Posibilidad y realidad
Contenido
Diccionario filosófico marxista · 1946:243-244
Posibilidad es lo que no es todavía una realidad y que puede llegar a
serlo existiendo determinadas condiciones. Realidad es una
posibilidad ya lograda. Hay que distinguir entre la posibilidad
formal, vana, y la posibilidad real. Desde el punto de vista de la
posibilidad formal, “todo es posible”: es posible que la luna caiga
hoy sobre la tierra, que el sultán turco se convierta en papa romano,
&c. La posibilidad formal, o abstracta, es una posibilidad que no
brota, ni remotamente, de la presencia de condiciones objetivas y. no
puede transformase en realidad. Los socialistas utópicos, por
ejemplo, construían sus cálculos sobre la posibilidad de realizar el
socialismo sin la lucha de clases. Pensaban que sólo había que
convencer a reyes y príncipes de las ventajas del socialismo y éstos
ayudarían a realizar los ideales socialistas. A diferencia de la
posibilidad formal, la posibilidad real es la que tiene causas
objetivas y que bajo ciertas condiciones tiene que realizarse
necesariamente, esto es, transformarse en realidad. Hay que
distinguir rigurosamente entre la posibilidad y la realidad. El
régimen soviético creó la posibilidad real para la construcción de la
sociedad socialista. Pero esta posibilidad había que convertirla en
una realidad. “Entre la posibilidad de construir el socialismo y la
realidad de su construcción hay una gran diferencia. No hay que
confundir la posibilidad con la realidad” (Stalin). Gracias a la
justa política del Partido Bolchevique, la posibilidad del triunfo del
socialismo en la Unión Soviética se convirtió en una realidad. Entre
las condiciones necesarias para convertir la posibilidad en realidad
desempeña un papel importantísimo la actividad convenientemente
orientada hacia la consecución del objetivo que se persigue. “Para
transformar la posibilidad en una realidad, hace falta una serie de
condiciones, entre las cuales, la línea del Partido y su justa
aplicación no juegan el último papel” (Stalin).
Diccionario filosófico abreviado · 1959:415-416
Categorías de la dialéctica materialista, que traducen una de las
leyes esenciales del desarrollo objetivo. En el curso de su
desarrollo, lo que nace no se afirma de golpe. Al principio no es más
que una posibilidad. La categoría de posibilidad fija justamente el
estado, el grado de desarrollo de los objetos y de los fenómenos,
cuando no son aún realidad y sólo son una tendencia posible del
desarrollo. Es preciso distinguir la posibilidad formal, abstracta,
de la posibilidad real, concreta. Desde el punto de vista de la
posibilidad formal, “todo es posible”. La posibilidad formal o
abstracta no se basa en condiciones concretas, reales, que hagan
necesaria su transformación en realidad. Lo que en determinadas
condiciones aparece como una posibilidad abstracta, en otras
circunstancias puede convertirse en posibilidad real. Por ejemplo,
las crisis económicas bajo la producción mercantil simple, no son más
que una posibilidad abstracta. La transformación de la producción
mercantil simple en producción capitalista, hace de esta posibilidad
abstracta una posibilidad real. Por consiguiente, contrariamente a la
posibilidad formal, la posibilidad real puede, objetivamente,
realizarse, y en condiciones bien determinadas, se realiza
necesariamente, es decir, se convierte en una realidad.
Importa distinguir netamente la posibilidad de la realidad. El
régimen soviético había creado la posibilidad real de construir la
sociedad socialista. Pero era necesario hacer de esta posibilidad una
realidad. Entre la posibilidad de construir el socialismo y su
construcción efectiva la diferencia es grande. Gracias a la política
justa del Partido Comunista, la posibilidad de la victoria del
socialismo en el País de los Soviets se ha convertido en una realidad.
Entre las condiciones indispensables para la transformación de la
posibilidad en realidad, resalta el papel importante de la actividad
consciente de los hombres, actividad que se apoya en el conocimiento
de las leyes objetivas del desarrollo. Las ventajas del régimen
socialista soviético, del patriotismo soviético y la amistad de los
pueblos de la U.R.S.S., la moral elevada del Ejército Soviético y de
los trabajadores de la retaguardia, hicieron realmente posible la
victoria sobre el enemigo en la gran guerra nacional de la Unión
Soviética. Pero era preciso saber utilizar esta posibilidad. El
Partido Comunista fue el organizador y el animador de la victoria que
libró al mundo del esclavizamiento fascista.
