2-Sentido común

Sentido común

No figura en el Diccionario filosófico marxista · 1946

No figura en el Diccionario filosófico abreviado · 1959

Diccionario filosófico · 1965:417

Sentido común

Conjunto de ideas, hábitos y formas de pensar que el hombre ha
elaborado en su actividad práctica cotidiana. En las publicaciones
filosóficas, el término se utiliza ante todo en contraposición a las
lucubraciones del idealismo, hechas de espaldas a la vida. En este
aspecto, el punto de vista del sentido común coincide con las
posiciones del materialismo. No es casual que los materialistas del
pasado constantemente se remitieran a las razones del sentido común.
Éste, no obstante, así entendido, adolecía de insuficiencias
esenciales. No penetraba en la esencia profunda de los objetos y
procesos, reflejaba la limitación del hacer práctico de todos los
días. Ello explica que no raras veces el punto de vista del sentido
común se contrapusiera al pensar científico. Los lazos cada vez más
amplios entre la ciencia y la producción, así como el mayor
conocimiento que todas las capas de la población adquieren de las
concepciones científicas, modifican las características de la práctica
diaria, la aproximan a la práctica de la ciencia, y modifican asimismo
las características del sentido común, acercándolo, en cierta medida
al conocimiento científico. Por esto, precisamente, la contraposición
anterior pasa a ser sumamente convencional.

Diccionario de filosofía · 1984:387-388

Sentido común

Conjunto de opiniones, hábitos y formas de pensamiento, que el hombre
sencillo usa en su actividad práctica diaria. En las publicaciones
filosóficas, el término “sentido común” se empleó ante todo en
oposición a las construcciones escolásticas, separadas de la vida
práctica, y en las obras de los materialistas, al idealismo, aunque
intentaron referenciarse al sentido común también los defensores de
las posiciones idealistas (por ejemplo, Berkeley y Fichte). A menudo,
el punto de vista del sentido común se proclamaba correcto en esencia,
pero limitado a la superficie de los fenómenos. Los resultados del
razonamiento filosófico y científico se consideraban como
especificación y esclarecimiento (y no pocas veces incluso como prueba
rigurosa) de la posición intuitivamente adoptada por el sentido común.
La ligazón cada vez más estrecha de la producción con la ciencia y la
amplia difusión de los conocimientos científicos cambian las
características del sentido común, aproximándolo en muchos aspectos a
las características del conocimiento científico.

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