5-Materialismo dialéctico

Materialismo dialéctico

Diccionario filosófico marxista · 1946:201-203

Materialismo dialéctico

El materialismo dialéctico es la ciencia filosófica sobre las leyes
más generales del desarrollo de la Naturaleza, de la Sociedad humana y
del pensamiento, la concepción filosófica del partido
marxista-leninista, creada por Marx y Engels y perfeccionada por Lenin
y Stalin. Esta concepción filosófica “llámase materialismo
dialéctico, porque su modo de abordar los fenómenos de la Naturaleza,
su método da estudiar estos fenómenos y de concebirlos, es dialéctico,
y su interpretación de los fenómenos de la Naturaleza, su modo de
enfocarlos, su teoría materialista” (Stalin). Al crear el
materialismo dialéctico, Marx y Engels lo hicieron extensivo al
conocimiento de los fenómenos sociales. El materialismo histórico es
la conquista más grande del pensamiento científico. El materialismo
dialéctico y el materialismo histórico constituyen el fundamento
teórico del comunismo, la base teórica del partido marxista. El
marxismo es “una concepción íntegra del mundo, un sistema filosófico
del cual brota lógicamente el socialismo proletario de Marx” (Stalin).
El materialismo dialéctico como filosofía del proletariado nació a
mediados del siglo pasado y se desarrolló en contacto indisoluble con
la práctica del movimiento obrero revolucionario. En la elaboración
de esta concepción filosófica de avanzada, Marx y Engels se apoyaban
en todas las valiosas adquisiciones del pensamiento humano. Todo lo
mejor, creado por los predecesores filosóficos de Marx y Engels, y,
ante todo, por Hegel y Feuerbach, fue críticamente revisado por Marx y
Engels. De la dialéctica de Hegel sólo tomaron su “médula racional” y
desechando la corteza idealista hegeliana, continuaron desarrollando
la dialéctica, dándole su forma científica actual. “Dirigiendo su
mirada hacia la vida, vieron que no es el desarrollo del espíritu el
que explica el desarrollo de la Naturaleza, sino al revés, el espíritu
debe ser explicado por la Naturaleza, por la materia” (Lenin). El
materialismo de Feuerbach fue un materialismo inconsecuente,
metafísico, anti-historicista. Marx y Engels tomaron del materialismo
de Feuerbach su “médula” y, desechando la escoria idealista y
ético-religiosa de su filosofía, desarrollaron el materialismo,
creando una teoría científico-filosófica del materialismo. El
materialismo dialéctico es la concepción filosófica más avanzada y la
única científica. Marx y Engels, y después Lenin y Stalin, aplicaron
las tesis del materialismo dialéctico a la política y a la táctica de
la clase obrera, a la actividad práctica del partido marxista. “Igual
que la filosofía halla en el proletariado su instrumento material, así
también el proletariado halla en la filosofía su arma espiritual”
(Marx). Sólo el materialismo dialéctico de Marx, según palabras de
Lenin, señaló al proletariado la salida de la esclavitud espiritual en
que han vegetado hasta entonces todas las clases oprimidas. El
materialismo dialéctico es una doctrina viva, que se desarrolla y
enriquece constantemente. La filosofía marxista se desarrolla y
enriquece sobre la base de la síntesis de la nueva experiencia de la
lucha de clases del proletariado, de la síntesis de los
descubrimientos científico-naturales. “El marxismo requiere que las
viejas fórmulas sean mejoradas y enriquecidas sobre la base del examen
de la nueva experiencia” (Stalin). Después de Marx y Engels, el
teórico más grande fue Lenin, y después de él, Stalin y otros
discípulos de Lenin fueron los únicos marxistas que impulsaron el
marxismo y sus fundamentos teórico-filosóficos e
histórico-científicos, el materialismo dialéctico e histórico. En su
genial obra Materialismo y Empiriocriticismo (ver), que sirvió de
preparación teórica para el partido bolchevique, Lenin defendió para
el Partido un enorme tesoro teórico en la lucha resuelta contra los
revisionistas y renegados, y fundamentó el materialismo dialéctico
como la filosofía militante del bolchevismo. Los geniales trabajos de
Stalin, Fundamentos del leninismo (ver), Sobre el materialismo
dialéctico y el materialismo histórico (ver), y otras de sus obras
continúan desarrollando y enriqueciendo el materialismo dialéctico e
histórico. El materialismo dialéctico es la teoría revolucionaria de
