4-Naturalismo

Naturalismo

Diccionario filosófico marxista · 1946:229-230

Naturalismo

(Del latín “natura”, naturaleza.) El naturalismo en filosofía denota
una tendencia falsa, no científica, de explicar la evolución de la
Sociedad por las leyes de la Naturaleza (condiciones climatéricas,
medio geográfico, particularidades biológicas y raciales de los
hombres, etc.). El naturalismo está cerca del antropologismo (ver),
que tampoco concibe las leves específicas que rigen la vida social de
los hombres. Así, por ejemplo, el hombre –ser social– es concebido
por la filosofía feuerbachiana como un ser biológico, y es la
antropología (ciencia del hombre) la que debe, según Feuerbach,
explicar las leyes de su conciencia por las de su existencia
fisiológica. Lenin escribía: “Tanto el principio antropológico como
el naturalismo sólo son descripciones inexactas, débiles, del
materialismo”. Si en los siglos XVII y XVIII, el naturalismo
filosófico había desempeñado un papel positivo en la lucha contra el
espiritualismo (idealismo), posteriormente degeneró en una teoría
idealista reaccionaria. Entre esta clase de teorías se puede también
incluir al malthusianismo (ver), la teoría organicista de Spencer
(ver), las diversas teorías de los “darwinistas sociales” (el intento
de explicar el desarrollo de la Sociedad por las mismas causas que el
de las especies orgánicas). Ver: Social-Darwinismo y otras.

Diccionario filosófico abreviado · 1959:374

Naturalismo

En filosofía, tentativa de explicar el desarrollo de la sociedad por
medio de las leyes de la naturaleza (condiciones climatológicas, medio
geográfico, particularidades biológicas y raciales de los hombres,
etc.). El naturalismo está emparentado con el antropologismo (ver),
que tampoco percibe las leyes específicas que rigen la vida social.
El naturalismo filosófico desempeñó un papel positivo durante los
siglos XVII y XVIII en la lucha contra el espiritualismo (ver); luego,
degeneró en una doctrina idealista reaccionaria. Se puede asimilar a
esta doctrina el malthusianismo (ver), el sistema orgánico de Spencer
(ver), las diversas teorías de los “darwinistas sociales” (tentativas
de explicar el desarrollo de la sociedad por las causas que determinan
la evolución de las especies orgánicas), etc. En el arte, el
naturalismo significa la reproducción groseramente simplista de la
realidad, la confusión de lo esencial y lo secundario, una atención
exagerada prestada a los detalles, etc.

Diccionario filosófico · 1965:333

Naturalismo

(del latín “natura”: naturaleza.) 1. En filosofía, tendencia a
explicar el desarrollo de la sociedad mediante las leyes de la
naturaleza (condiciones climáticas, medio geográfico, particularidades
biológicas y raciales de las personas, etc.). El naturalismo se halla
próximo el antropologismo, el cual tampoco ve las leyes específicas de
la vida social. Mientras que en los siglos XVII y XVIII, el
naturalismo filosófico desempeñó un papel positivo en la lucha contra
el espiritualismo, más tarde degeneró en una teoría idealista
reaccionaria, cuya expresión son el malthusianismo, la teoría
organicista de Spencer sobre la sociedad, y el darvinismo social.

  1. Sistema de concepciones estéticas sobre el arte, y la práctica
    artística que corresponde a dicho sistema, formado en la segunda mitad
    del siglo XIX. Su base filosófica era el positivismo (Comte, Spencer,
    Hippolyte, Taine y otros). El naturalismo, que no se propone penetrar
    en los procesos hondos y esenciales de la realidad, circunscribe la
    representación artística a la copia de objetos y fenómenos casuales,
    singulares. El carácter contradictorio de la concepción estética del
    naturalismo se hizo patente en Émile Zola, cuya obra a menudo
    contradecía sus formulaciones teóricas (“Novela experimental”, 1880;
    “El naturalismo en el teatro”, 1881, y otros trabajos) acerca de la
    identidad entre los fenómenos sociales y biológicos, acerca de la
    independencia del arte respecto a la política y a la moral, etc. Las
    características del arte naturalista burgués de nuestro tiempo –el
    fisiologismo, una amenidad primitiva, el sentimentalismo y
    melodramatismo, una falsa y efectista belleza externa, etc.– se
    manifiestan en los géneros más diversos: en las novelas baratas, en
    los denominados “comics”, en los films de gangsters y en las piezas
    detectivescas, en las ilustraciones pornográficas y en la pintura de
    salón, en los ritmos de jazz, del rock-and-roll y el twist. Las ideas
    de pasividad, de renuncia a la lucha social, de indiferencia por las
    alegrías y sufrimientos de los seres humanos, ideas preconizadas
    (directa o indirectamente) por los partidarios del naturalismo, así
    como el especial interés que éstos manifiestan por los aspectos
    inferiores de la vida humana, sitúan a los naturalistas junto a los
    formalistas, por ejemplo los surrealistas.

