5-Salto

Salto

Diccionario filosófico marxista · 1946:274-275

Salto

Salto es la solución de la continuidad, la transición rápida y súbita
de una cualidad a otra, gracias a la acumulación paulatina de los
cambios cuantitativos insignificantes e imperceptibles. “La
transición de una forma del movimiento a otra es siempre un salto, un
viraje decisivo” (Engels). “La vida y el desarrollo en la Naturaleza
implican tanto la evolución lenta como los saltos rápidos, las
soluciones de continuidad” (Lenin). Los metafísicos niegan las leyes
de las transiciones a manera de saltos de un estado cualitativo a otro
estado cualitativo; los metafísicos afirman que el desarrollo es
siempre lento, gradual, sin las transiciones súbitas de la cantidad en
cualidad, sin saltos. El desarrollo de la Naturaleza y de la Sociedad
refuta esta concepción metafísica. En realidad, toda transición de
una cualidad a otra denota un salto y se realiza mediante un salto.
La historia de la tierra representa el proceso de los cambios
cuantitativos graduales, imperceptibles, de la superficie, que
preparan los cambios cualitativos, súbitos, a manera de saltos. Los
cambios cuantitativos graduales que se efectúan en el seno del
capitalismo, preparan los cambios cualitativos básicos del régimen
social, la transición, a manera de salto, de un estado cualitativo de
la sociedad a otro estado cualitativo. Todo el período de transición
del capitalismo al socialismo es una transformación, a manera de
salto, del capitalismo al socialismo. Los saltos en la Naturaleza y
en la Sociedad se diferencian entre sí. En la Naturaleza, los saltos
se realizan espontáneamente; en la Sociedad son preparados por toda la
actividad, entre ella también la actividad consciente de los hombres.
La naturaleza de los saltos es variada. El salto puede tener lugar
como un acto instantáneo o puede prolongarse durante mucho tiempo.
Lenin escribía que los fundadores del socialismo científico llamaban
“salto” a la “crisis desde el punto de vista de los virajes de la
historia universal, y que los saltos de esta clase abarcan periodos
hasta de diez años y más”. Todos los reaccionarios, oportunistas y
reformistas que temen a la revolución y que aspiran a desviar a las
masas trabajadoras y explotadas del camino revolucionario, se
manifiestan contra ley del desarrollo a modo de saltos. doctrina
dialéctica sobre el carácter de saltos del desarrollo tiene una enorme
importancia para la lucha revolucionaría práctica. “Si el tránsito de
los lentos cambios cuantitativos a los rápidos y súbitos cambios
cualitativos constituye una ley del desarrollo, es evidente que las
transformaciones revolucionarias llevadas a cabo por las clases
oprimidas representan un fenómeno absolutamente natural e inevitable”
(Stalin). Por consiguiente, para alcanzar el derrocamiento del
capitalismo y el triunfo del socialismo, hay que ser un revolucionario
proletario y no reformista.

Diccionario de filosofía y sociología marxista · 1959:94

Salto

Transición rápida y subitánea de una calidad a otra. “Aun con toda su
gradación, la transición de una forma de movimiento a otra, siempre
permanece como un salto que se resuelve por revolución” (Engels).

Es necesaria para el salto una acumulación previa de cierta suma de
imperceptibles y graduales cambios cualitativos. Así, calentando el
agua a una temperatura menor de 100 grados, no cambia perceptiblemente
su estado; pero a los 100 grados, el agua se convierte rápidamente en
vapor: la cantidad se convierte en calidad.

Una revolución en la vida social, significa un salto hacia nuevas
formas sociales. La revolución es inevitable cuando en el seno de la
sociedad vieja se desarrollan tanto las fuerzas productivas, que
hácense incompatibles con las relaciones de producción anteriores.

Contra la ley del desarrollo a saltos, se manifiestan, por miedo ante
la revolución, todos los reaccionarios, revisionistas y oportunistas,
que tratan de desviar las masas proletarias del camino de la
revolución.

Diccionario filosófico abreviado · 1959:454-456

Salto

Solución de continuidad en la serie gradual de cambios cuantitativos,
transición del estado cualitativo antiguo al estado cualitativo nuevo
a consecuencia de la acumulación de cambios cuantitativos que eran
hasta ese momento insignificantes y latentes. Los metafísicos niegan
la necesidad de las transiciones por saltos de un estado cualitativo a
otro, pretenden que el desarrollo es siempre evolutivo, cuantitativo,
sin transformación de los cambios cuantitativos en cualitativos, sin
saltos. El devenir de la naturaleza y de la sociedad desmiente esta
concepción metafísica. En realidad, toda transición de una cualidad a
otra es un salto, se efectúa por un salto. El desarrollo de la
naturaleza inorgánica, el de las especies orgánicas, etc., muestra que
los saltos son una etapa necesaria en el curso de la transición del
estado cualitativo antiguo al nuevo. Igualmente, la historia de la
sociedad, la sucesión de las formaciones sociales confirman la teoría
de los saltos, elaborada por la dialéctica marxista. Los cambios
cuantitativos graduales, que se operan en el seno del capitalismo,
preparan un cambio radical, cualitativo, del régimen social, una
transición por medio de un salto del capitalismo al socialismo,
llevada a cabo por la revolución proletaria.

