3-Nacionalismo

Nacionalismo

No figura en el Diccionario filosófico marxista · 1946

Diccionario filosófico abreviado · 1959:371-372

Nacionalismo

Ideología y política de la burguesía que tiende a excitar los odios
nacionales entre los trabajadores, a reforzar la dominación de una
nación sobre otra. El nacionalismo es engendrado por el régimen
capitalista, pues la propiedad privada y el capital dividen a los
hombres necesariamente, atizan el odio nacional y agravan la opresión.
La burguesía propaga el nacionalismo para sembrar la discordia entre
los trabajadores de diferentes naciones, para impedirles que se unan
en su lucha emancipadora, para desviarlos de la lucha de clases y
substituir ésta por la hostilidad entre naciones. Lenin escribía en
1913: “Mirad los capitalistas: se dan por entero a la obra de sembrar
el odio nacional entre la gente sencilla, y al mismo tiempo, realizan
perfectamente sus pequeños negocios. Se puede ver en una sola y misma
sociedad anónima, a rusos, ucranios, polacos, judíos, alemanes. ¡Los
capitalistas de todas las naciones y religiones hacen frente único
contra los obreros a los que tratan de dividir y debilitar por medio
del odio nacional!” (Lenin, Obras, Ed. rusa).

En la época del imperialismo, la burguesía ha hecho del nacionalismo
un arma ideológica de la que se sirve para preparar las guerras
imperialistas y para justificar la esclavización de los demás pueblos.
Durante la primera guerra mundial imperialista, la burguesía de todos
los países beligerantes, conjuntamente con los social patrioteros de
la II Internacional, intoxicaban a las masas con consignas mentirosas
sobre la defensa de la patria burguesa. El imperialismo actual
utiliza el nacionalismo burgués para conservar su sistema
colonialista, para luchar contra el movimiento de liberación nacional
de los pueblos que oprime, para debilitar el campo de la paz, de la
democracia y el socialismo.

Apoyándose firmemente en las ideas de Marx y de Engels, Lenin y Stalin
denunciaron la ideología y la política del nacionalismo burgués, y
elaboraron la teoría, el programa y la táctica del partido marxista en
la cuestión nacional. El marxismo opone al nacionalismo burgués, el
internacionalismo proletario (ver); a la política de opresión
nacional, la reivindicación del derecho a disponer libremente de su
suerte. “Completa igualdad de derechos de las naciones; derecho de
autodeterminación de las naciones; fusión de los obreros de todas las
naciones: tal es el programa nacional que enseña a los obreros el
marxismo, el que enseña la experiencia del mundo entero y la
experiencia de Rusia” (Lenin, “Sobre el derecho de las naciones a la
autodeterminación”, en Obras escogidas, t. 1, p. 908, Ed. esp.,
Moscú, 1948). La Gran Revolución socialista de Octubre liquidó el
yugo nacional, creó condiciones para el florecimiento político,
económico y cultural de las naciones nuevas, socialistas. La Unión
Soviética es el primer Estado multinacional de la historia basado en
la amistad sólida, indestructible, de los pueblos.

El Partido Comunista lucha contra los vestigios del capitalismo,
incluidas las manifestaciones de nacionalismo burgués en la conciencia
de los hombres. En el dominio nacional, esos vestigios son mucho más
tenaces que en cualquier otro. El Partido Comunista educa a los
soviéticos en el espíritu del internacionalismo proletario, del
patriotismo soviético (ver), de la amistad entre los pueblos. Las
supervivencias del nacionalismo revisten formas diversas: idealización
en la ciencia y en la literatura de corrientes nacionalistas
reaccionarias del pasado, las que se hacen pasar por movimientos
“avanzados”, “progresistas”; menosprecio de la amistad de los pueblos,
que es fundamento y pilar del Estado Soviético, etc. Los enemigos del
pueblo soviético querrían en particular, sembrar la discordia entre
los pueblos de la U.R.S.S. y el pueblo ruso, provocar el sentimiento
de desconfianza hacia éste, disminuir su importancia y su papel en la
gran familia de los pueblos y naciones soviéticas. Por lo tanto, toda
subestimación a este respecto hace el juego de los enemigos del
régimen socialista, y representa un mal que es preciso combatir con
energía. En su lucha contra el nacionalismo local o gran-ruso el
Partido Comunista supo unir a los pueblos de la U.R.S.S.

El nacionalismo es fundamentalmente ajeno a la ideología soviética, al
régimen soviético que está totalmente animado del espíritu del
internacionalismo proletario, de la amistad de los pueblos, grandes y
pequeños, del espíritu del patriotismo soviético.