Diccionario de filosofía · 1984:305-306

Naturalismo

  1. En filosofía, principio metodológico propio de algunas teorías
    premarxistas que trataban de explicar el desarrollo de la sociedad con
    las leyes de la naturaleza (condiciones climáticas, medio geográfico,
    particularidades biológicas y raciales de los hombres, etc.). El
    naturalismo es próximo al antropologismo, que tampoco advierte las
    regularidades específicas de la vida social. En los siglos 17 y 18,
    el naturalismo filosófico desempeñó un papel positivo en la lucha
    contra el espiritualismo, pero posteriormente degeneró hasta
    convertirse en corriente idealista reaccionaria.
  2. Sistema de opiniones estéticas sobre el arte y el correspondiente
    método artístico, que se formaron en la segunda mitad del siglo 19.
    La base filosófica del naturalismo es el positivismo (Comte, Spencer y
    otros). Sin plantearse la tarea de penetrar en los procesos
    esenciales y profundos de la realidad, el naturalismo reduce la
    creación artística a la copia de los objetos y fenómenos casuales y
    únicos. El carácter contradictorio de la concepción estética del
    naturalismo se manifestó nítidamente en la creación de E. Zola, que a
    menudo entraba en contradicción con sus enunciados teóricos sobre la
    identidad de los fenómenos sociales y biológicos, la independencia del
    arte respecto a la política y la moral, etc. Al naturalismo le son
    típicos el fisiologismo, el carácter distractivo primitivo, el
    melodramatismo, la belleza banal exteriormente impresionante, etc.,
    rasgos estos que se manifiestan en los géneros más diversos de la
    “cultura de masas” en los países capitalistas. Las ideas de la
    pasividad, la renuncia a la lucha social y la indiferencia ante las
    alegrías y los sufrimientos de los hombres, que predican directa o
    indirectamente los partidarios del naturalismo, y su interés especial
    por los aspectos bajos de la vida humana lo acercan a las tendencias
    formalistas en el arte (Formalismo).
  3. En ética, principio metodológico de fundamentación de la moral,
    típico de muchas teorías del pasado y de las concepciones éticas
    burguesas del siglo 20. Según este principio, las representaciones
    morales, en particular el concepto de bien, no se deducen de las leyes
    sociales del ser del hombre, sino de cierto principio natural (leyes
    del Cosmos, del mundo orgánico, de la biología o la psicología del
    hombre). Se refieren al naturalismo en ética el hedonismo, el
    eudemonismo, el utilitarismo, la ética evolucionista, etc. La mayoría
    de las escuelas de la ética burguesa moderna siguen deduciendo los
    conceptos de la moral de los conceptos de las ciencias naturales y de
    los datos de la antropología y la psicología. Son, por ejemplo, la
    ética de la teleología cósmica, las teorías del sentimiento moral, del
    interés y otras. En la teoría burguesa de la moral, el primero en
    someter a crítica el naturalismo fue Moore. El y sus adeptos
    estimaban que no se deben deducir los conceptos morales de los
    “naturales” (a su juicio, en ello estriba el “error naturalista”).
    Pero comprendían lo “natural” muy ampliamente, refiriendo a este
    concepto todo lo que rebasa el marco de la moral, comprendidos los
    fenómenos sociales. A consecuencia de ello, la moral y la ética se
    separan de los conocimientos fácticos acerca del hombre y de las
    ciencias sociales. Este defecto es propio de toda la tendencia
    formalista, surgida en la ética burguesa moderna. En los años 40-50
    aparecen en Occidente varias investigaciones cuyos autores polemizan
    desde las posiciones del naturalismo con el formalismo y el
    neopositivismo. Esta crítica del formalismo y del idealismo en ética
    y los elementos del materialismo, que figuran en las teorías de los
    naturalistas, tienen en conjunto un carácter progresista. La
    limitación de esta crítica es la ausencia de una concepción precisa de
    la diferencia fundamental entre las leyes socio-históricas del
    desarrollo de la moral y los elementos psicológico-antropológicos. El
    marxismo pone en claro que la moral es un fenómeno social específico,
    cuya naturaleza no puede comprenderse sin renunciar hasta el fin a las
    supervivencia del naturalismo en ética.
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