3-Protestantismo

Protestantismo

Diccionario filosófico marxista · 1946:250-251

Protestantismo

El protestantismo es una variante burguesa del cristianismo. El
protestantismo apareció en el primer cuarto del siglo XVI, en el curso
de la Reforma, como movimiento político-social, dirigido contra el
feudalismo y su sostén principal, la iglesia católica. El
protestantismo se difundió primeramente en Alemania, donde la
desintegración política y el Poder de los diversos pequeños príncipes
constituía el obstáculo para el ulterior crecimiento de la
burguesía. La iglesia romana extraía de Alemania enormes sumas por
medio de impuestos, de diversas colectas, de venta de indulgencias
–“el perdón de loe pecados”. El movimiento contra el catolicismo se
asoció con el movimiento por la centralización de Alemania, abarcando
a todas las clases de la sociedad. De pretexto inmediato para este
movimiento sirvió la intervención del profesor de la Universidad de
Wüttenberg, Martín Lutero, contra el comercio con las indulgencias,
por la reforma de la iglesia católica. Cada clase entendía la Reforma
a su manera. Los príncipes, los caballeros, los ricos ciudadanos,
querían someter la iglesia y apoderarse de sus bienes. Los campesinos
y las capas bajas de las ciudades con sus demandas iban más allá de
los marcos de la lucha religiosa y aspiraban a derrocar el feudalismo
por vía revolucionaria. El ideólogo de los campesinos y de los pobres
de las ciudades fue Tomás Münzer, quien planteó la demanda de la
igualdad general, la abolición de la propiedad privada; su filosofía
religiosa se aproximaba al ateísmo, y su programa político estaba
cerca del comunismo. Münzer se puso rápidamente al frente del
movimiento revolucionario de Alemania. La burguesía y Lutero,
atemorizados por el ímpetu del movimiento popular que amenazaba la
existencia, no sólo del régimen feudal, sino la de la propia
burguesía, exigían la implacable represión del pueblo. Los príncipes y
los burgueses se avinieron a un acercamiento con la iglesia católica,
y en 1529 llegaron a un acuerdo dirigido control la Reforma. La
minoría de los príncipes expresó su protesta contra este acuerdo, y
desde entonces los partidarios de la doctrina de la Reforma luterana
comenzaron a llamarse protestantes. Como resultado de una larga lucha
entre los príncipes católicos y los príncipes protestantes, se otorgó
a cada príncipe el derecho de la libre elección de la religión. Marx
escribía sobre la esencia del luteranismo: “Lutero venció la
esclavitud por voto, porque en su lugar colocó la esclavitud por
convicción. Derrotó la fe en la autoridad, porque restauró la
autoridad de la fe. Convirtió a los frailes en laicos, porque
convirtió los laicos en frailes”. La concepción religiosa del mundo de
la burguesía en ascenso se expresó más nítidamente que todo en la
doctrina de Calvino. La base del calvinismo fue la doctrina sobre la
“predestinación”, es decir, la de que ya antes de la creación del
mundo, dios predestinó la suerte de cada hombre, y éste por su
actividad sólo debe demostrar que está destinado para la
“salvación”. Esta doctrina cuadraba con las exigencias de “los más
intrépidos burgueses de la época” y era “la expresión religiosa del
hecho de que en el mundo comercial, en el mundo de la competencia, el
éxito o el fracaso no dependen de la actividad o de la aptitud del
individuo, sino de circunstancias independientes de él”
(Engels). Calvino desarrollaba su actividad en Ginebra, donde implantó
un severo régimen y control sobre la vida de los ciudadanos. La
iglesia calvinista tuvo amplia difusión allí donde se desarrollaba la
burguesía. Las doctrinas de Calvino se divulgaron principalmente en
Suiza. En Francia, los continuadores de Calvino fueron los hugonotes y
los jansenistas. El protestantismo desplazó a la iglesia católica en
Alemania, Inglaterra, Suecia, Noruega, Dinamarca, Holanda y Suiza. La
iglesia católica y la orden de los jesuitas respondieron a la
propagación del protestantismo con una reacción, cuyo resultado fue el
restablecimiento del catolicismo en el sur de Alemania, y la
destrucción del protestantismo en Italia, España y Francia.

