal se debe a los estoicos de la primera época, y en la Edad
Media, a los escolásticos (Duns Escoto, Guillermo de Occam, Alberto de
Sajonia, Ramón Llull o Lull [Raimundo Lulio] y otros). La
multisecular tradición en el estudio de los problemas de la lógica
deductiva se rompe cuando se investiga la inducción y se intenta
formular las reglas de los razonamientos inductivos (Francis Bacon;
más tarde, John Mill y otros). Sin embargo, únicamente en la segunda
mitad del siglo XIX, al empezarse a estructurar la lógica matemática
(simbólica), se registra un viraje a fondo en el desarrollo de la
lógica formal. Esta lógica matemática representa la actual etapa en
el desarrollo de la lógica formal.

Diccionario marxista de filosofía · 1971:186-187

Lógica formal

Ciencia que estudia las formas del pensamiento –conceptos, juicios,
razonamientos, demostraciones, etc.– desde el punto de vista de su
estructura lógica, desentendiéndose del contenido concreto que
expresan. Por ejemplo: en los juicios: “Todos los estudiantes son
escolares”, “Todas las ballenas son mamíferos”, “Todos los hombres son
mortales”, existe un contenido distinto; sin embargo, desde el punto
de vista de la lógica formal los juicios antes mencionados son de un
mismo tipo lógico y en ese sentido no existen diferencias entre ellos.
A la lógica formal le interesa únicamente el tipo de relación que
existe entre el sujeto y el predicado, el carácter de la generalidad
del sujeto (si el sujeto refleja todos los objetos de una clase dada o
no), las condiciones bajo las cuales los juicios son verdaderos, etc.;
en fin, su tarea fundamental consiste en establecer reglas de
conclusión admisibles para los juicios de que se trate. La lógica
formal en cuanto ciencia aparece en la Antigüedad (Platón,
Aristóteles, los estoicos) y hacen una aportación sustancial a ella
los escolásticos de la Edad Media (Duns Escoto, W. Occam y otros). Y
en los tiempos modernos, los filósofos ingleses Francis Bacon y S.
Mill, quienes elaboran, a la par que la lógica deductiva que venía
desde Aristóteles, los fundamentos de la lógica inductiva (Deducción,
Inducción). La problemática de la lógica formal es elaborada al
comenzar la segunda mitad del siglo XIX en los marcos de los lenguajes
formales rigurosamente construidos (Formalización). La lógica
matemática aparecida sobre esa base constituye la etapa moderna en el
desarrollo de la lógica formal; su elaboración se halla ligada de modo
estrecho con el de la lógica de la ciencia y el de la metodología de
la ciencia.

Diccionario de filosofía · 1984:258

Lógica formal

Ciencia que estudia las formas del pensamiento –conceptos, juicios,
ilaciones, demostraciones– desde el punto de vista de su estructura
lógica, es decir, abstrayéndose del contenido concreto de las ideas y
disociando tan sólo el modo general de interconexión de las partes de
este contenido. La tarea principal de la lógica formal consiste en
formular leyes y principios cuya observancia es condición necesaria
para lograr conclusiones auténticas en el proceso de obtención del
conocimiento deductivo. Dio comienzo a la lógica formal Aristóteles,
el cual creó la silogística. Más tarde hicieron un aporte al
desarrollo de la lógica formal los primeros estoicos; en el Medievo,
los escolastas (Duns Escoto, Ockham y otros); en el tiempo nuevo, ante
todo, Leibniz. Una nueva etapa de desarrollo de la lógica formal
empieza en el deslinde de los siglos 19 y 20, cuando cobró intensidad
el progreso de la lógica matemática (simbólica). Esta última, al
idear teorías lógicas de los razonamientos y demostraciones
matemáticos, enriqueció la lógica formal con nuevos métodos y medios
de investigación lógica.

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