1-Núcleo atómico

Núcleo atómico

No figura en el Diccionario filosófico marxista · 1946

Diccionario filosófico abreviado · 1959:383-384

Núcleo atómico

Parte central del átomo cargada positivamente y compuesta de
nucleones. Llámanse nucleones las partículas nucleares de carga
positiva (los protones) o nula (los neutrones), que en diversas
combinaciones forman la multitud de núcleos de los átomos de los
diferentes elementos. Siendo la masa de los nucleones unas 2.000
veces mayor que la de los electrones, casi toda la masa del átomo se
halla concentrada en el núcleo atómico. El número de protones del
núcleo (el número atómico) determina su carga positiva y el lugar del
átomo en la clasificación periódica de Mendeleiev (ver). El número de
nucleones en el núcleo se llama número de masa. La masa del núcleo
atómico es inferior a la suma de las masas de sus nucleones; la
formación del núcleo atómico es acompañada por la liberación de una
cierta cantidad de energía, y disminuye, en relación con ello, la masa
del núcleo. Además de los átomos de núcleo estable pueden obtenerse
átomos de núcleos inestables que difieren de los anteriores por un
número más o menos grande de neutrones. Los núcleos inestables son
llamados radioactivos (de radio: yo irradio), pues se desintegran con
emisión de partículas “alfa”, que son núcleos de los átomos de helio,
y de partículas “beta”, es decir de electrones cargados positiva o
negativamente, B+, B−, así como con captación de un electrón de la
envoltura del átomo. En los elementos con número atómico superior a
83, todos los núcleos son radioactivos. La radioactividad (la del
uranio) fue descubierta por H. Becquerel en 1896, y estudiada en
detalle por Pierre y Marie Curie, Rutherford y otros. En 1934,
Fréderic e Iréne Joliot-Curie descubrieron la radioactividad
artificial. Comprobaron que bombardeando elementos estables con
partículas “alfa”, podían obtenerse átomos nuevos, radioactivos, de
sus elementos. Desde entonces, se ha demostrado que por medio de
diversas reacciones nucleares, es posible crear artificialmente gran
número de átomos radioactivos de todos los elementos y obtener nuevos
elementos como el neptunio, el plutonio, el americio, el curio, el
berkelio.

Desde el punto de vista cualitativo, los núcleos de átomos constituyen
una forma específica de la materia a la cual están ligadas formas
cualitativamente nuevas del movimiento (energía nuclear). En el
núcleo del átomo se realiza la unidad de las fuerzas contrarias:
fuerzas eléctricas de repulsión que actúan entre los protones y
fuerzas específicas de atracción que se manifiestan en muy pequeñas
distancias entre los nucleones en el núcleo. El descubrimiento de la
radioactividad y de las reacciones nucleares ha demostrado que todos
los núcleos atómicos podían sufrir diversos tratamientos y que no
había en la naturaleza elementos incambiables. Así, la teoría moderna
del núcleo atómico confirma plenamente la tesis del materialismo
dialéctico sobre la variabilidad de las diversas formas de la materia,
y la inconsistencia de las nociones metafísicas sobre la existencia en
la naturaleza de elementos eternos e invariables. Posteriormente al
estudio de las reacciones nucleares y de la radioactividad artificial,
se descubrió la reacción en cadena de la fisión de núcleos de ciertos
isótopos de uranio y de plutonio, lo que da lugar a la formación de
núcleos de elementos medios de la clasificación de Mendeleiev, y a la
liberación de energía en cantidades millones de veces superiores a las
obtenidas en las transformaciones químicas (por ejemplo, por
combustión) de una misma cantidad de materia. Una reacción en cadena
puede ser, según las circunstancias, relativamente lenta o muy rápida
y producir una explosión (bomba atómica). Para obtener energía
atómica, se puede utilizar, en principio, no sólo una reacción de
desintegración (fisión de los núcleos), sino también reacciones de
síntesis, por ejemplo, la formación, partiendo de núcleos de hidrógeno
de un núcleo de helio y de núcleos de otros elementos livianos. Tales
reacciones son probablemente las fuentes principales de energía solar
y estelar.

El gobierno soviético lucha por la prohibición absoluta de las armas
atómicas, por la utilización pacífica de la energía nuclear. La
U.R.S.S. fue la primera en construir una usina eléctrica que utiliza
energía atómica. Los sabios soviéticos prosiguen sus trabajos sobre
el empleo de la energía del átomo en la industria, la agricultura, la
medicina, etc.

No figura en el Diccionario filosófico · 1965

No figura en el Diccionario de filosofía · 1984

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