No figura en el Diccionario filosófico abreviado · 1959

Diccionario filosófico · 1965:380-381

Protestantismo

(del latín “protestans”: el que protesta, el que demuestra
públicamente.) Tercera variedad del cristianismo, la cual siguió a la
iglesia ortodoxa y al catolicismo; surgió en el periodo de la
Reforma. El protestantismo forma un conjunto de diversas religiones e
iglesias independientes, las cuales se diferencian entre sí por
peculiaridades dogmáticas y canónicas. Las religiones protestantes
poseen caracteres específicos. Los protestantes no reconocen el
purgatorio católico, rechazan el culto a los santos, a los ángeles y a
la virgen; el dios trino de los cristianos ocupa en ellos una posición
de monopolio absoluto. La diferencia fundamental del protestantismo
respecto al catolicismo y a la ortodoxia, radica en la teoría sobre la
relación directa entre Dios y el hombre. Según la concepción de los
protestantes, la gracia concedida por Dios desciende hasta el hombre
sin intervención de la Iglesia, la “salvación” sólo se alcanza gracias
a la fe personal del hombre en la voluntad divina. Esta doctrina
socavaba el primado del poder eclesiástico sobre el seglar, hacia
superfluos la Iglesia católica y el papado romano, libraba de trabas
feudales al hombre y despertaba en su alma sentimientos de
responsabilidad personal, abría el camino a las libertades
democrático-burguesas y al individualismo burgués. En virtud del tipo
de relación que establecía entre el hombre y Dios, el protestantismo
relegaba a un segundo lugar no solo al clero y a la iglesia, sino
además al culto religioso. En las religiones protestantes, no se
venera a las imágenes ni a las reliquias, el número de sacramentos se
reduce a dos (bautismo y eucaristía), los oficios divinos, por lo
común, estriban en sermones, rezos colectivos y canto de salmos. Desde
un punto de vista formal, el protestantismo se basa exclusivamente en
la Biblia, pero de hecho cada religión protestante posee sus símbolos
de la fe, sus autoridades y sus libros “sagrados”, es decir, su
“leyenda sagrada” peculiar. El protestantismo contemporáneo se ha
extendido, ante todo, en los países escandinavos, en Alemania, Suiza,
Gran Bretaña y Estados Unidos. En el siglo XX se desarrolla en el
protestantismo un movimiento ecuménico que ha conducido a la formación
del Consejo Mundial de Iglesias. En los países capitalistas, la mayor
parte de las figuras del protestantismo mantienen (al igual que los
católicos) posiciones anticomunistas. En los países socialistas,
predomina la tendencia a adaptar el cristianismo a las nuevas
condiciones. Muchos protestantes se manifiestan en pro del
debilitamiento de la tirantez internacional y en favor del
desarme. Mas a pesar de algunas tendencias políticas progresivas que
se dan entre una parte de los protestantes, el protestantismo, al
igual que toda religión, es anticientífico y reaccionario.

Diccionario de filosofía · 1984:353

Protestantismo

(latín protestans.) Tercera variedad del cristianismo (después de la
ortodoxia y el catolicismo), que surgió en el período de la
Reforma. El protestantismo es un conjunto de diversas religiones e
iglesias independientes, que se diferencian entre sí por las
peculiaridades dogmáticas y canónicas. Los protestantes no reconocen
el purgatorio católico, rechazan a los santos, los ángeles y la Virgen
ortodoxos y católicos y conceden una posición monopólica absoluta al
Dios cristiano trino. La principal diferencia del protestantismo
respecto al catolicismo y la ortodoxia consiste en la doctrina del
nexo directo entre Dios y el hombre. A modo de ver de los
protestantes, la gracia le viene al hombre de Dios, soslayando la
Iglesia, y la “salvación” se logra únicamente gracias a la fe personal
del hombre y la voluntad de Dios. Esta doctrina torpedeaba la
prioridad del poder espiritual sobre el laico y el papel dominante de
la Iglesia católica y del papa de Roma, liberaba al hombre de las
trabas feudales y despertaba en él sentimientos de la dignidad
personal, representaciones individualistas burguesas, etc. En virtud de
la actitud distinta del hombre hacia Dios, el protestantismo concede
un lugar secundario no sólo al clero y la Iglesia, sino también al
culto religioso. No existe la inclinación a los iconos y reliquias, el
número de sacramentos está reducido a dos (bautismo y comunión), los
oficios divinos consisten de ordinario en prédicas, oraciones
conjuntas y canto de salmos. Formalmente el protestantismo se basa
sólo en la Biblia, pero de hecho cada una de las religiones
protestantes tiene sus propios símbolos de fe, autoridades y libros
“sagrados”. Actualmente, el protestantismo está difundido
principalmente en los países escandinavos, Alemania, Suiza, Gran
Bretaña, EE.UU., Canadá, Australia, etc. En el siglo 20, en el
protestantismo se despliega el movimiento ecuménico, que condujo a la
institución del Consejo Mundial de Iglesias. El protestantismo está
enlazado con distintas tendencias políticas; algunos servidores del
culto tratan de ajustarlo a las nuevas condiciones y acercarlo a las
aspiraciones políticas progresistas de una parte de los protestantes
(lucha por la paz y la distensión internacional).

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