La dialéctica materialista prescribe no solamente el comprobar tal o
cual proceso, sino también comprender las condiciones necesarias para
hacer de esa posibilidad una realidad; ella subraya el papel inmenso
de la práctica, de la lucha que se desarrolla en el curso de esta
transformación. La posibilidad de lo nuevo, de lo progresivo, se
opone a la posibilidad del mantenimiento temporal de lo viejo, de una
victoria pasajera de los elementos retardatarios reaccionarios. Sin
lucha, éstos pueden trabar seriamente y por mucho tiempo, el
florecimiento de lo nuevo, de lo revolucionario. La posibilidad del
desarrollo revolucionario, progresista, no puede jamás convertirse en
una realidad sin la lucha entre lo nuevo y lo viejo, entre lo que es
avanzado y lo que es atrasado, entre el movimiento revolucionario y el
movimiento reaccionario. Así, el Partido Comunista denuncia las
teorías oportunistas sobre el desarrollo espontáneo, y enseña que es
preciso participar activamente en el nacimiento de lo nuevo, de lo
progresista, empeñar una lucha implacable contra todo lo que traba la
victoria de lo nuevo, de lo progresista.
En la situación internacional actual, por ejemplo, la posibilidad del
mantenimiento de la paz es perfectamente real. Pero para que se
convierta en una realidad, es necesario que las fuerzas de la paz se
unan aún más estrechamente en su lucha contra las fuerzas
reaccionarias interesadas en desencadenar una nueva guerra. Esa
posibilidad no podrá convertirse en realidad, sin ese combate, sin que
los pueblos tomen en sus manos la causa de la paz.
El marxismo no tiene nada de común con el fatalismo, según el cual se
trata de esperar simplemente que la tendencia necesaria del desarrollo
se transforme ella misma en realidad desde el momento en que las leyes
económicas determinan esa tendencia. Las leyes objetivas crean una
posibilidad real, posibilidad que se trata de transformar, por medio
de la actividad práctica, en realidad. Así, la ley del desarrollo
armónico (proporcional) de la economía nacional (ver), vigente bajo el
socialismo, no hace sino crear una posibilidad real de la
planificación. Para que esta posibilidad se convierta en realidad, es
preciso dominar esta ley, elaborar planes que traduzcan fielmente sus
disposiciones.
Diccionario filosófico · 1965:369-370
Categorías en que se reflejan el desarrollo dialéctico del mundo
objetivo, los diversos estadios y etapas por los cuales pasan los
objetos en su aparición y evolución. La posibilidad expresa la
tendencia objetiva del desarrollo contenida en los fenómenos
existentes, la presencia de condiciones para que surja el objeto
(cosa, fenómeno) o, por lo menos, la ausencia de circunstancias que
excluyan la aparición del mismo. Se llama realidad cualquier objeto
(cosa, estado, situación) que ya exista como resultado de la
realización de cierta posibilidad. La conexión entre posibilidad y
realidad y el paso de una a otra se encuentran estrechamente ligados
al desarrollo necesario, sujeto a ley, del mundo objetivo, al
reconocimiento del principio del determinismo. Se diferencian la
posibilidad real y la abstracta. La posibilidad abstracta (o formal)
expresa que en la realidad no existen las condiciones que excluyan el
nacimiento de tal o cual fenómeno, mas no presupone que se den
condiciones de las que el fenómeno pueda surgir inevitablemente.
También puede expresar la tendencia aun no desarrollada hacia algo y
suele presentarse unida al desconocimiento de las circunstancias que
se analizan. En este último caso, tras ella puede estar encubierta la
imposibilidad. La posibilidad real implica la presencia de todas las
condiciones necesarias para que la misma se realice inevitablemente.
Sin embargo, la posibilidad abstracta en determinadas circunstancias
puede convertirse en real y viceversa. La relación cuantitativa entre
la posibilidad abstracta y la real puede expresarse en la probabilidad
(Teoría de las probabilidades). La posibilidad de un fenómeno
cualquiera no excluye por sí el fenómeno opuesto o bien la posibilidad
de que no surja. El cálculo de las posibilidades efectivas, la
actividad para transformar algunas de ellas en realidades, el eliminar
los peligros de que surjan posibilidades desfavorables, constituyen
una importantísima tarea práctica del hombre. Dicha tarea,
precisamente, presupone el análisis teórico de la posibilidad, en
particular la consideración de sus relaciones recíprocas con la
necesidad y la casualidad. La posibilidad se convierte en realidad
cuando surge espontáneamente o se prepara de manera consciente todo el
conjunto de condiciones necesarias para la existencia de un fenómeno
determinado. Cuanto mayor sea, por tanto, el número de condiciones y
cuanto más importantes sean éstas, tanto más real resulta la
posibilidad. Así, la de que se produzcan crisis económicas en un
régimen de producción de mercancías, se da ya en el acto de la venta
de estas últimas. Mas para que esta posibilidad se convierta en
realidad se requiere un conjunto de condiciones y relaciones que no
existe aún en el marro de la producción simple de mercancías.
