2-Neoeslavófilos

Neoeslavófilos

No figura en el Diccionario filosófico marxista · 1946

No figura en el Diccionario filosófico abreviado · 1959

Diccionario filosófico · 1965:335-336

Neoeslavófilos

Continuadores, en la segunda mitad del siglo XIX, de los primeros
eslavófilos; por esto se llaman también “eslavófilos tardíos”.
Principales representantes: N. I. Danilevski (1822-85), K. N.
Leóntiev (1831-91), Nikolái Nikolaiévich Strájov (1828-96). Las
concepciones político-sociales de los neoeslavófilos eran en extremo
reaccionarias: negaban que el devenir histórico estuviera sujeto a
leyes, contraponían Rusia a Europa, hablaban de un camino especial del
eslavismo (relacionaban ese rasgo peculiar con la religiosidad, con la
autocracia, etc.), predestinado a “salvar” a la humanidad de su
hundimiento, veían en la monarquía la fuerza capaz de hacer frente a
la influencia destructora del Occidente sobre los países del Oriente
(Danilevski: “Rusia y Europa”, 1869; Leóntiev: “Oriente, Rusia y el
eslavismo”, 2 tomos, 1885-86; Strájov: “La lucha con el Occidente en
nuestra literatura”, 3 libros, 1882-96, y otros). Los neoeslavófilos,
negando las contradicciones de clase de la sociedad rusa, se
manifestaban contra la ideología democrática revolucionaria, contra el
socialismo. Strájov (junto con Dostoievski, Alexéi Feofiláktovich
Pisemski, Apolon Alexándrovich Grigóriev y otros) desarrolló la teoría
anticientífica acerca de la aproximación del pueblo (“terruño”) y de
las “clases altas” (teoría denominada “pochviennichestvo”, del
“terruño”). Los neoeslavófilos rechazaban el valor científico del
darvinismo; en filosofía, mantenían concepciones idealistas
religiosas. La ideología de los neoeslavófilos reflejaba los
intereses de las clases explotadoras.

Diccionario de filosofía · 1984:308-309

Neoeslavófilos

(o “eslavófilos tardíos”.) Seguidores de los eslavófilos, que actuaron
en la segunda mitad del siglo 19. Al hacer suya la tesis de sus
predecesores sobre el desarrollo social contrario del Este y el Oeste
y la idea sobre el papel histórico específico de los eslavos, en
primer lugar de los de Rusia, los neoeslavófilos dieron una nueva
fundamentación teórica a los aspectos conservadores del eslavofilismo.
Apoyándose en los métodos de las ciencias naturales interpretados
falsamente, N. Danilevski (1822-1885), principal representante de la
corriente, desarrolló la teoría de los “tipos histórico-culturales”,
de acuerdo con la cual cada pueblo sobrevive una historia original,
atravesando los períodos tribal (juventud), estatal (madurez) y
civilizado (vejez, decaimiento) (Rusia y Europa, 1869). Desde su
punto de vista, el “tipo europeo” (es descir, la Europa burguesa)
sobrevive el período de laxitud, al tiempo que los eslavos entraron en
la época del florecimiento. Por eso, precisamente, un Estado
federativo eslavo, con la Rusia autocrática a la cabeza, puede
coadyuvar al desarrollo de la humanidad. Correligionarios de
Danilevski fueron Leóntiev y N. Strájov (1828-1896). Las teorías de
los neoeslavófilos, que consideraban como anomalía las contradicciones
sociales cardinales en la sociedad rusa, expresaban los intereses de
las clases dominantes y estaban enfiladas contra el democratismo
revolucionario y el socialismo. Las concepciones filosóficas
generales de los neoeslavófilos combinaban de modo ecléctico el
idealismo religioso con elementos del naturalismo. Los neoeslavófilos
rechazaban el valor científico del darwinismo.

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