3-Representación

Representación

No figura en el Diccionario filosófico marxista · 1946

Diccionario filosófico abreviado · 1959:442-443

Representación

Imagen sensorial concreta de los fenómenos del mundo exterior. Con
las sensaciones y las percepciones, las representaciones constituyen
el conocimiento sensorial, o, de acuerdo a la terminología de Pavlov
(ver), el primer sistema de señalización de la realidad. Las
representaciones se distinguen de las percepciones en dos puntos. La
percepción refleja un objeto aislado que actúa sobre nuestros órganos
de los sentidos en circunstancias concretas determinadas. La
representación es un reflejo más generalizado y más abstracto. Así,
el hombre percibe un abedul dado en circunstancias determinadas, pero
su representación del abedul reúne los indicios de numerosos abedules
que ha visto, sin retener ciertos indicios que distinguen cada abedul
dado de otro y que caracterizan las circunstancias de la percepción de
cada uno de esos abedules. Además, la representación contiene
elementos de apreciación práctica del objeto considerado. En cierto
sentido, un carpintero se representa el abedul de manera diferente a
un pintor, dada la diferencia de sus respectivas actitudes prácticas
hacia ese árbol. Sechenov (ver) llama a la representación, la mediana
de los conocimientos sensibles del objeto. Pavlov muestra que, en
relación a las percepciones, las representaciones se forman a un nivel
más elevado de la actividad nerviosa superior. Ellas implican un
esfuerzo cerebral más complejo y más diferenciado, es decir, el
análisis de las excitaciones exteriores, su descomposición en sus
elementos, y la síntesis, la reunión de los elementos similares.

El materialismo filosófico marxista denuncia la concepción idealista
que hace de las representaciones un dato primario y de la materia, un
dato secundario, dependiente de las sensaciones humanas. En realidad,
la materia existe independientemente de nuestras representaciones que
son un producto del cerebro y reflejan los objetos y los fenómenos del
mundo exterior.

Diccionario filosófico · 1965:401

Representación

Imagen generalizada, sensorialmente evidente de los objetos y
fenómenos de la realidad; se conservan y reproducen en la conciencia
sin que los propios objetos y fenómenos actúen directamente sobre los
órganos de los sentidos. En la representación del ser humano, se fija
y se conserva lo que objetivamente se convierte en patrimonio de los
individuos gracias a la actividad práctica. Aunque es una forma del
reflejo sensorial del individuo, la representación, en el hombre se
halla indisolublemente vinculada a significaciones socialmente
elaboradas, es mediada por el lenguaje, está llena de contenido social
y es siempre captada por el pensamiento, por la conciencia. La
representación constituye un elemento necesario de la conciencia, pues
vincula sin cesar la significación y el sentido (significación y
sentido) de los conceptos con las imágenes de las cosas, a la vez que
permite a la conciencia operar libremente con las imágenes sensoriales
de los objetos.

Diccionario de filosofía · 1984:372

Representación

Imagen visualizable sensorial sintetizada de los objetos y fenómenos
de la realidad, que se conserva y se reproduce en la conciencia sin
que los objetos y fenómenos mismos influyan directamente sobre los
órganos de los sentidos. En la representación, el hombre consolida y
conserva lo que pasa a ser objetivamente su patrimonio gracias a la
práctica. Aun siendo forma de reflejo sensorial individual, la
representación del hombre está enlazada indisolublemente con las
significaciones socialmente elaboradas mediatizada por el lenguaje,
plena de contenido social y siempre es concientizada. La
representación es un elemento necesario de la conciencia, pues vincula
constantemente la significación y el sentido de los conceptos con la
imagen de las cosas y, a la vez, permite a la conciencia operar
libremente con las imágenes sensoriales de los objetos.

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