Únicamente se dan tales condiciones y relaciones en la sociedad
capitalista, en la cual las crisis se convierten en necesidad.
Combinando en el curso de la actividad práctica determinados
materiales y fuerzas de la naturaleza, el hombre puede hacer que se
produzcan los fenómenos deseables para él (después de crear el
complejo de condiciones propias del fenómeno en cuestión) y puede
eliminar los que no son deseables (después de suprimir su causa).
Desde luego, semejante actividad no es incondicionada, está limitada
por las leyes objetivas del mundo y se desarrolla en consonancia con
ellas. En la vida social, la posibilidad pasa a ser realidad gracias
a la actividad práctica de los hombres La edificación de la sociedad
comunista, por ejemplo, no es posible sin la actividad consciente del
pueblo dirigido por el Partido Comunista, pero tal actividad ha de
hallarle en concordancia con las leyes objetivas del desarrollo
social. En la historia de la filosofía, antes de Marx y Engels,
quienes realizaron un análisis más profundo de la posibilidad y de la
realidad fueron Aristóteles y Hegel.
Diccionario de filosofía · 1984:342
Categorías con ayuda de las cuales se refleja el desarrollo del mundo
material. La categoría posibilidad fija la tendencia objetiva del
desarrollo de los fenómenos existentes, la de las condiciones de su
surgimiento o, por lo menos, la ausencia de las circunstancias que lo
impiden. La categoría realidad representa todo objeto (estado,
situación) que existe ya a consecuencia de la realización de una
posibilidad. La transformación de la posibilidad en realidad se basa
en la conexión causal de los fenómenos del mundo objetivo. Se
distinguen la posibilidad real y la abstracta. La posibilidad
abstracta (o formal) expresa la ausencia de algunas condiciones que
originan un fenómeno dado y, al mismo tiempo, la ausencia de las
condiciones que impiden su surgimiento. Con este concepto se designa
también una tendencia débilmente expresada en el desarrollo del
fenómeno. La posibilidad real significa la existencia de varias
condiciones necesarias para la realización (transformación en
realidad) del fenómeno dado. En ciertas circunstancias, la
posibilidad abstracta puede convertirse en real y viceversa. La
relación cuantitativa entre ellas puede expresarse por el grado de
probabilidad del surgimiento del fenómeno (Teoría de las
probabilidades). Una importantísima tarea práctica del hombre
consiste en tomar en consideración las posibilidades reales, actuar en
aras de hacer realidad algunas de ellas y eliminar el peligro de la
realización y hasta el surgimiento de las posibilidades indeseables.
En interés de esta actividad se hace el análisis teórico de la
posibilidad, en particular, de su correlación con la necesidad y
casualidad. La posibilidad se convierte en realidad solo cuando se
crea o surge la gama completa de condiciones necesarias para que
exista un fenómeno determinado. Por eso, cuanto mayor es el número de
estas condiciones y cuanto más sustanciales son, tanto más real es la
posibilidad. Así, la posibilidad del surgimiento de las crisis
económicas de la producción mercantil estriba ya en acto de cambio de
mercancías. Pero la transformación de esta posibilidad en realidad
exige todo un conjunto de condiciones y relaciones, que no existe
todavía en el marco de la producción mercantil simple. Dichas
condiciones y relaciones aparecen en la sociedad capitalista
desarrollada, entonces las crisis y los descensos de la producción se
convierten en una necesidad. Combinando en el curso de la actividad
práctica determinados materiales y fuerzas de la naturaleza, el hombre
es capaz de generar los fenómenos deseables (al crear todo el complejo
de condiciones del surgimiento de tal fenómeno) y eliminar los
indeseables (liquidando sus causas). Tal actividad se circunscribe al
marco de las leyes objetivas del mundo y se desenvuelve en conformidad
con ellas. Esto se refiere también a la vida social; por ejemplo, la
edificación de la sociedad comunista es imposible sin la actividad
consciente del pueblo, dirigido por el Partido Comunista, y esta
actividad debe realizarse de acuerdo con las leyes objetivas del
desarrollo social.