4-Revolución socialista (proletaria)

Revolución socialista (proletaria)

Diccionario filosófico marxista · 1946:264-266

Revolución proletaria

La revolución proletaria es el derrocamiento violento de la dictadura
de la burguesía y la implantación de la dictadura del proletariado.
Un ejemplo clásico de una revolución proletaria es la Gran Revolución
Socialista de Octubre de 1917 en Rusia. Stalin, en su obra “En torno
a los problemas del leninismo” (ver), señala los rasgos
característicos de la revolución proletaria que la distinguen de la
revolución burguesa: “1) La revolución burguesa comienza,
generalmente, ante la presencia de formas más o menos plasmadas del
sistema capitalista, formas que surgen y maduran en el seno de la
sociedad feudal ya antes que estalle la revolución, mientras que la
revolución proletaria comienza con la ausencia total o casi total de
formas plasmadas del sistema socialista. 2) La misión fundamental de
la revolución burguesa se reduce a tomar el Poder y ponerlo en
consonancia con la economía burguesa existente, mientras que la misión
fundamental de la revolución proletaria consiste en construir, una vez
tomado el Poder, una economía nueva, socialista. 3) La revolución
burguesa termina, generalmente, con la toma del Poder, mientras que
para la revolución proletaria la toma del Poder no es más que el
comienzo, aparte de que aquí el Poder se utiliza como palanca para la
transformación de la vieja economía y para la organización de la
nueva. 4) La revolución burguesa se limita a sustituir en el Poder a
un grupo de explotadores por otro grupo de explotadores, razón por la
cual no necesita destruir la vieja máquina del Estado, mientras que la
revolución proletaria arroja del Poder a todos los grupos explotadores
y coloca en él al jefe de todos los trabajadores y explotados, a la
clase de los proletarios, razón por la cual no puede menos de destruir
la vieja máquina del Estado y sustituirla por otra nueva. 5) La
revolución burguesa no puede agrupar en torno a la burguesía, por un
período más o menos largo, a los millones de hombres de las masas
trabajadoras y explotadas, precisamente porque se trata de
trabajadores y explotados, mientras que la revolución proletaria puede
y debe vincularlos al proletariado en una alianza duradera,
precisamente en cuanto masas trabajadoras y explotadas, si es que
quiere cumplir su misión fundamental de consolidar el Poder del
proletariado y de construir la economía nueva, socialista” (Stalin).
Sobre la base de un profundo análisis científico de las leyes que
rigen el desarrollo del capitalismo, Marx y Engels llegaron a la
conclusión de que la revolución proletaria es inevitable.
Fundamentaron los objetivos del proletariado en la revolución
socialista, la necesidad de destruir la máquina estatal burguesa y de
crear la dictadura del proletariado. Partiendo de las condiciones del
capitalismo premonopolista, Marx y Engels consideraban posible el
triunfo de la revolución proletaria sólo a condición de la acción
conjunta del proletariado de todos los países avanzados o, por lo
menos, de la mayoría de ellos; en cambio estimaban imposible el
triunfo de la revolución proletaria en un solo país. Desarrollando en
forma creadora el marxismo, Lenin, en 1915-1916, en sus artículos
“Sobre la consigna de los Estados Unidos de Europa”, “El programa
militar de la revolución proletaria”, y en su libro “El imperialismo,
fase superior del capitalismo”, elaboró la nueva teoría de la
revolución proletaria, dio una teoría acabada de la revolución
socialista, la teoría sobre la posibilidad del triunfo del socialismo
primeramente en algunos e incluso en un solo país, por separado.
Lenin llegó a esta teoría sobre la base del análisis científico de la
nueva fase del desarrollo del capitalismo en la época del
imperialismo. Ya en el período de la primera revolución rusa, en
1905, en su libro “Dos tácticas de la socialdemocracia en la
