3-Tipos de relaciones de producción

Tipos de relaciones de producción

Diccionario filosófico marxista · 1946:301-302

Tipos de relaciones de producción

La Historia conoce cinco tipos fundamentales de relaciones de
producción: comunismo primitivo, esclavitud, feudalismo, capitalismo y
socialismo. Bajo el régimen del comunismo primitivo, el hombre era
impotente en su lucha contra la Naturaleza. Las herramientas de
piedra sin pulimentar, el arco y la flecha, le obligaban a trabajar en
común, colectivamente; de aquí también la propiedad común sobre los
medios de producción y sobre los productos, no existiendo clases, ni
explotación. Con la transición al empleo de herramientas metálicas,
con la aparición del hacha de hierro y del arado, las tribus nómadas
pasaron a una vida sedentaria y comenzaron a dedicarse a la
agricultura, a la cría del ganado y a los oficios. El aumento de la
productividad del trabajo llevó a la aparición de la propiedad
privada, del intercambio y de la acumulación de riquezas en manos de
unos cuantos. Aparecieron las clases: esclavos y esclavistas. Bajo
el régimen esclavista, el dueño de esclavos era el propietario de los
medios de producción y del propio esclavo. El trabajo, libre de
explotación, de los hombres del comunismo primitivo, fue reemplazado
por el de los esclavos explotados. La base de las relaciones de
producción de la sociedad feudal era la propiedad del señor feudal
sobre los medios de producción y su propiedad parcial sobre los
productores, los campesinos siervos. Paralelamente a la gran
propiedad feudal de la tierra, existía, sobre la base de su trabajo
personal, la propiedad individual de los campesinos y de los artesanos
sobre los instrumentos de producción. El señor feudal prefería el
siervo al esclavo, por mostrar el primero mayor interés en el trabajo.
El siervo saldaba sus cuentas con el señor feudal en especie (una
parte de la cosecha, diversas prestaciones, etc.), o en dinero, cuando
la economía monetaria adquirió mayor auge (censo monetario). El
desarrollo de las fuerzas productivas, el crecimiento del comercio en
el seno de la sociedad feudal, dieron nacimiento a la manufactura
capitalista del gran taller en el que trabajaron para el capitalista
decenas y centenares de obreros-artesanos. La introducción de las
máquinas convirtió la producción manufacturera-artesana en la gran
industria, modificando radicalmente las relaciones de producción. El
imperio de la gran propiedad agraria feudal y de la pequeña propiedad
es sustituido por la gran propiedad industrial y comercial
capitalista. La clase de los capitalistas dueños de los medios de
producción, y los obreros asalariados, carentes de tales medios y
explotados por los capitalistas, son las clases fundamentales de la
sociedad burguesa. Con el desarrollo del capitalismo se acentúan cada
vez más sus contradicciones. El carácter social de la producción de
la gran industria entra en contradicción con la forma privada de
apropiación de los frutos de la producción social. La concurrencia en
el imperio de la propiedad privada capitalista, así como la anarquía
de la producción, la falta de principios planificadores en el
desenvolvimiento de la economía, conducen a las crisis de
superproducción que aniquilan las fuerzas productivas y condenan a la
clase obrera al paro forzoso, a la miseria y al hambre. Las
contradicciones del capitalismo adquieren una especial agudeza en su
última etapa de desarrollo, en la época del imperialismo. La
revolución proletaria es la que destruye las relaciones capitalistas
de producción y afianza las socialistas, las únicas que corresponden a
las fuerzas productivas últimamente desarrolladas y al carácter social
de la producción. Bajo el régimen socialista, que hasta hoy sólo es
una realidad en la U.R.S.S., la base de las relaciones de producción
es la propiedad social sobre los medios de producción, la propiedad
del Estado y de las Cooperativas y Koljoses. Fueron suprimidas las
clases explotadoras así como la explotación. Los productos son
distribuidos según el trabajo, de acuerdo con el principio: “el que no
trabaja no come”. (Ver: Socialismo y Comunismo).