Diccionario filosófico · 1965:331-332

Nacionalismo

Es uno de los principios de la ideología y de la política burguesas,
que se traduce en la idea del aislamiento nacional, en preconizar la
desconfianza hacia las otras naciones y la hostilidad internacional.
El nacionalismo es fruto específico del desarrollo del capitalismo,
refleja el carácter de las relaciones que existen entre las naciones
en el régimen capitalista y presenta dos variedades: chovinismo de
gran potencia en la nación dominante, que adopta una actitud desdeñosa
hacia las otras naciones, y nacionalismo local de la nación subyugada,
que se distingue por una tendencia a encerrarse en sí misma y a
desconfiar de las demás naciones. El nacionalismo surgió al formarse
las naciones, a la par del nacimiento de las lenguas y culturas
nacionales, de la constitución de determinados rasgos psíquicos y de
sentimientos nacionales. Los ideólogos burgueses y reformistas,
especulando con la consigna de los intereses de “toda la nación”,
utilizan el nacionalismo como sutil recurso para aplastar la
conciencia de clase de los trabajadores, para escindir el movimiento
obrero internacional, para justificar las guerras internacionales y el
colonialismo. En ninguna de sus variantes es aceptable el
nacionalismo para los trabajadores, cuyos intereses auténticos sólo
encuentran su expresión en el internacionalismo proletario. Sin
embargo, en una determinada etapa del movimiento de liberación
nacional, los comunistas consideran históricamente justificado el
apoyo al nacionalismo de la nación oprimida, nacionalismo que posee un
contenido democrático general (orientación antiimperialista,
aspiración a la independencia política y económica). En esta variedad
de nacionalismo existe también, no obstante, otra faceta que es
expresión de la ideología y de los intereses de la cúspide
explotadora, reaccionaria, inclinada a conciliar con el imperialismo.
Como elemento de la concepción del mundo, el nacionalismo es el más
difundido y vivaz en el medio pequeño-burgués. Bajo el socialismo,
que establece una igualdad real de las naciones, se liquidan las
raíces sociales del nacionalismo, sus manifestaciones persisten sólo
como supervivencias del capitalismo en la conciencia y en la conducta
de algunas personas.

Diccionario de filosofía · 1984:304-305

Nacionalismo

Principio de la ideología y la política burguesas, consistente en la
prédica del aislamiento nacional y el exclusivismo de algunas
naciones, la desconfianza hacia otras naciones y la enemistad entre
ellas. El nacionalismo surgió en el proceso de formación de las
naciones y está condicionado por el carácter específico del desarrollo
del capitalismo. Al reflejar el carácter de las relaciones entre las
naciones bajo el capitalismo, el nacionalismo presenta dos formas: el
chovinismo de gran potencia de la nación dominante, que se caracteriza
por la actitud despreciativa hacia otras naciones, y el nacionalismo
local de la nación oprimida, que se distingue por la tendencia hacia
el enclaustramiento nacional y la desconfianza hacia las demás
naciones. Especulando con la consigna de los intereses “nacionales
generales”, los ideólogos burgueses y reformistas utilizan el
nacionalismo como medio sutil de aplastamiento de la conciencia de
clase de los trabajadores, de escisión del movimiento obrero
internacional y de justificación del colonialismo y de las guerras
entre las naciones. El nacionalismo sea cual fuere su forma, es
inadmisible para los trabajadores, cuyos intereses auténticos los
refleja sólo el internacionalismo proletario, socialista. Ahora bien,
los comunistas estiman que en determinada etapa del movimiento de
liberación nacional es históricamente justo apoyar el nacionalismo de
la nación oprimida, el cual posee un contenido democrático general
(orientación antiimperialista, aspiración a la independencia económica
y política). En esta variedad del nacionalismo existe, sin embargo,
otro aspecto, que expresa la ideología y los intereses de la cúspide
explotadora reaccionaria, que tiende a la conciliación con el
imperialismo. Los comunistas rechazan incondicionalmente este
aspecto. El nacionalismo como rasgo de la concepción del mundo
sobrevive y está más difundido en el medio pequeñoburgués, y es típico
de los sectores sociales y partidos políticos que profesan la
ideología pequeño-burguesa. En el contexto del socialismo, que
establece la igualdad efectiva de las naciones, se extirpan las raíces
sociales del nacionalismo, y sus manifestaciones sólo existen en forma
de rezagos del pasado en la conciencia y conducta de los hombres.

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