la transformación del mundo, guía para la acción revolucionaria. El
materialismo dialéctico “ha dado a la humanidad, y en particular a la
clase obrera, una formidable arma de conocimiento” (Lenin). Los
representantes de todos los sistemas filosóficos superados sólo tenían
como objetivo interpretar el mundo; la tarea del partido
marxista-leninista es, en cambio, la de transformarlo radicalmente.
“Los filósofos, de una u otra manera, sólo interpretaban el mundo,
mientras de lo que se trata es de cambiarlo” (Marx). El materialismo
dialéctico es un arma eficaz para la causa de la reconstrucción de la
sociedad en el espíritu del comunismo. “La tarea fundamental de la
táctica del proletariado la fijó Marx en severa consonancia con todas
las premisas de su concepción filosófica dialéctico-materialista”
(Lenin). Las experiencias de la Gran Revolución Socialista de Octubre
y de la construcción del socialismo en la URSS, fueron la prueba de
fuego de los fundamentos teóricos del marxismo-leninismo; el
materialismo dialéctico y el materialismo histórico. Esta concepción
filosófica es la que impera en una sexta parte del globo terráqueo.
La doctrina del materialismo dialéctico es omnipotente y exacta porque
da una interpretación correcta de las leyes que rigen el desarrollo de
la realidad objetiva. Sólo la concepción filosófica revolucionaria
del partido marxista-leninista es apta para penetrar en el sentido del
proceso histórico y formular las consignas revolucionarias de combate.
El rasgo distintivo del materialismo dialéctico es su carácter
crítico-revolucionario. La filosofía del marxismo-leninismo se formó
y desarrolló en la lucha intransigente y constante contra las diversas
tendencias filosóficas burguesas, oportunistas y reaccionarias. Todas
las obras de Marx, Engels, Lenin y Stalin están impregnadas de un
espíritu crítico. La unidad de la teoría con la práctica halla su
suprema expresión en el materialismo dialéctico, por el cual se
demuestra sobre la base de la práctica, la justeza y la efectividad de
sus tesis teóricas. El marxismo-leninismo incluye en la filosofía y
en la teoría, la práctica y la experiencia de los pueblos. La
conexión de la ciencia con la práctica, la ligazón de la teoría con la
práctica, su unidad, constituye la estrella polar del partido del
proletariado. Un enorme valor tiene también el materialismo
dialéctico, como concepción filosófica, para todas las demás ciencias.
Cada una de las diversas ciencias estudia un determinado grupo de
fenómenos. Por ejemplo, la astronomía estudia el sistema solar y el
mundo de los astros; la geología, la estructura de la corteza de la
tierra; la botánica, el mundo vegetal; la zoología, el mundo animal,
etc.; las diversas ciencias sociales (la economía política, la
historia, el derecho, etc.), estudian los diversos aspectos de la vida
social. Pero ninguna de estas ciencias por separado, ni aún un grupo
de ellas, puede dar una visión completa, una concepción del mundo,
puesto que la concepción del mundo no es el conocimiento de cualquiera
de sus partes, sino el conocimiento del mundo en su conjunto. Sólo el
materialismo dialéctico es la concepción que da una visión científica
del mundo en su conjunto, estudiando las leyes generales del
desarrollo de la Naturaleza, de la Sociedad y del pensamiento, y
abarcando en una sola interpretación la compleja cadena de los
fenómenos de la Naturaleza y de la historia humana.
Extraordinariamente grande es el valor que el materialismo dialéctico
tiene para las ciencias naturales. El marxismo-leninismo fue el
primero en declarar abiertamente el carácter militante de su
concepción filosófica: el materialismo dialéctico. La concepción
filosófica del marxismo-leninismo une interna e indisolublemente el
carácter científico riguroso y superior con el revolucionarismo
consecuente. “La invencible fuerza de atracción que inclina hacia
esta teoría a los socialistas de todos los países, radica también en
que une el carácter científico riguroso y superior (siendo la última
palabra de la ciencia social) con el revolucionarismo, y los une, no
ocasionalmente, no sólo porque el fundador de esta doctrina unía
personalmente en sí la calidad de sabio y de revolucionario, sino que
los une en la misma teoría interna e indisolublemente” (Lenin). (Ver
también: Método Dialéctico Marxista; Materialismo Filosófico Marxista,
Materialismo Histórico).

