Crisis agraria

DEP-BZM

CRISIS AGRARIA:

Crisis económica de superproducción en la agricultura de los países
capitalistas.

La mengua de la producción industrial y el descenso de la capacidad
adquisitiva de la población trabajadora hacen que disminuyo la demanda
de productos del campo. Por otra parte, durante la crisis agraria se
reduce la demanda de maquinaria agrícola, de abonos minerales y otras
mercancías industriales. Todo ello ahonda la crisis agraria y hace
más difícil salir de ella.

Las crisis agrarias tienen la particularidad de no ser rigurosamente
periódicas, y se distinguen por su prolongada duración. La primera
crisis agraria se produjo entre 1870—1875, y duró hasta la segunda
mitad de la última década del siglo: la crisis agraria subsiguiente
abarcó desde 1920 hasta la segunda guerra mundial. Después de esta
guerra, se inició una nueva crisis agraria, que aún subsiste.

Todas estas crisis obedecen, por una parte, a una causa general: se
agudiza la contradicción entre el carácter social de la producción y
la forma capitalista privada de la apropiación; mas, por otra parte,
cada una de ellas obedece también a causas específicas relacionadas
con los importantes cambios habidos en la producción agrícola en el
morco de toda la economía capitalista mundial. Así, la crisis agraria
que se inicia en 1920 va unida al sensible incremento de las
exportaciones de trigo a Europa realizadas por los Estados Unidos,
Canadá, Argentina y Australia. Entre tanto, en los países europeos
desapareció la demanda específicamente militar de productos del campo,
la agricultura se restableció en Europa y superó luego el nivel
alcanzado antes de la guerra. El resultado fue que la producción
agrícola mundial superó la demanda solvente, y el mundo capitalista
quedó de nuevo sumido en una crisis agraria. Durante la crisis, los
capitalistas que toman tierras en arriendo, procurando que el peso de
la renta (ver) recaiga sobre los trabajadores, disminuyen el salario a
los obreros agrícolas, y en parte pagan la renta a costo de reducir el
capital invertido en la agricultura; de este modo se hace difícil
renovar el capital fijo y salir de la crisis agraria, lo cual, a su
vez, determina su extraordinaria duración. Durante la crisis, los
campesinos pequeños y medios, en su esfuerzo por evitar la ruina y
mantenerse en sus tierras intensificando hasta un grado extremo su
propio trabajo, aumentan la producción de artículos que ya no se
venden, con lo cual se hace mas difícil aun superar la crisis, y
muchos campesinos se arruinan, se les priva de su propiedad y de
medios de vida. Después de la segunda guerra mundial, se ha
intensificado particularmente el capitalismo en la agricultura
mediante el empleo de maquinaria y productos químicos, con lo cual la
producción se sigue concentrando, se arruinan en masa y desaparecen
las haciendas pequeñas y medias.

Sin embargo, ni siquiera este fenómeno puede atenuar la crisis agraria
y menos aun superarla. Sólo es posible acabar con las crisis agrarias
si se liquida el sistema de las relaciones capitalistas de producción.

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