Diccionario de filosofía y sociología marxista · 1959:102-104

Tipos de relaciones de producción

La historia enumera cinco tipos de relaciones de producción.

En el régimen comunista primitivo, el hombre era impotente en la lucha
con la naturaleza. Toscos instrumentos de piedra, el arco y las
flechas, obligaban a los hombres a trabajar en común, colectivamente.
De ahí, la propiedad común sobre los medios de producción y los
productos. No existían las clases, ni la explotación.

Con la transición a los instrumentos metálicos, con la aparición de
las hachas de hierro y arados con rejas de hierro, las tribus nómadas
pasaron a la sedentariedad, y empezaron a ocuparse de la agricultura,
la ganadería y los oficios. El aumento de la productividad del
trabajo condujo a la aparición de la propiedad privada, el trueque y
la acumulación de riquezas en manos de unos pocos. Aparecieran las
clases: esclavos y amos. En el régimen esclavista, el amo era dueño
de los medios de producción y del propio esclavo. El trabajo libre de
explotación de los hombres de la comunidad primitiva fue suplantado
por el trabajo de los esclavos explotados.

La base de las relaciones de producción de la sociedad feudal, era la
propiedad del señor feudal sobre los medios de producción y una
propiedad incompleta sobre los realizadores de la producción: los
siervos de la gleba. Paralelamente con la gran propiedad feudal sobre
la tierra, existía la propiedad de los campesinos y artesanos sobre
los instrumentos de producción. Esa era una propiedad fundada en el
trabajo personal del artesano y del siervo. El señor feudal prefería
el siervo al esclavo, más interesado aquél en el trabajo. El siervo
pagaba al señor feudal en especie (parte de la cosecha, diversas
prestaciones, etc.), o en dinero, cuando la economía monetaria se
desarrolló sensiblemente (Censo monetario).

El desarrollo de las fuerzas productivas y el aumento del comercio, en
el seno del feudalismo, llevaron a la aparición de la manufactura
capitalista: el gran taller, donde trabajaban para el capitalista
decenas y cientos de obreros-artesanos. La introducción de las
máquinas convirtió la producción manufacturero-artesana en gran
industria y determinó cambios radicales en las relaciones de
producción. En sustitución al dominio de la gran propiedad feudal
sobre la tierra y de la pequeña propiedad, vino el dominio de la gran
industria y de la propiedad comercial capitalista. La clase de los
capitalistas, poseedora de los medios de producción, y los obreros
asalariados, privados de esos medios y explotados por los
capitalistas, tales son las clases fundamentales de la sociedad
burguesa.

Con el desarrollo del capitalismo se agudizaban, cada vez más, sus
contradicciones. El carácter social de la producción en la gran
industria entra en contradicción con la forma de apropiación de los
productos de la producción social. La concurrencia, la anarquía de
producción, la falta de un principio planificador en el desarrollo de
la economía, vinculados al dominio de la propiedad privada capitalista
conducen a las crisis de superproducción, que aniquilan las fuerzas
productivas y condenan a la clase obrera a la desocupación, el hambre
y la pobreza. Especial agudización alcanzan las contradicciones del
capitalismo en el último estadio de su desarrollo: en la época del
imperialismo.

La revolución proletaria destruye las relaciones burguesas de
producción y consolida las relaciones de producción socialistas,
únicas que corresponden a las poderosas fuerzas productivas
desarrolladas en el seno del capitalismo. En el régimen socialista,
que por ahora sólo existe en la U.R.S.S., la base de las relaciones de
producción es la propiedad social sobre los medios de producción,
propiedad del Estado y cooperativo-koljosiana. Las clases
explotadoras y la explotación están suprimidas. Los productos se
distribuyen según el trabajo, conforme al principio: “el que no
trabaja, no come”.