revolución democrática”, Lenin puso de manifiesto el carácter original
de la revolución democrático-burguesa durante la época del
imperialismo. Fundamentando la teoría de la transformación de la
revolución democrático-burguesa en revolución proletaria, creó la
nueva teoría “de la revolución socialista, añadiendo, como aspecto
obligado de ésta, un nuevo factor: el de la alianza del proletariado y
de los elementos semiproletarios de la mudad y del campo, como
condición para el triunfo de la revolución proletaria” (Historia del
P. C. (b) de la U.R.S.S., Compendio). Lenin demostró que en la
época del imperialismo se acentúan cada vez más las contradicciones
entre el trabajo y el capital. El aumento de la opresión en los
países capitalistas conduce al crecimiento de la crisis revolucionaria
en dichos países, a la agudización de las contradicciones entre los
países imperialistas y las colonias. El desarrollo desigual, a modo
de saltos, del capitalismo en la época del imperialismo, acentúa las
contradicciones entre los países imperialistas, hace inevitables las
guerras periódicas por los mercados, por las fuentes de materias
primas, por el reparto del mundo. Estas guerras debilitan a las
fuerzas del imperialismo y hacen posible la ruptura del frente
imperialista en su eslabón más débil. Lenin planteó de una manera
nueva el problema del movimiento nacional liberador de los países
coloniales y dependientes, como la reserva de la revolución
proletaria, demostrando la posibilidad y la inevitabilidad de la unión
de la revolución proletaria en los países capitalistas con el
movimiento de liberación nacional en los países coloniales y
dependientes en un solo frente revolucionario contra el imperialismo.
En las nuevas condiciones, en las condiciones de la lucha por el
triunfo del socialismo en la U.R.S.S. y de la agudización cada vez
mayor de las contradicciones del imperialismo, Stalin desarrolló y
enriqueció la doctrina marxista-leninista sobre la revolución
proletaria, hizo un gran aporte a la fundamentación científica de la
teoría leninista sobre la posibilidad del triunfo del socialismo en un
solo país. Stalin puso al desnudo el carácter contrarrevolucionario
de las tesis de los enemigos del socialismo sobre la imposibilidad del
triunfo del socialismo en la U.R.S.S., sobre la inevitabilidad del
fracaso de la dictadura del proletariado, sobre el choque obligado
entre la clase obrera y los campesinos, la “teoría” de los
restauradores del capitalismo sobre la degeneración de la dictadura
del proletariado, sobre la evolución pacífica del capitalismo hacia el
socialismo. Stalin siguió desarrollando la doctrina sobre la
dictadura del proletariado como instrumento de la revolución
proletaria, fundamentó la posibilidad del triunfo del comunismo en la
U.R.S.S. aún en las condiciones del cerco capitalista. La teoría
marxista-leninista de la revolución proletaria es el instrumento más
importante del proletariado en su lucha contra el capitalismo. Esta
teoría es la que inspiró al proletariado de Rusia para la heroica
Revolución de Octubre, que destruyó a los explotadores y la
explotación del hombre por el hombre en una sexta parte del mundo. La
doctrina de Marx, Engels, Lenin y Stalin sobre la revolución
proletaria, sobre la estrategia y la táctica del Partido Comunista en
la revolución, constituyó el arma más eficaz de la Internacional
Comunista en su lucha por el socialismo en todo el mundo. La
revolución proletaria, triunfante en la U.R.S.S., es la primera etapa
de la revolución socialista mundial. “La importancia mundial de la
Revolución de Octubre consiste, no solamente en que constituye la
grandiosa iniciativa de un país que ha abierto una brecha en el
sistema del imperialismo, siendo el primer foco del socialismo en
medio del océano de los países imperialistas, sino también en que
forma la primera etapa de la revolución mundial y una base potente
para su desenvolvimiento ulterior” (Stalin).