Diccionario de filosofía y sociología marxista · 1959:65-67

Materialismo dialéctico

Doctrina filosófica sobre las leyes más generales del desarrollo de la
naturaleza, de la sociedad humana y del pensamiento; concepción del
mundo del partido marxista –leninista, formulada por Marx y Engels y
desarrollada por Lenin y Stalin–. “Llámase materialismo dialéctico,
porque su modo de abordar los fenómenos de la naturaleza, su método de
estudiarlos y conocerlos es dialéctico y su interpretación de los
fenómenos de la naturaleza su teoría, es materialista” (Historia del
Partido Comunista [b] de la U.R.S.S.).

Habiendo fundado el materialismo dialéctico, Marx y Engels lo
extendieron al conocimiento de los fenómenos sociales. El
materialismo histórico es una grandiosa conquista del pensamiento
científico. El materialismo dialéctico e histórico constituyen el
fundamento teórico del comunismo, la base teórica del partido
marxista. El marxismo “es toda una concepción del mundo, un sistema
filosófico del que emana, lógicamente, el socialismo proletario de
Marx” (Stalin). Elaborando esta avanzada concepción filosófica del
mundo, Marx y Engels apoyábanse en todas las adquisiciones valiosas
del pensamiento humano. Todo lo mejor creado por los predecesores
filosóficos de Marx y Engels y, ante todo, por Hegel y Feuerbach, fue
reconsiderado críticamente por Marx y Engels. De la dialéctica de
Hegel, ellos solo tomaron su “grano racional” y, desechando la corteza
idealista hegeliana, impulsaron la dialéctica hacia adelante, dándole
una forma científica moderna. “…Volviéndose a la vida, ellos vieron
que no es el desarrollo del espíritu el que explica el desarrollo de
la naturaleza, sino, por el contrario, la materia” (Lenin). El
materialismo de Feuerbach fue inconsecuente, metafísico,
antihistórico. Marx y Engels tomaron del materialismo de Feuerbach
“su grano fundamental” y, desechando las acumulaciones idealistas y
ético-religiosas de su filosofía, desarrollaron el materialismo,
creando la teoría científico-filosófica del mismo.

El materialismo dialéctico es la más avanzada, la única concepción
científica del mundo. Marx y Engels, y después Lenin y Stalin,
aplicaron las afirmaciones del materialismo dialéctico a la política y
táctica de la clase obrera, a la actividad práctica del partido
marxista. “Del mismo modo que la filosofía encuentra en el
proletariado su arma material, el proletariado encuentra en la
filosofía su arma espiritual” (Marx). Sólo el materialismo dialéctico
de Marx, según las palabras de Lenin, indicó al proletariado, la
salida de la esclavitud espiritual en que vegetaban, hasta entonces,
las clases oprimidas. Después de Marx y Engels, el gran teórico Lenin
y, después de Lenin, Stalin y otros discípulos de Lenin, fueron los
únicos marxistas que impulsaron adelante el marxismo y su fundamento
teórico-científico: el materialismo dialéctico e histórico. Lenin, en
su genial libro Materialismo y Empirio-criticismo, que sirvió a la
preparación teórica del partido bolchevique, dejó al partido una
enorme riqueza teórica para su lucha decisiva con los revisionistas y
los renegados, adoptando el materialismo dialéctico como la filosofía
partidaria del bolchevismo.

El genial trabajo de Stalin Sobre los fundamentos del leninismo (ver)
y sus obras, la Historia del Partido Comunista (b), escrito con su
intervención personal, desenvuelven y enriquecen el materialismo
dialéctico e histórico. El materialismo dialéctico es una teoría
revolucionaria de la transformación del mundo, de su dirección hacia
la acción revolucionaria.

El materialismo dialéctico “ha dado a la humanidad y en particular, a
la clase obrera, dos grandes instrumentos del conocimiento” (Lenin).
(Ver Método dialéctico marxista, Materialismo filosófico marxista,
Materialismo histórico).

Diccionario filosófico abreviado · 1959:330-333

Materialismo dialéctico

Concepción del mundo del partido marxista, creada por Marx y Engels y
desarrollada por Lenin. Se llama materialismo dialéctico porque para
estudiar la naturaleza, la sociedad humana y el pensamiento, emplea el
método dialéctico, antimetafísico, y porque su teoría filosófica es un
materialismo rigurosamente científico. El método dialéctico y el
materialismo filosófico se compenetran recíprocamente, se hallan
indisolublemente ligados y constituyen una concepción filosófica
coherente. Aplicando el materialismo dialéctico al estudio de los
fenómenos sociales, Marx y Engels fundaron el materialismo histórico,
una de las más grandes conquistas de la ciencia. El materialismo
dialéctico y el materialismo histórico constituyen el fundamento
teórico del comunismo, la base teórica del partido marxista.

El materialismo dialéctico, parte integrante de la teoría del
socialismo proletario, nació en la década del cuarenta del siglo XIX,
y se desarrolló en estrecha relación con el movimiento obrero
revolucionario. Su aparición significa una verdadera revolución en la
historia del pensamiento humano. Fue ése un salto en el progreso de
la filosofía, un salto que señaló el pasaje de un estado antiguo a un
nuevo estado. Pero esta revolución implicaba la continuación y la
reelaboración crítica de todo lo progresivo, alcanzado hasta entonces
por la historia del pensamiento humano. Así, en la elaboración de su
filosofía, Marx y Engels se apoyaban en todas las grandes
adquisiciones del pensamiento. Todo lo mejor creado por la filosofía,
fue revisado por ellos con espíritu crítico. Consideraban al
materialismo dialéctico como el producto del desarrollo anterior de
las ciencias y de la filosofía. Habiendo tomado de Hegel (ver) sólo
su médula racional –la doctrina del desarrollo– desecharon la corteza
idealista e impulsaron adelante la dialéctica, imprimiéndole un
carácter científico moderno. El materialismo de Feuerbach (ver) era
inconsecuente, metafísico y antihistórico. Marx y Engels no tomaron
de él más que su médula central –la solución materialista del problema
de la relación entre el pensamiento y el ser– y desecharon las
superposiciones idealistas, éticas y religiosas, impulsando el
materialismo y creando una forma superior de materialismo, el
materialismo marxista. Marx y Engels, y luego Lenin, aplicaron los
principios del materialismo dialéctico a la política y a la táctica de
la clase obrera, a la actividad práctica del partido marxista.

