2-Sintoísmo

Sintoísmo

No figura en el Diccionario filosófico marxista · 1946

No figura en el Diccionario filosófico abreviado · 1959

Diccionario filosófico · 1965:426

(japonés: camino de los dioses.) Religión japonesa, que surgió durante
el régimen de la comunidad primitiva y ha sufrido importantes
transformaciones en su desarrollo. El término “sinto” empezó a
utilizarse en el siglo XVIII para diferenciar el sintoísmo del
budismo, del cual se habían asimilado muchos ritos y representaciones.
En 1868, el sintoísmo fue proclamado religión del Estado y formalmente
siguió siéndolo hasta 1946: de hecho, el sintoísmo empezó a perder su
importancia desde fines del siglo XIX. Lo fundamental, en el
sintoísmo, es la veneración de numerosísimos kami (espíritus), que en
un principio, estaban personificados por animales, plantas, objetos,
fenómenos de la naturaleza y por las almas de los antepasados. Según
el sintoísmo, la relación entre las divinidades y los seres humanos se
establece a través del emperador (Mikado), descendiente de Amaterasu
(diosa del sol), y a través de los representantes de esta diosa en la
tierra. El Mikado se considera origen de todos los japoneses y es
objeto de honores divinos. Su procedencia divina ha empezado a
negarse después de la derrota del Japón en la segunda guerra mundial.

Diccionario de filosofía · 1984:395

(japonés “sinto”: camino de los dioses.) Religión surgida en Japón en
el contexto del régimen de la comunidad primitiva y la cual sufrió
cambios considerables en el proceso de su desarrollo. El término
“sinto” empezó a emplearse en el siglo 18, para diferenciar el
sintoísmo y el budismo, del que aquél tomó muchos ritos e imágenes.
En 1868, el sintoísmo fue proclamado religión oficial desempeñando
este papel formalmente hasta 1945, pero de hecho su significación
comenzó a disminuir desde fines del siglo 19. Lo principal del
sintoísmo es el culto de numerosos dioses, que inicialmente se
personificaban en animales, plantas y almas de los antepasados. Según
el sintoísmo, los dioses y los hombres se interrelacionan a través del
emperador (mikado), descendiente de Amaterasu (diosa del Sol) y su
emisario en la Tierra. El mikado se considera progenitor de todos los
japoneses y se le rinde homenaje como a una divinidad. Al ser
derrotado Japón en la Segunda guerra mundial, se empezó a negar el
origen divino del mikado, pero en algunos aspectos el sintoísmo se
moderniza y renueva.

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