Revolución socialista

Ver: Revolución proletaria.

Diccionario filosófico abreviado · 1959:446-447

Revolución socialista (proletaria)

Derrocamiento violento de la dictadura de la burguesía y
establecimiento de la dictadura del proletariado, con el fin de
liquidar el capitalismo y organizar el nuevo régimen socialista. Los
fundadores del comunismo científico, Marx y Engels, al descubrir las
leyes objetivas del desarrollo de la sociedad, demostraron que la
lucha de clases en la sociedad capitalista conducirá a la victoria del
proletariado. Ellos crearon las bases de la teoría de la revolución
socialista, fundando la necesidad de la ruptura de la máquina estatal
burguesa y el establecimiento de la dictadura del proletariado.

En la época del imperialismo, Lenin desarrolló las ideas de Marx y
Engels sobre la revolución proletaria. Demostró la posibilidad, en
las condiciones del imperialismo, de la victoria de la revolución
socialista al principio en unos cuantos países e incluso en un solo
país capitalista por separado, y la imposibilidad de su victoria
simultánea en todos los países. Lenin descubrió la peculiaridad de la
revolución democrático-burguesa en la época del imperialismo,
fundamentó la necesidad de su transformación en socialista.

La primera revolución socialista triunfante del mundo fue la
revolución de Octubre, realizada bajo la dirección del Partido
Comunista por el proletariado de Rusia en unión con el campesinado
trabajador. La victoria de la revolución de Octubre en la URSS y la
victoria de las revoluciones democrático-populares en una serie de
países de Europa y Asia confirmaron plenamente la justeza de la teoría
marxista-leninista de la revolución socialista.

El XX Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética señaló que
“como resultado de los cambios fundamentales a favor del socialismo en
el ámbito internacional y del enorme crecimiento de la fuerza de
atracción del socialismo, entre los obreros, campesinos e
intelectuales trabajadores, se crean condiciones más favorables para
la victoria del socialismo”. En una serie de países capitalistas, la
clase obrera, encabezada por su destacamento de vanguardia, tiene la
posibilidad real de unir bajo su dirección a la mayoría aplastante del
pueblo, conquistar la mayoría sólida en el parlamento y transformarlo
de órgano de la democracia burguesa en instrumento de la auténtica
voluntad popular.

En las condiciones en que las clases explotadoras recurren a la
violencia sobre el pueblo, hay que tener en cuenta también la
posibilidad del pasaje no pacífico hacia el socialismo. El leninismo
enseña, y la experiencia histórica lo confirma, que las clases
dominantes no ceden el poder voluntariamente. El grado de
exasperación y las formas de la lucha de clases en estas condiciones
dependerán no tanto del proletariado cuanto de la fuerza de
resistencia que opongan los círculos reaccionarios a la voluntad de la
mayoría aplastante del pueblo, de la aplicación de la violencia por
estos círculos en tal o cual etapa de la lucha por el socialismo. En
cada país por separado, la posibilidad real de tal o cual forma de
transición hacia el socialismo es determinada por las condiciones
históricas concretas.

En la declaración aprobada en Noviembre de 1957 en la Reunión de los
Partidos Comunistas y Obreros de los países socialistas, se señala que
los procesos de la revolución socialista y de la construcción
socialista se basan en una serie de leyes fundamentales inherentes a
todos los países que emprenden el camino del socialismo. Estas leyes
generales son: la dirección de los trabajadores por la clase obrera, a
cuya cabeza se halla el partido marxista-leninista, en la realización
de la revolución proletaria en tal o cual forma y el establecimiento
de la dictadura del proletariado en tal o cual forma; la alianza de la
clase obrera con la masa fundamental del campesinado y las otras capas
trabajadoras; la sustitución de la propiedad capitalista por la
socialista; la transformación socialista paulatina de la agricultura;
el desarrollo planificado de la economía; la realización de la
revolución socialista en el terreno de la ideología y la cultura; la
liquidación de la opresión nacional; la defensa de la conquista del
socialismo frente a los atentados de los enemigos internos y externos;
la realización de la política de internacionalismo proletario.

El marxismo-leninismo exige la aplicación creadora de los principios
generales de la revolución socialista, de la construcción socialista,
en consonancia con las condiciones históricas concretas de cada país,
y no admite la copia mecánica de la política y la táctica de los
partidos comunistas de otros países.