Sólo el materialismo dialéctico de Marx ha mostrado al proletariado el
camino para emanciparse de la esclavitud espiritual en que vegetaban
todas las clases oprimidas. En oposición a numerosas corrientes de la
filosofía burguesa, el materialismo dialéctico no es una simple
escuela filosófica, una filosofía de iniciados, sino la doctrina del
proletariado militante, la teoría de millones de trabajadores, quienes
han abierto los caminos de la lucha para una transformación radical de
la sociedad sobre principios comunistas.

El materialismo dialéctico es una doctrina viva que se enriquece sin
cesar. La filosofía marxista se desarrolla asimilando la nueva
experiencia de la lucha de clases del proletariado y generalizando los
descubrimientos de la ciencia de la naturaleza. Lenin, el más grande
teórico del marxismo, después de Marx y Engels, hizo avanzar el
materialismo dialéctico. En su obra Materialismo y empiriocriticismo
(ver), Lenin salvaguardó el tesoro de la filosofía marxista contra los
revisionistas y renegados de todo calibre. Al aplastar el machismo
(ver) y otras teorías idealistas de la época imperialista, Lenin no
sólo defendió el materialismo dialéctico, sino que lo desarrolló más
aún. Lenin generalizó los progresos científicos realizados después de
la muerte de Engels, y mostró a las ciencias de la naturaleza el
camino a seguir para salir del punto muerto a que las había conducido
la filosofía idealista. Todas las obras de Lenin, cualquiera sea el
tema tratado, tienen un inmenso alcance filosófico, constituyen un
modelo de aplicación y de profundización del materialismo dialéctico.

El método dialéctico marxista (ver) y el materialismo filosófico
marxista (ver) forman parte integrante del materialismo dialéctico.
La dialéctica suministra el único método científico de conocimiento
que permite abordar acertadamente los fenómenos, descubrir las leyes
objetivas más generales que rigen su evolución. La dialéctica
marxista enseña que para estudiar acertadamente los procesos de la
naturaleza y de la sociedad, es preciso considerarlos en su conexión,
su condicionamiento recíproco, su movimiento y su transformación; es
preciso comprender el desarrollo no como un simple crecimiento
cuantitativo, sino como un proceso en que los cambios cuantitativos se
transforman necesariamente, en cierta etapa, en cambios cualitativos
radicales; es preciso partir del hecho de que el contenido interno del
desarrollo y de la transición de la cualidad antigua a la cualidad
nueva es la lucha de los contrarios, la lucha entre lo nuevo y lo
viejo, etc. Lenin llama a la dialéctica “el alma del marxismo”.

La dialéctica marxista está orgánicamente ligada al materialismo
filosófico, cuyos principios fundamentales son: el mundo, por su
naturaleza, es material y se compone de la materia en movimiento que
pasa de una forma a otra; la materia es el dato primario mientras que
la conciencia es el secundario; la conciencia es el producto de la
materia altamente organizada; el mundo objetivo es cognoscible y
nuestras sensaciones, nuestras representaciones, nuestros conceptos
son reflejos del mundo exterior, que existe independientemente de la
conciencia humana. El materialismo dialéctico ofrece una teoría del
conocimiento de invalorable alcance para comprender el proceso de
conocimiento de la verdad objetiva.

Como teoría revolucionaria de la transformación del mundo, el
materialismo dialéctico constituye una guía para la acción
revolucionaria. La filosofía marxista es fundamentalmente ajena a
toda actitud pasiva, contemplativa, hacia el mundo circundante. Antes
de Marx, los filósofos se limitaban a explicar el mundo, mientras que
la función del partido marxista-leninista consiste en transformarlo
por vía revolucionaria. El materialismo dialéctico es un instrumento
eficaz para reconstruir la sociedad en el espíritu del comunismo.
“Marx determinaba la labor esencial de la táctica del proletariado en
riguroso acuerdo con todas las premisas de su concepción materialista
dialéctica” (Lenin, Carlos Marx y Federico Engels, Ed. rusa).

