5-Materialismo vulgar

Materialismo vulgar

Diccionario filosófico marxista · 1946:208

Materialismo vulgar

El materialismo vulgar es una corriente filosófica surgida en Alemania
durante las décadas del 50 y 60 del siglo XIX entre los médicos y
naturalistas. Los representantes más visibles de esta corriente
–Buchner, Vogt y Moleschot– eran tildados por Engels de emisarios del
“materialismo barato” y “predicadores ambulantes” del materialismo
vulgar. Aun reconociendo la materia como la única realidad y
defendiendo el ateísmo, estos materialistas llegaron al extremo de
afirmar que el cerebro segrega el pensamiento de la misma manera que
el hígado segrega bilis, es decir, interpretaron el pensamiento de una
manera materialista vulgar. Tal concepción significaba un retroceso,
no ya con respecto al materialismo dialéctico, sino hasta con el
materialismo francés del siglo XVIII. En el materialismo vulgar son
característicos el desconocimiento absoluto de la dialéctica, la
defensa de la entonces ya anticuada concepción mecanicista de las
leyes del movimiento de la Naturaleza, y el idealismo en la
interpretación de la Sociedad.

Diccionario de filosofía y sociología marxista · 1959:74-75

Materialismo vulgar

Corriente filosófica, aparecida en Alemania en los años 50-60 del
siglo XIX, entre médicos y naturalistas. Los más notables
representantes de esta corriente –Moleschott, Buchner y Vogt–, eran
llamados por Engels repartidores de “materialismo barato” y
“predicadores ambulantes” del materialismo vulgar.

Reconociendo como única realidad la materia, y defendiendo el ateísmo,
los materialistas vulgares se extraviaban en concepciones tales como
que el cerebro segrega el pensamiento cual el hígado segrega, la hiel,
es decir, explicaban el pensamiento en forma materialista vulgar. Tal
punto de vista era un paso atrás no sólo en comparación con el
materialismo dialéctico, sino también con el materialismo francés del
siglo XVIII. Son características del materialismo vulgar, la absoluta
ignorancia de la dialéctica, la defensa de la –para su tiempo
envejecida– concepción mecanicista de las leyes del movimiento de la
naturaleza y del idealismo en la concepción de la sociedad.

Diccionario filosófico abreviado · 1959:340

Materialismo vulgar

Corriente filosófica aparecida a mediados del siglo XIX en Alemania.
Sus representantes más conocidos son Büchner, Vogt y Moleschott.
Engels los llamaba los “agentes vulgarizadores que comercian con el
materialismo”, mercaderes ambulantes del materialismo vulgar. Aun
reconociendo que la materia es la realidad única y defendiendo el
ateísmo (ver), los materialistas vulgares creían que el cerebro
produce el pensamiento como el hígado segrega bilis, explicando así el
pensamiento en una forma groseramente simplista. Semejante concepción
significaba un paso atrás no sólo con relación al materialismo
dialéctico, sino también con relación al materialismo francés del
siglo XVIII. Lo que distingue al materialismo vulgar, es su desdén
absoluto por la dialéctica, la negación del papel activo de la
conciencia, la sumisión a la vieja concepción mecanicista de las leyes
del movimiento, la interpretación idealista de la evolución social.
Los materialistas vulgares eran defensores del capitalismo, enemigos
del proletariado y del marxismo. La base filosófica de sus teorías
sociales era la identificación de las leyes de la sociedad con las de
la naturaleza. Según ellos, el clima, la alimentación, etc.,
determinan directamente la manera de pensar de loa hombres. Büchner
profesaba la teoría metafísica de la herencia, con ayuda de la cual,
justificaba la desigualdad de las clases, la explotación, etc. Sus
proyectos de “reforma” del capitalismo respondían plenamente a los
intereses de la burguesía.

Diccionario filosófico · 1965:304

Materialismo vulgar

(del latín vulgaris, sencillo, habitual). Corriente filosófica de
mediados del siglo XIX, que simplificaba y hacía más toscos los
principios fundamentales del materialismo. Cuando la ciencia natural
avanzaba con gran ímpetu y cada uno de sus nuevos descubrimientos
contribuía a destruir las representaciones idealistas y religiosas, el
materialismo vulgar constituía un exponente de la reacción positivista
del materialismo espontáneo de la ciencia natural ante la filosofía
idealista (en primer lugar, la filosofía clásica alemana). Los
representantes de dicha tendencia (Vogt, Büchner, Moleschott)
popularizaron activamente las teorías científico-naturales, las
contraponían, según expresión suya, el “charlatanismo” filosófico.
Pero junto con el idealismo y la religión, rechazaban la filosofía en
general; pensaban resolver todos los problemas filosóficos en las
investigaciones concretas de la ciencia natural. Incurriendo en los
errores del materialismo metafísico, consideraban que la conciencia y
los demás fenómenos sociales constituían un efecto sólo de procesos
fisiológicos, y que dependían de la composición del alimento, del
clima, etc. Tomaban los procesos fisiológicos como causa de la
conciencia e identificaban conciencia y materia, consideraban el
pensamiento como una secreción material del cerebro. Tendencias del
materialismo vulgar aparecieron posteriormente en formas diversas,
sobre todo en algunas generalizaciones de los datos proporcionados por
la ciencia natural, en particular por la fisiología. Así, por
ejemplo, el no comprender que la conciencia del hombre es un producto
social y que el contenido de todos los procesos psíquicos se halla
causalmente condicionado por el ser social, hace que todavía hoy
algunos filósofos y naturalistas pugnen por hallar los procesos
fisiológicos concretos que determinan el contenido de nuestros
pensamientos, sentimientos y representaciones.

Diccionario de filosofía · 1984:279-280

Materialismo vulgar

(lat. vulgaris): corriente filosófica de mediados del siglo 19, que
simplificaba y distorsionaba los principios fundamentales del
materialismo. En las condiciones del desarrollo impetuoso de las
ciencias naturales, el materialismo vulgar era expresión de la
reacción positivista del materialismo metafísico y científico natural
frente a la dialéctica idealista (ante todo, la clásica alemana). Los
representantes de esta corriente (K. Vogt, L. Büchner, J.
Moleschott) popularizaban activamente las teorías de las ciencias
naturales, oponiéndolas, como decían ellos, a la “charlatanería”
filosófica, esperando resolver en las investigaciones concretas de las
ciencias naturales también los problemas filosóficos. Desde su punto
de vista, la conciencia y otros fenómenos sociales son una
consecuencia de los procesos fisiológicos, dependen de la composición
de la alimentación, del clima, etc., y el pensamiento es una secreción
del cerebro. La tendencia materialista vulgar se manifestó en
distintas formas reiteradas veces también con posterioridad, sobre
todo en algunas interpretaciones “filosóficas” de los hechos de las
ciencias naturales, en particular, de la fisiología. Con la
particularidad de que lo fisiológico se enfocaba como interacción
espacial entre el organismo y los objetos exteriores. El materialismo
vulgar se expresaba en el afán de descubrir (descifrar) en las huellas
de esta interacción la naturaleza de la psique humana. Pero el hombre
no vive sólo en el espacio, sino, también, en el tiempo histórico: su
actividad vital y su capacidad de concientizarla (conciencia) surgen y
se realizan en formas activas de comunicación que se desarrollan
históricamente y cuyo contenido es, al mismo tiempo, el contenido de
la conciencia del hombre.

Comparte este artículo