Diccionario filosófico · 1965:405-406

Revolución socialista

Radical transformación cualitativa de la sociedad, que señala el paso
del capitalismo al socialismo, La revolución socialista sustituye las
relaciones de producción de dominio y subordinación, basadas en la
propiedad privada, por las relaciones de colaboración y ayuda mutua,
con lo cual liquida toda explotación del hombre por el hombre. Las
bases de la teoría de la revolución socialista fueron formuladas por
Marx y Engels, quienes descubrieron las leyes del desarrollo social y
demostraron que la revolución socialista constituye el resultado,
conforme leyes, del desarrollo de la sociedad, fundamentaron la misión
histórico-mundial del proletariado, la necesidad de destruir la
máquina del Estado burgués y de establecer la dictadura del
proletariado para la construcción del socialismo. La revolución
socialista empieza sin que existan formas preparadas del nuevo modo de
producción y por eso tiene un carácter creador. La edificación de la
nueva sociedad abarca un determinado lapso definido por Marx como
período especial de transición del capitalismo al comunismo (a su
primera fase). Instrumento para la edificación de la nueva sociedad
es la dictadura del proletariado. La conclusión relativa a la
dictadura del proletariado constituye el resultado principal de toda
la teoría revolucionaria de Marx. Lenin, desarrollando con espíritu
creador el marxismo y partiendo del análisis del estadio imperialista
del capitalismo, enriqueció la teoría de la revolución con una serie
de tesis importantísimas, fundamentalmente nuevas: sobre la
posibilidad y la necesidad de la victoria del proletariado primero en
un solo país o en varios países, de lo cual se desprende la necesidad
de la coexistencia de países con distintos sistemas económico-sociales
y políticos; sobre el hecho de que la revolución hace saltar ante todo
los eslabones más débiles en la cadena de la economía capitalista
mundial; sobre la hegemonía del proletariado y la transformación de la
revolución democrático-burguesa en socialista; sobre el vínculo entre
la lucha sostenida por los obreros en los países capitalistas
desarrollados y el movimiento de liberación nacional de los pueblos de
las colonias; sobre la situación revolucionaria; sobre la combinación
de los factores objetivos y subjetivos; sobre la diversidad de formas
de la revolución socialista, y muchas otras tesis. La práctica de la
construcción del socialismo en la U.R.S.S. y en otros países ha
puesto de manifiesto que las leyes principales de la revolución
socialista son: dirección de la revolución por la clase obrera y el
establecimiento de la dictadura del proletariado, alianza entre la
clase obrera y el campesinado, liquidación de la propiedad
capitalista, transformación socialista de la agricultura, desarrollo
planificado de la economía nacional, revolución cultural, liquidación
del yugo nacional, defensa de las conquistas del socialismo,
internacionalismo proletario. El que estas leyes se manifiesten de
uno u otro modo según sean el nivel de desarrollo de las fuerzas
productivas, las peculiaridades nacionales, el nivel general de la
cultura del pueblo, las tradiciones históricas, la correlación de las
fuerzas de clase en el interior del país y en el plano internacional,
constituyen las peculiaridades especificas que en cada país dado
presenta el paso del capitalismo al socialismo. Así, en dependencia
de varias condiciones, la forma de la revolución puede ser pacífica o
no pacífica. El marxismo-leninismo parte de que el grado de
encarnizamiento y dureza de la lucha de clases depende de la
resistencia que los círculos burgueses reaccionarios opongan a la
voluntad de la mayoría del pueblo, depende de que dichos círculos
recurran o no a la violencia. En la época presente, la teoría de la
revolución socialista ha seguido desarrollándose y se ha completado
con varias conclusiones nuevas: sobre la existencia de condiciones
favorables para llevar a cabo la revolución por vía pacífica; sobre la
posibilidad de que los países atrasados sigan la vía no capitalista de
desarrollo y de que se formen Estados de democracia nacional; sobre la
posibilidad de fases de transición en la lucha por la dictadura del
proletariado; sobre la unión, en un poderoso torrente antimonopolista,
de los movimientos democráticos que se manifiestan contra el yugo de
la oligarquía financiera.