Los reaccionarios, los oportunistas, los reformistas, que por temor a
la revolución se esfuerzan en desviar a los trabajadores de la senda
revolucionaria, niegan la necesidad de los saltos en el desarrollo.
La teoría de los saltos es de gran importancia para la lucha
revolucionaria práctica. “Si el tránsito de los lentos cambios
cuantitativos a los rápidos y súbitos cambios cualitativos constituye
una ley del desarrollo, es evidente que las transformaciones
revolucionarias llevadas a cabo por las clases oprimidas representan
un fenómeno absolutamente natural e inevitable” (Stalin, Cuestiones
del leninismo, página 666, Ed. esp., 1947).

Para obtener la abolición del capitalismo y la victoria del
socialismo, hay que ser revolucionario proletario y no reformista.

La Revolución Socialista de Octubre ofrece el ejemplo clásico de un
salto prodigioso que ha inaugurado la era del hundimiento del
capitalismo mundial. El período de la colectivización en masa de la
agricultura y de la liquidación de los kulaks como clase en el país
soviético ha sido, también, uno de los más grandes saltos
revolucionarios de la historia. En una sociedad dividida en clases
hostiles, las transiciones de un régimen a otro (saltos) revisten el
carácter de revolución política, de explosiones revolucionarias y
llevan al derrocamiento por la violencia del poder de una clase y a la
instauración del poder político de otra. Una vez liquidadas las
clases explotadoras, los saltos pierden el carácter de revoluciones
políticas, de explosiones. La ley de la transformación de la cualidad
antigua en cualidad nueva, bajo forma de explosión no es aplicable a
todas las condiciones sociales. Rige para una sociedad dividida en
clases hostiles, pero no, para una sociedad donde ya no hay
antagonismos entre el poder y el pueblo. Bajo el socialismo, el poder
político pertenece al pueblo. La actividad del estado soviético y del
Partido Comunista se cumple de acuerdo con las leyes objetivas del
desarrollo. Los planes del Estado son apoyados sin reserva por las
clases trabajadoras. Bajo el socialismo, no hay clases susceptibles
de impedir el surgimiento y el florecimiento de lo nuevo y de combatir
para mantener lo que muere y frena el progreso. En la sociedad
socialista quedan todavía elementos inertes, atrasados, que traban el
desarrollo, pero la sociedad triunfa fácilmente sobre su resistencia.
Por esta razón, los cambios cualitativos madurados en el seno de la
sociedad soviética se cumplen no por explosión, es decir, por la
abolición del poder existente y el establecimiento de otro poder, sino
por un deterioro gradual de los elementos de la cualidad antigua y por
el crecimiento de los elementos de la cualidad nueva. Así, en el
campo soviético se ha efectuado un salto gigantesco que ha reemplazado
el régimen económico antiguo, burgués, por un régimen nuevo,
socialista, el régimen koljosiano. La transición gradual del
socialismo al comunismo significará un salto grandioso en la expansión
de las fuerzas productivas y de la cultura de la sociedad soviética,
un viraje decisivo, el pasaje de una economía, la socialista, a otra
economía, superior, la comunista.

Pero esta transición se lleva a cabo no bajo la forma de una lucha de
clases antagónicas, de una explosión revolucionaria, puesto que en la
sociedad socialista las clases hostiles no existen, sino gradual y
armónicamente, en la estrecha cooperación del Estado, del poder
comunista, del pueblo entero, unido moral y políticamente, y movido
por esa fuerza poderosa que es el patriotismo soviético. Bajo el
socialismo, el desarrollo económico no se efectúa por conmociones,
sino por cambios graduales. Eso significa que todos los cambios
cualitativos, radicales, que se imponen en el curso de la transición
del socialismo al comunismo (por ejemplo, la transformación de la
propiedad koljosiana en propiedad estatal, etc.), se desarrollarán
progresivamente por tránsito gradual.

En la naturaleza, las transformaciones de la cualidad antigua en
cualidad nueva revisten igualmente formas muy variadas: se cumplen ya
por cambios rápidos y bruscos que sobrevienen a consecuencia de
modificaciones cuantitativas lentas, ya bajo el efecto de la
acumulación gradual de los elementos de la cualidad nueva y del
deterioro de los elementos de la cualidad antigua. En ambos casos,
los cambios cualitativos aparecen a consecuencia de cambios
cuantitativos que preparan la aparición de la cualidad nueva. (Ver
igualmente transformaciones de los cambios cuantitativos en cambios
cualitativos).

