1-Positivismo lógico en ética

Positivismo lógico en ética

No figura en el Diccionario filosófico marxista · 1946

No figura en el Diccionario filosófico abreviado · 1959

Diccionario filosófico · 1965:371

Positivismo lógico en ética

Interpretación neopositivista de la moral. Ha alcanzado gran difusión
(a partir de la década de 1920) en los Estados Unidos, Inglaterra,
Austria, en los Países Escandinavos y en América Latina. Existen
varias escuelas basadas en la aplicación del positivismo lógico en
ética (emocionalismo, escuela de Oxford y otras). Los neopositivistas
hacen caso omiso del hecho de que la moral constituye una relación
social y una forma específica de la conciencia colectiva; en ella no
ven más que un “lenguaje moral”. La ética es suplantada por un
análisis puramente lógico de los juicios y “términos” morales. Su
“metaética” es una teoría abstracta y escolástica separada de la vida,
constituye más bien un capítulo de la lógica que una teoría de la
moral. En vez de investigar objetivamente las categorías de la ética,
los neopositivistas se ocupan de elucidar de qué modo y en qué sentido
se usan los juicios morales y los “términos”: bien, mal, deber. Los
neopositivistas se acercan a la moral con medidas propias de la
ciencias naturales y llegan como resultado, a una serie de
conclusiones viciosas. Por ejemplo, basándose en la idea de que el
bien y el mal, no son características de algún fenómeno, perceptibles
a través de los órganos de los sentidos o susceptibles de establecerse
experimentalmente, llegan a la conclusión de que tales conceptos, en
general, no significan nada, que carecen de todo contenido, son
“pseudoconceptos”. Los neopositivistas no comprenden que el bien y el
mal no son características naturales, sino sociales de los actos,
condicionadas por la significación social de estos últimos; de ahí que
resulte imposible verlos o “palparlos” y que sólo puedan determinarse
por vía racional. En conjunto, el positivismo lógico ejerce una
influencia nociva sobre la ética.

No figura en el Diccionario de filosofía · 1984

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