La teoría del marxismo-leninismo ha sido confirmada brillantemente por
la Gran Revolución Socialista de Octubre, la construcción del
socialismo en la U.R.S.S., la victoria de la Unión Soviética en la
gran guerra nacional, la experiencia de los países de democracia
popular. La doctrina del marxismo-leninismo es todopoderosa porque es
justa, porque ofrece la comprensión inteligente de las leyes objetivas
del devenir real. Sólo la filosofía revolucionaria del partido
marxista-leninista permite comprender el proceso histórico y formular
acertadamente las consignas del combate revolucionario.

El espíritu crítico revolucionario es uno de los rasgos distintivos
del materialismo dialéctico. La filosofía del marxismo-leninismo se
forjó y se desarrolló en el curso de una lucha implacable contra
diferentes corrientes ideológicas reaccionarias: burguesas,
oportunistas y demás. Todas las obras de los clásicos del marxismo se
hallan compenetradas de espíritu crítico, del espíritu del partido
proletario. En el materialismo dialéctico, la unidad de la teoría y
de la práctica encuentra su expresión más elevada. Por medio de la
actividad práctica demuestra la exactitud de sus principios teóricos.
El marxismo-leninismo generaliza la experiencia de los pueblos y pone
de relieve el prodigioso alcance revolucionario, cognoscitivo que
tiene la experiencia histórica de las masas populares, para la teoría,
para la filosofía. El vínculo entre la ciencia y la actividad
práctica, entre la teoría y la práctica, su unidad, constituyen el
hilo conductor del partido proletario.

El materialismo dialéctico reviste una importancia considerable para
todas las otras ciencias. Cada ciencia estudia un grupo determinado
de fenómenos. Por ejemplo, la astronomía estudia el sistema solar y
el mundo de las estrellas; la geología se ocupa de la estructura y de
la evolución de la corteza terrestre; las ciencias sociales (economía
política, historia, derecho, etc.) estudian los diversos aspectos de
la vida de la sociedad. Pero ninguna ciencia aislada, ni siquiera un
grupo de ciencias, pueden suministrar la doctrina de las leyes
generales del universo, una concepción filosófica del mundo. Sólo el
materialismo dialéctico permite resolver de una manera científica el
problema de la relación entre el pensamiento y el ser y poner en claro
las leyes más generales de la naturaleza, de la sociedad y del
pensamiento, y abarcar en una visión de conjunto, toda la compleja
cadena de los fenómenos de la naturaleza y de la historia humana. El
materialismo dialéctico terminó para siempre con la antigua filosofía
que aspiraba al papel de “ciencia de las ciencias”, y quería ocupar el
lugar de todas las otras ciencias. La misión de la filosofía no
consiste en substituir a las demás ciencias: física, química,
biología, economía política, etc., sino en apoyarse en las
adquisiciones de esas ciencias y en enriquecerse sin cesar con sus
aportes, para proveer a los hombres de un método y de una teoría
científica que les permita conocer la verdad objetiva. El alcance del
materialismo dialéctico consiste, pues, en suministrar a las demás
ciencias una filosofía justa, el conocimiento de las leyes más
generales de la naturaleza, de la sociedad y del pensamiento,
conocimiento indispensable en todos los dominios de la ciencia y de la
actividad práctica de los hombres. La importancia del materialismo
dialéctico es particularmente sensible en las ciencias de la
naturaleza. Inspirándose en esa filosofía, las ciencias de la
naturaleza pueden alcanzar éxitos inmensos, tal como lo muestra su
auge en la U.R.S.S.

La filosofía marxista-leninista es una filosofía de partido que
expresa y defiende abiertamente los intereses del proletariado y de
todas las masas laboriosas, y que lucha contra toda forma de opresión
y esclavitud. El rasgo distintivo de la doctrina marxista-leninista,
“la fuerza de atracción irresistible de esta teoría hacia la cual se
sienten atraídos los socialistas de todos los países, es que asocia el
espíritu revolucionario a un carácter estricta y elevadamente
científico (la última palabra de las ciencias sociales, en verdad), y
no lo hace por casualidad, ni debido únicamente a que el fundador de
esa doctrina reuniera en sí mismo las cualidades de sabio y
revolucionario; los asocia en la teoría misma, íntima e
indisolublemente” (Lenin, Marx, Engels, marxismo, Ed. rusa). La
filosofía reaccionaria actual se prodiga en intentos para refutar la
filosofía marxista y para minar su influencia en la conciencia de las
masas. Pero todas las tentativas de los reaccionarios son vanas. La
victoria de la democracia popular en diversos países ha extendido
sensiblemente la esfera de influencia de la concepción del mundo
marxista-leninista; ésta se ha transformado en la doctrina dominante
no sólo en la U.R.S.S., sino también en los países de democracia
popular. Esa doctrina ejerce también una gran influencia en los
países capitalistas. La concepción del mundo marxista-leninista está
dotada de una fuerza irresistible. (Ver igualmente Materialismo
histórico).

