5-Sistema geocéntrico y heliocéntrico del mundo

Sistema geocéntrico y heliocéntrico del mundo

Diccionario filosófico marxista · 1946:278

Sistema geocéntrico y heliocéntrico del mundo

Hasta el siglo XVI imperaba coma concepción, el sistema geocéntrico
del mundo del sabio griego Ptolomeo, según el cual, la Tierra es
inmóvil y constituye el centro del Universo, girando en su derredor el
sol, la luna, los planetas y los demás astros: todo el mundo. Por eso
suponían –y este error era sostenido por la Iglesia– que en la
Naturaleza todo se realiza al servicio de la Tierra, al servicio de
los intereses de los hombres. Copérnico (siglo XVI) demostró la
inconsistencia de esta teoría y expuso el sistema heliocéntrico del
mundo, según el cual, en el centro del Universo se halla el Sol, y los
planetas (entre ellos también la Tierra) giran a su derredor. La
Iglesia desplegó una cruel lucha contra la teoría científica de
Copérnico que discrepaba radicalmente de los dogmas eclesiásticos.
Veía con razón en la doctrina de Copérnico un golpe al propio
fundamento de la concepción religiosa del mundo. La iglesia no pudo
admitir que un suceso de tanta “importancia histórica-universal” como
el “nacimiento de Cristo” no tuviese lugar en el Centro del Universo.
El sistema de Copérnico es actualmente aceptado con la enmienda de que
el Sol se halla en lo que sólo es el centro del sistema solar que se
mueve en el espacio sideral.

Diccionario de filosofía y sociología marxista · 1959:95

Sistema geocéntrico y heliocéntrico del mundo

Hasta el siglo XVI dominaba el sistema geocéntrico del mundo, del
sabio griego Ptolomeo, según el cual la tierra está inmóvil y
constituye el centro del universo, girando en su derredor el sol, la
luna, los planetas y las estrellas: todo el universo. Por ello,
suponíase –y ese extravío era apoyado por la iglesia– que todo en la
naturaleza se hace para la tierra, por el interés de los hombres.

Diccionario filosófico abreviado · 1959:465

Sistemas heliocéntrico y geocéntrico

Hasta el siglo XVI, Ptolomeo (siglo II de n.e.) mantuvo su autoridad
con su sistema geocéntrico, según el cual, la Tierra era un cuerpo
fijo situado en el centro del universo, que se movía alrededor de
ella. Copérnico (ver) mostró la inconsistencia de esa teoría y
edificó su sistema heliocéntrico (del griego, ἥλιος: sol) según el
cual, el Sol se halla colocado en el centro del Universo y los
planetas, inclusive la Tierra, se desplazan a su alrededor. La
Iglesia sostuvo una lucha encarnizada contra la teoría científica de
Copérnico, que rompía resueltamente con los dogmas religiosos, con la
leyenda de la creación del mundo por Dios. El sistema heliocéntrico
asestó un golpe a la base misma de la concepción religiosa del mundo.
Algunos años después de la muerte de Copérnico se confeccionaban
tablas astronómicas basadas en ese sistema. Reconocido por la
ciencia, adquirió precisión más tarde respecto a un punto importante:
el Sol es el centro de nuestro sistema planetario, pero éste a su vez,
se mueve en el espacio cósmico.

En nuestros días, los filósofos reaccionarios se afanan en resucitar
la teoría de Ptolomeo, caduca desde mucho tiempo atrás, explotando las
vacilaciones idealistas de los sabios. Se aduce la teoría de la
relatividad (ver) para afirmar que es indiferente saber cuál de los
dos sistemas es digno de fe, pues tanto uno como el otro serían
“igualmente verdaderos”. Se trata pues, de un retorno de una
pseudociencia reaccionaria a las imágenes fantásticas del mundo.

Diccionario filosófico · 1965:427-428

Sistemas heliocéntrico y geocéntrico del mundo

Según el sistema geocéntrico (del griego γῆ: Tierra) del mundo, la
Tierra es inmóvil y constituye el centro del universo; a su alrededor
giran el Sol, la Luna, los planetas y las estrellas, Dicho sistema,
basado en concepciones religiosas), también en las obras de Platón y
de Aristóteles, alcanzó con Tolomeo, sabio griego de la Antigüedad
(siglo II de n.e.), su exposición más completa. Según el sistema
heliocéntrico (del griego ἥλιος; Sol) del mundo, la Tierra, que rota
alrededor de su eje, constituye uno de los planetas que giran en torno
al Sol. Algunas ideas en favor de este sistema se encontraban ya en
Aristarco de Samos, Nicolás de Cusa y otros, mas el auténtico creador
de la teoría heliocéntrica es Copérnico, quien la elaboró con todo
detalle y la fundamentó matemáticamente. Más tarde, el sistema de
Copérnico se precisó: el Sol no se halla en el centro de todo el
universo, sino tan sólo del sistema solar. Contribuyeron en
extraordinaria medida a proporcionar una base sólida a este sistema,
Galileo, Kepler y Newton. La lucha de la ciencia avanzada por la
victoria del sistema heliocéntrico socavó la doctrina de la Iglesia
sobre la Tierra como centro del mundo.

Diccionario de filosofía · 1984:397

Sistemas heliocéntrico y geocéntrico del mundo

Según el sistema geocéntrico (gr. geo. Tierra) del mundo, la Tierra
es inmóvil y constituye el centro del Universo; giran en torno a ella
el Sol, la Luna, los planetas y los astros. Este sistema, basado en
las concepciones religiosas, así como en las obras de Platón y
Aristóteles, fue concluido por el antiguo filósofo griego Ptolomeo
(siglo 2). Según el sistema heliocéntrico (gr. helios: Sol) del
mundo, la Tierra, que gira sobre su eje, es uno de los planetas que
giran en torno al Sol. Algunos enunciados en favor de este sistema
fueron emitidos por Aristarco de Samos, Nicolás de Cusa y otros, pero
el verdadero autor do esta teoría fue Copérnico, que la elaboró
exhaustivamente y la fundamentó en el plano matemático. Más tarde, el
sistema de Copérnico fue precisado: el Sol no se encuentra en el
centro de todo el Universo, sino tan sólo en el del sistema solar. En
la fundamentación de este sistema desempeñaron un enorme papel
Galileo, Kepler y Newton. La lucha de la ciencia de avanzada por la
victoria del sistema heliocéntrico minaba la doctrina de la Iglesia
sobre la Tierra como centro del mundo.

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