Diccionario filosófico · 1965:410

Salto

Estadio de los cambios radicales, cualitativos, de un objeto o
fenómeno; momento o periodo en que una vieja calidad se convierte en
nueva como resultado de cambios cuantitativos. En comparación con la
fase precedente, evolutiva del desarrollo, el salto son cambios más o
menos manifiestos, relativamente rápidos. La destrucción de una vieja
calidad y la formación de una nueva, todo cambio cualitativo, sólo
puede verificarse por medio de un salto. Pero las formas del salto
son extraordinariamente diversas y dependen tanto del carácter del
fenómeno como de las condiciones en que transcurre el desarrollo del
mismo. En esencia, cada fenómeno se transforma en otro nuevo de un
modo propio especial. No obstante, todas estas transiciones pueden
dividirse en dos tipos, relativamente determinados: saltos bruscos y
saltos graduales. Los primeros se efectúan de tal modo que la vieja
calidad se transforma de golpe y por entero (verbigracia,
transformación de unas partículas elementales en otras; en la vida
social, tenemos un ejemplo de salto brusco e impetuoso en la
Revolución de Octubre). Los otros se realizan de tal modo que lo
existente cambia por partes, por elementos aislados, hasta que, como
resultado del desarrollo gradual, se transforma por entero. En la
vida social, el primer tipo de salto es característico de las
formaciones antagónicas, donde la clase dominante obstaculiza el paso,
históricamente necesario, del viejo régimen a otro nuevo. Semejante
paso (por ejemplo, del capitalismo al socialismo) sólo puede
realizarse por medio de una revolución política. El segundo tipo de
salto es característico del régimen no antagónico, en el cual todas
las fuerzas sociales fundamentales están interesadas en el desarrollo
progresivo de la sociedad. Esto lo tenía presente Marx cuando predijo
que en la sociedad sin clases, las evoluciones sociales dejarían de
ser revoluciones políticas. El programa del P.C.U.S. parte de que
los cambios cualitativos graduales constituyen una ley de la
edificación comunista. La creación de la base material y técnica del
comunismo, la desaparición de las diferencias de clase y de otro tipo,
la extinción del Estado, la educación del hombre nuevo, todo esto son
cambios revolucionarios decisivos en el desarrollo de la sociedad
socialista, cambios que no se producen de manera repentina, de golpe,
sino de manera gradual e ininterrumpida. El comunismo, surge del
socialismo, es la continuación directa del mismo. Sería falso,
erróneo, pensar que el comunismo aparecerá de manera repentina. El
paso del socialismo al comunismo se produce ininterrumpidamente.
Ahora bien, el paso gradual al comunismo no ha de ser comprendido como
un movimiento retardado. Al contrario, se trata de un periodo de
rápido desarrollo de todas las facetas de la vida de nuestra sociedad.
Por otra parte, semejante forma de desarrollo no excluye que se
produzcan saltos rápidos, bruscos, en tales o cuales esferas (por
ejemplo, en la técnica, en la ciencia, etc.).

Diccionario de filosofía · 1984:382

Salto

Cambio cardinal, cualitativo, del objeto o fenómeno, transformación de
la vieja calidad en una nueva, debido a los cambios cuantitativos
(Transformación de los cambios cuantitativos en cualitativos). En
comparación con la fase anterior, de evolución, de desarrollo, el
salto supone cambios más o menos abiertos y relativamente más rápidos.
Todo cambio cualitativo sólo es posible a través del salto. Pero las
formas del salto son extraordinariamente múltiples y dependen tanto
del carácter del fenómeno como de las condiciones en que transcurre su
desarrollo. En esencia, cada fenómeno tiene su modo específico de
pasar al nuevo. Ahora bien, todas estas transiciones pueden ser
divididas en dos tipos relativamente definidos: los saltos bruscos y
los graduales que a menudo se combinan en los mismos procesos. Los
primeros se realizan de modo que la vieja cualidad cambia de golpe,
completamente (por ejemplo, la transformación de unas partículas
elementales en otras; en la vida social puede servir de ejemplo de un
salto brusco la revolución social). En los otros cambian tan sólo
partes, elementos de lo existente, hasta que este último se transforme
gradualmente por entero. En la naturaleza se realizan preferentemente
de este modo los cambios cualitativos de las especies de plantas y
animales. En la vida social, el primer tipo de salto es
característico para las formaciones antagónicas, en las que la clase
dominante obstaculiza la transición del viejo régimen al nuevo,
transición que se ha hecho ya necesidad histórica. Esta transición
(por ejemplo, del capitalismo al socialismo) puede efectuarse sólo
mediante la revolución política. El segundo tipo de salto es propio
del régimen no antagónico, en el que todas las principales fuerzas
sociales están interesadas en el desarrollo progresista de la
sociedad. Esto lo tuvo en cuenta Marx al predecir que en la sociedad
sin clases, las evoluciones sociales dejarán de ser revoluciones
políticas. El PCUS parte de que los cambios cualitativos graduales
son una ley de la edificación comunista. La creación de la base
material y técnica del comunismo, la eliminación de las
contradicciones de clase y otras, la extinción del Estado y la
educación de un hombre nuevo son virajes revolucionarios decisivos en
el desarrollo de la sociedad socialista, que no se realizan de golpe
sino paulatina e ininterrumpidamente. Al mismo tiempo, el paso
gradual al comunismo no descarta los saltos rápidos y bruscos en unas
u otras esferas de la vida social (por ejemplo, en la ciencia, la
técnica, etc.).

Comparte este artículo