Diccionario filosófico · 1965:300-301

Materialismo dialéctico

Concepción filosófica científica del mundo, una de las partes
componentes del marxismo, su base filosófica. Fue creado por Marx y
Engels y ha sido objeto de ulterior estudio por parte de Lenin y otros
marxistas. El materialismo dialéctico surgió en la década de 1840 y
se ha desarrollado en indisoluble conexión con los resultados de la
ciencia y la práctica del movimiento obrero revolucionario. Su
nacimiento representó una auténtica revolución en la historia del
pensamiento humano y en la historia de la filosofía. Pero esta
revolución implicaba la sucesión, la reelaboración crítica de todo
cuanto de avanzado y progresivo había sido alcanzado ya por la
historia del pensamiento humano. Dos corrientes fundamentales de la
filosofía precedente se fundieron en el materialismo dialéctico y
fueron fecundadas por el nuevo enfoque, por la nueva y profundamente
científica concepción del mundo. Por una parte, se trataba de la
línea de la filosofía materialista, cuyas fuentes se remontaban a un
pasado lejano; por otra parte, era la línea del desarrollo de la
concepción dialéctica del mundo, que poseía también profundas
tradiciones en la historia de la filosofía. El desarrollo del
pensamiento filosófico en íntima relación con la ciencia y con toda la
práctica histórica de la humanidad, conducía con sujeción a leyes a la
victoria de la concepción materialista del mundo. Pero las teorías de
los viejos materialistas adolecían de un defecto esencial, el de ser
metafísicas, mecanicistas, a pesar de contener algunos destellos de la
dialéctica, combinaban el materialismo en la concepción de la
naturaleza, con el idealismo en la elucidación de los fenómenos
sociales. Los filósofos que en la Época Moderna hicieron progresar la
concepción dialéctica del mundo eran en lo fundamental idealistas,
cosa que con particular claridad se manifestó en el sistema de Hegel.
Marx y Engels no se limitaron a hacer suyas las teorías de los viejos
materialistas y la dialéctica de los idealistas, sintetizándolas en
una unidad. Basándose en los resultados más recientes de la ciencia
natural, en toda la experiencia histórica de la humanidad, demostraron
que el materialismo sólo puede ser científico y consecuente hasta el
fin, si se hace dialéctico, a la vez que la dialéctica sólo puede ser
auténticamente científica si se hace materialista. En la formación
del materialismo dialéctico influyó también de manera esencial el
hecho de que se estructurara la concepción científica del desarrollo
social y de las leyes del mismo (Materialismo histórico). Sin la
concepción materialista dialéctica del mundo habría sido imposible
vencer al idealismo en su último refugio: la explicación de la esencia
de la sociedad humana. Por otra parte, sin un enfoque materialista de
la sociedad, sin un análisis de la práctica histórico-social y, ante
todo, de la producción social como base del ser humano, habría sido
igualmente imposible crear una concepción filosófica consecuente del
mundo, explicar las leyes del conocimiento humano. Los fundadores del
marxismo resolvieron este problema. Por esto, el materialismo
dialéctico surgió como grandiosa síntesis filosófica que abarcaba en
una concepción única toda la compleja red de fenómenos de la
naturaleza, de la sociedad humana y del pensar, síntesis que unía
orgánicamente en sí misma el método filosófico apto para explicar y
analizar la realidad con las ideas de transformación
práctico-revolucionario del mundo. Esto último constituye uno de los
rasgos más característicos del materialismo dialéctico, a diferencia
de la vieja filosofía, la cual, en lo fundamental, se limitaba a
explicar el mundo. En este hecho hallaron su manifestación las raíces
de clase de la filosofía marxista como concepción del mundo de la