Diccionario de filosofía · 1984:377-378

Revolución socialista

Cardinal transformación cualitativa de la sociedad, que marca el paso
del capitalismo al socialismo. La revolución socialista sustituye las
relaciones de producción de dominio y sometimiento, basadas en la
propiedad privada, por las relaciones de colaboración y ayuda mutua, y
suprime de este modo la explotación del hombre por el hombre. Las
bases de la teoría de la revolución socialista fueron elaboradas por
Marx y Engels, que descubrieron las leyes del desarrollo social y
demostraron que la revolución socialista es un resultado lógico del
desarrollo de la sociedad, fundamentaron la misión histórica mundial
de la clase obrera y mostraron la necesidad de establecer la dictadura
del proletariado para construir el socialismo. La conquista del poder
por la clase obrera no es sino el comienzo de las transformaciones
revolucionarias. La edificación de la nueva sociedad abarca todo un
período histórico de transformaciones sociales básicas, definido por
Marx como período especial de transición del capitalismo al comunismo
(a su primera fase). Desarrollando con espíritu creador el marxismo,
Lenin enriqueció, sobre la base del análisis de la fase imperialista
del capitalismo, la teoría de la revolución con una serie de
importantísimas tesis nuevas por principio: la revolución socialista
vence inicialmente en uno o varios países, de lo cual se desprende la
necesidad de la coexistencia de los países con regímenes
socioeconómico y político distintos; la revolución rompe, ante todo,
los eslabones más débiles de la cadena de la economía capitalista
mundial; la hegemonía del proletariado en la revolución democrática
burguesa y la transformación de esta última en revolución socialista;
el significado decisivo que para el triunfo de la revolución tiene la
alianza entre la clase obrera y el campesinado; la ligazón de la lucha
de los obreros en los países capitalistas desarrollados con el
movimiento de liberación nacional; la situación revolucionaria; la
conjugación de los factores objetivos y subjetivos; la diversidad de
formas de la revolución socialista, etc. La práctica de la
construcción del socialismo en la URSS y en otros países muestra que
las principales regularidades de la revolución socialista son: el
papel dirigente de la clase obrera y la solución del problema del
poder estatal a favor de los trabajadores, la alianza entre la clase
obrera y el campesinado, la liquidación de la propiedad capitalista,
la transformación socialista de la agricultura, el desarrollo
planificado de la economía nacional, la revolución cultural, la
liquidación de la opresión nacional, la defensa de las conquistas del
socialismo y el internacionalismo proletario. Una u otra
manifestación de estas regularidades en dependencia del nivel de
desarrollo de las fuerzas productivas, de las peculiaridades
nacionales, del nivel general de la cultura del pueblo, de las
tradiciones históricas y la correlación de las fuerzas en el país y en
el ámbito internacional constituyen los rasgos específicos del paso
del capitalismo al socialismo en cada país concreto. Así, en
dependencia de una serie de condiciones, la forma de la revolución
puede ser pacífica y no pacífica. El marxismo-leninismo parte de que
el grado de crudeza de la lucha de clases depende de la fuerza de
resistencia de los círculos burgueses reaccionarios a la voluntad de
la mayoría del pueblo y del empleo de la violencia por los mismos. En
nuestra época, la teoría de la revolución socialista sigue
desarrollándose y completándose con una serie de nuevas conclusiones:
la existencia de premisas favorables para realizar la revolución en
uno u otro país por vía pacífica; la posibilidad de la vía no
capitalista de desarrollo en los países atrasados y la formación del
Estado de democracia nacional; sobre la posibilidad de las etapas
transitorias en la lucha por la transformación socialista de la
sociedad; sobre la unificación de todos los movimientos democráticos
que se pronuncian contra el yugo de la oligarquía financiera. Como
proceso multifacético y relativamente prolongado, la revolución
socialista plantea la necesidad de consolidar a todas las fuerzas
democráticas y el entrelazamiento de las tendencias socialistas con
las democráticas generales en un poderoso torrente antimonopolista
único, así como la orientación socialista de los países en vías de
desarrollo.

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