Diccionario filosófico abreviado · 1959:503-504

Tipos de relaciones de producción

La historia consigna cinco tipos fundamentales de relaciones de
producción: la comuna primitiva, la esclavitud, el feudalismo, el
capitalismo, el socialismo. Bajo el régimen de la comuna primitiva
(ver) los hombres son impotentes en su lucha contra la naturaleza. No
tienen a su disposición más que groseros útiles de piedra, el arco y
la flecha, y se ven obligados a trabajar en común, colectivamente. De
ahí la propiedad común de los medios de producción y de los productos.
No existen clases ni explotación. Con la aparición de los
instrumentos de metal, del hacha de hierro y del arado con reja de
hierro, las tribus nómadas pasan a la vida sedentaria y se dedican a
la agricultura y a los oficios. El crecimiento de la productividad
del trabajo engendra la propiedad privada, el intercambio y la
acumulación de riquezas en las manos de un reducido número. Surgen
las clases: esclavos y señores. Bajo la esclavitud (ver), el señor es
propietario de los medios de producción y del esclavo. El trabajo de
los hombres, exento en la comuna primitiva de toda explotación, es
reemplazado por el de los esclavos explotados. Más tarde, la
extensión de la esclavitud y la situación servil de los esclavos
condujeron a la destrucción de la fuerza productiva fundamental de la
sociedad, la mano de obra. Las sublevaciones de esclavos, así como
los golpes asestados a Roma desde el exterior, provocaron la
desagregación del régimen esclavista al que sucedió el régimen feudal.
Las relaciones de producción bajo el feudalismo (ver) tienen por base
la propiedad del señor feudal sobre los medios de producción, y su
propiedad parcial sobre los trabajadores, los campesinos siervos. La
gran propiedad de la tierra coexiste con la propiedad del campesino y
del artesano sobre sus instrumentos de producción: es la propiedad
fundada en el trabajo personal del artesano y del siervo. El señor
feudal prefiere el siervo, más interesado que el esclavo en su labor.
El siervo paga un tributo en especie, está sometido a diversas
obligaciones de trabajo gratuito, etc., y más tarde, con el desarrollo
de la economía mercantil, paga un tributo en dinero. El crecimiento
de las fuerzas productivas, el desarrollo del comercio en el seno del
feudalismo engendran la manufactura capitalista, gran taller en el que
el capitalista explota a decenas y centenares de obreros-artesanos.
La introducción de máquinas en la producción transforma la manufactura
artesanal en gran industria y provoca modificaciones radicales en las
relaciones de producción (ver).

A la dominación de la gran propiedad territorial feudal y de la
pequeña propiedad, sucede la dominación de la gran propiedad
capitalista, industrial y comercial. La clase de los capitalistas,
que posee los medios de producción, y los obreros asalariados privados
de medios de producción y explotados por los capitalistas, tales son
las clases fundamentales bajo el capitalismo (ver). Con el desarrollo
del capitalismo, las contradicciones se acentúan cada vez más. El
carácter social de la producción en la gran industria entra en
contradicción con la forma privada de la apropiación. La competencia,
la anarquía de la producción, la explotación despiadada de los obreros
y de todos los trabajadores, que son los principales consumidores,
todos esos fenómenos inseparables de la dominación de la propiedad
privada capitalista, desembocan en crisis de superproducción que
destruyen las fuerzas productivas y condenan a la clase obrera a la
desocupación, al hambre y a la miseria. Las contradicciones del
capitalismo se hacen particularmente agudas en la fase suprema de su
desarrollo, en la época del imperialismo. Las relaciones de
producción capitalistas dejan de corresponder al carácter de las
fuerzas productivas de la sociedad y se oponen a ellas en una
contradicción irreductible.

La revolución proletaria destruye las relaciones de producción
burguesas y establece relaciones de producción socialistas, que
corresponden plenamente a las fuerzas productivas en desarrollo, al
carácter social de la producción. Bajo el socialismo (ver) las
relaciones de producción tienen por base la propiedad colectiva de los
medios de producción: propiedad del Estado y propiedad cooperativa
koljosiana. Las clases explotadoras y la explotación son suprimidas.
Los productos se reparten de acuerdo con el trabajo suministrado,
según el principio: “El que no trabaja no come”. (Ver Socialismo;
Comunismo).

No figura en el Diccionario filosófico · 1965

No figura en el Diccionario de filosofía · 1984

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