clase más revolucionaria, la clase obrera, llamada a aniquilar el
régimen social basado en la explotación del hombre por el hombre y a
construir una sociedad sin clases, la sociedad comunista. Con el
nacimiento del materialismo dialéctico culmina en lo fundamental el
proceso histórico que lleva a la filosofía a separarse y a formar una
ciencia aparte, con su objeto específico de investigación. Tal objeto
está constituido por las leyes más generales del desarrollo de la
naturaleza, de la sociedad y del pensamiento, aquellos principios
generales y fundamentos del mundo objetivo y de su reflejo en la
conciencia humana que proporcionan un acertado enfoque científico de
los fenómenos y procesos, un método de elucidación, cognición y
transformación práctica de la realidad. La piedra angular del
materialismo dialéctico es la teoría relativa a la naturaleza material
del mundo, al hecho de que en el mundo no existe nada al margen de la
materia y las leyes de su movimiento y cambio. El materialismo
dialéctico es enemigo resuelto e inconciliable de todas las
representaciones acerca de esencias sobrenaturales, cualesquiera que
sean los ropajes de que las revistan las religiones y la filosofía
idealista. La naturaleza se desarrolla y alcanza sus formas
superiores, incluyendo la vida y la materia pensante, no gracias a una
fuerza del más allá, sino merced a causas dadas en ella misma, en sus
leyes. La teoría dialéctica del desarrollo (Dialéctica) elaborada por
el materialismo dialéctico, señala cuáles son las leyes generales
gracias a las cuales acontecen los procesos del movimiento y cambio de
la materia, el paso de sus formas inferiores a las superiores. Las
teorías físicas actuales sobre la materia, el espacio y tiempo, al
reconocer la mutabilidad de la materia cualquiera que sea su especie y
la inagotable facultad de las partículas materiales de experimentar
transformaciones cualitativas, no sólo se encuentran en perfecta
concordancia con el materialismo dialéctico, sino que únicamente en él
pueden hallar las ideas filosóficas y principios metodológicos
necesarios. Lo mismo puede decirse de las ciencias que investigan
otros fenómenos de la naturaleza. Sirve de análoga confirmación de
los principios del materialismo dialéctico la práctica histórica
actual de la humanidad que, dando un viraje radical, deja de lado
viejas formas de vida social, ya periclitadas, para adoptar formas de
vida nuevas, socialistas. Articulando en una unidad la teoría del
ser, del mundo objetivo, y la teoría relativa al reflejo de éste
último en la conciencia del hombre, el materialismo dialéctico es
teoría del conocimiento y lógica. El paso fundamentalmente nuevo dado
por el materialismo dialéctico en este terreno y que coloca la teoría
del conocimiento sobre un sólido fundamento científico, estriba en
haber incluido la práctica en dicha teoría. “Todos los misterios que
descarrían la teoría hacia el misticismo encuentran su solución
racional en la práctica humana y en la comprensión de esta práctica”
(Marx). Después de aplicar la teoría dialéctica del desarrollo al
conocimiento, el materialismo dialéctico estableció el carácter
histórico de los conceptos humanos, reveló la interconexión de lo
relativo y lo absoluto en las verdades científicas, elaboró el
problema concerniente a la lógica objetiva del movimiento del
conocimiento (Lógica dialéctica, Conocimiento). El materialismo
dialéctico es una ciencia en desarrollo. Con cada gran descubrimiento
científico, con el cambio de las formas de la vida social, los
principios y tesis del materialismo dialéctico se concretan, se
desarrollan, asimilan los nuevos datos de la ciencia y de la
experiencia histórica de la humanidad. El materialismo dialéctico
constituye la base filosófica del programa, de la estrategia y de la
táctica, de toda la actividad de los partidos comunistas.

