2-Población

Población

No figura en el Diccionario filosófico marxista · 1946

No figura en el Diccionario filosófico abreviado · 1959

Diccionario filosófico · 1965:365-366

Población

Conjunto de personas que viven en un territorio dado. El aumento de la
población constituye una de las condiciones de la vida material de la
sociedad. La población es la unidad de dos aspectos: el
económico-social (población como conjunto de personas, miembros de la
sociedad, que tienen entre sí determinadas relaciones sociales) y el
biológico (población como conjunto de individuos biológicos). Las
facetas natural y social de la población se hallan estrechamente
unidas, son parte de un todo único. La población como categoría
económico-social abarca a los productores de bienes materiales, así
como también (en las formaciones de clases antagónicas) a las clases
explotadoras, y en toda sociedad, a los viejos y a los niños, que no
participan en el proceso de la producción social. Al modificarse las
condiciones económico-sociales, cambian también de modo esencial las
características biológicas de la población (salud, natalidad, régimen
de reproducción, etc.). Cada formación económico-social tiene su propia
ley histórica transitoria de población (es característica del
capitalismo, por ejemplo, la ley de la superpoblación relativa). Las
teorías burguesas (verbigracia, el malthusianismo) parten de la falsa
idea de que las leyes de la población son perpetuas e invariables,
justifican por la alta natalidad y obras causas análogas la
explotación capitalista y la opresión de los pueblos coloniales, la
miseria y la insuficiencia de recursos alimenticios. En realidad, el
desarrollo de la población depende de distintos factores: del nivel de
las fuerzas productivas, de las relaciones de producción, del Estado y
del derecho, de la moral, de la religión, de las ideas políticas y
otras, y, finalmente, del medio geográfico. Por complejas que sean las
relaciones entre esos factores, el papel fundamental en el
desenvolvimiento de la población corresponde a las relaciones de
producción, al régimen económico-social, del que depende la situación
en que se encuentran las amplias masas de trabajadores, que
constituyen la masa principal de la población. Pese a que algunos
factores, actuando en sentido contrario, pueden velar temporalmente el
influjo de las relaciones de producción, siempre resulta ser en última
instancia, éste, el decisivo. Tal idea constituye una tesis básica
para el análisis marxista del problema de la población.

Diccionario de filosofía · 1984:339

Población

Conjunto de personas cuya actividad vital transcurre en el marco de
determinadas comunidades sociales: de la sociedad humana en su
conjunto, de grupos de países, países aislados, de diferentes
divisiones regionales dentro de estos países e incluso de poblados
concretos. En el plano sociológico-filosófico, la población se estudia
como sujeto y, a la vez, objeto de la producción social. En la
economía política, la población se enfoca como fuente de recursos
laborales y sujeto del consumo; en la demografía, como conjunto de
generaciones de hombres que se diferencian por su número, edad y sexo;
en la demogeografía, como conjunto de los mismos hombres que se
asientan y migran en los límites de un determinado territorio. El
desarrollo de la población es el problema principal estudiado por
todas estas ciencias. La alteración de la correspondencia entre las
necesidades de la economía nacional en recursos laborales y la
composición numérica de la población, así como entre el carácter no
equilibrado de las necesidades de esta última en mercancías y
servicios y las posibilidades de satisfacción de estas necesidades,
son la causa de las contradicciones en el desarrollo de la población
como categoría económica, y la fuente de los problemas sociales de la
población. Cada modo de producción tiene sus propias leyes específicas
de la población. Así, la sociedad burguesa se caracteriza por una
relativa superpoblación vinculada con la formación del ejército de
desempleados (población obrera de reserva). La ley socialista de la
población consiste en el aseguramiento planificado de la ocupación
completa y la utilización racional de los recursos laborales. En la
sociedad socialista, la política demográfica está orientada al
aprovechamiento de los adelantos económicos para la conversión gradual
de la actividad de cada miembro de la sociedad en una actividad lo más
substancial, múltiple y creativa posible.

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