Diccionario de filosofía · 1984:276-277

Materialismo dialéctico

Concepción del mundo filosófica científica, parte integrante de la
doctrina marxista y su base filosófica. El materialismo dialéctico
fue creado por Marx y Engels y desarrollado por Lenin y otros
marxistas. Surgió en los años 40 del siglo 19 y se desarrolló en
ligazón indisoluble con los éxitos de la ciencia y la práctica del
movimiento obrero revolucionario. La aparición del materialismo
dialéctico marcó una verdadera revolución en la historia del
pensamiento humano, en la historia de la filosofía. Pero esta
revolución incluía la sucesión y la reelaboración crítica de todo lo
avanzado y progresista en la historia del pensamiento humano. Las dos
corrientes fundamentales del desarrollo filosófico precedente se
fundieron en un todo en el materialismo dialéctico, y fueron
fecundadas por un enfoque nuevo, por una concepción nueva y
profundamente científica del mundo. Por una parte, era la línea del
desarrollo de la filosofía materialista, que tenía sus fuentes en el
pasado remoto, y, por la otra, la línea del desarrollo de la
concepción dialéctica del mundo, que también tenía sus profundas
tradiciones en la historia de la filosofía. La evolución del
pensamiento filosófico en estrecha conexión con la ciencia y toda la
práctica histórica de la humanidad conducía lógicamente al triunfo de
la concepción materialista del mundo. Pero las doctrinas de los
materialistas anteriores padecían de un defecto esencial, consistente
en que, a pesar de que contenían algunos elementos dialécticos, eran
en su conjunto metafísicas y mecanicistas y conjugaban el materialismo
en la comprensión de la naturaleza y el idealismo en la explicación de
los fenómenos sociales. Los filósofos que desarrollaron el enfoque
dialéctico del mundo en los tiempos nuevos eran principalmente
idealistas, lo cual se dejó sentir con particular realce en el sistema
de Hegel. Marx y Engels no tomaron simplemente la doctrina de los
materialistas anteriores y la dialéctica de los idealistas,
sintetizándolas en un todo, sino que, apoyándose en los éxitos de las
ciencias naturales y en toda la experiencia histórica de la humanidad,
demostraron que el materialismo puede ser científico y consecuente
hasta el fin tan sólo si se hace dialéctico, y la dialéctica puede ser
auténticamente científica, tan sólo conviniéndose en materialista. Un
momento trascendental en la formación del materialismo dialéctico lo
constituyó la elaboración de la concepción científica sobre el curso
del desarrollo histórico y sus leyes (Materialismo histórico). Sin el
enfoque dialéctico-materialista del mundo era imposible vencer al
idealismo en su último refugio: la explicación de la esencia de la
sociedad humana. Pero sin el enfoque materialista de la sociedad y
sin analizar la práctica socio-histórica y, ante todo, la producción
social como la base del ser humano, tampoco era posible crear una
concepción filosófica del mundo consecuente y explicar las leyes del
conocimiento humano. Los fundadores del marxismo resolvieron este
problema. El materialismo dialéctico surgió, por eso, como síntesis
filosófica que abarcaba con una intelección única a toda la complicada
red de los fenómenos de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento,
síntesis que unía en sí, de modo orgánico, el método filosófico de
explicación y análisis de la realidad y la idea de su cambio
práctico-revolucionario. Lo último constituye uno de los rasgos más
característicos del materialismo dialéctico, a diferencia de la vieja
filosofía que se limitaba, en lo fundamental, a explicar el mundo.
Aquí hallaron su expresión las raíces de clase de la filosofía
marxista como cosmovisión de la clase más revolucionaria, la clase
obrera, llamada a destruir el régimen social basado en la explotación
del hombre por el hombre y a edificar la sociedad comunista, la
sociedad sin clases. El surgimiento del materialismo dialéctico dio
término en lo fundamental al proceso de separación de la filosofía
como ciencia independiente, que tiene su objeto específico de
investigación. Su objeto lo constituyen las leyes más generales del
desarrollo de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento, los
principios y bases generales del mundo objetivo y de su reflejo en la
conciencia humana, que proporcionan el debido enfoque científico de
los fenómenos y procesos y el método de explicación, conocimiento y
transformación práctica de la realidad. La piedra angular del
materialismo dialéctico es la doctrina sobre la naturaleza material
del mundo, de que en el mundo no hay nada que no sea materia y leyes
de su movimiento y cambio. El materialismo dialéctico es enemigo
decidido e intransigente de todas las nociones acerca de las esencias
supranaturales, sea cual fuere el ropaje del que las vistan la
religión y la filosofía idealista. La naturaleza alcanza sus formas
superiores, comprendidas la vida y la materia pensante,
desarrollándose no en virtud de una fuerza del otro mundo, sino según
las causas intrínsecas a ella misma, a sus leyes. El materialismo
dialéctico formuló la teoría del desarrollo (Dialéctica), que señala
las leyes más generales que rigen los procesos del movimiento y cambio
de la materia y del tránsito de sus formas inferiores a las
superiores. Reconociendo la mutabilidad de cualesquiera formas de la
materia y la capacidad inagotable de las partículas materiales de
cambiar cualitativamente, las doctrinas físicas modernas de la
materia, el espacio y el tiempo, además de hallarse en plena
correspondencia con el materialismo dialéctico, pueden extraer sólo de
éste las ideas filosóficas y los principios metodológicos
indispensables. Lo mismo puede decirse también de las ciencias que
investigan otros fenómenos de la naturaleza. Igual confirmación de
los principios del materialismo dialéctico es la práctica histórica
contemporánea de la humanidad, que realizó un brusco viraje de las
formas viejas, caducas de la vida social a las formas nuevas,
socialistas. Vinculando en un todo la doctrina del ser, del mundo
objetivo, y la doctrina de su reflejo en la conciencia humana, el
materialismo dialéctico constituye la teoría del conocimiento y la
lógica. El paso nuevo por principio, que el materialismo dialéctico
dio en esta esfera y que colocó un firme fundamento científico de la
doctrina del conocimiento, consiste en que en la teoría del
conocimiento fue incluida la práctica. Al aplicar la teoría
dialéctica del desarrollo al conocimiento, el materialismo dialéctico
estableció el carácter histórico de las nociones humanas, puso de
relieve la interconexión de lo relativo y lo absoluto en las verdades
científicas y elaboró el problema de la lógica objetiva del movimiento
del conocimiento (Lógica dialéctica, Conocimiento). El materialismo
dialéctico es una ciencia en desarrollo. Sus principios y
proposiciones se precisan y desarrollan con cada importante
descubrimiento en las ciencias naturales y con el cambio de las formas
de la vida social, incorporando nuevos datos de la ciencia y de la
experiencia histórica de la humanidad. El materialismo dialéctico es
la base filosófica del programa, la estrategia y la táctica y de toda
la actividad de los partidos comunistas.

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