Distribución

DEP-BZM

DISTRIBUCIÓN:

Es uno de los aspectos de las relaciones de producción, fase necesaria
del proceso de reproducción del producto social; relaciona la
producción con el consumo.

El carácter y la forma de la distribución son determinados por el modo
de producción dominante. Lo decisivo es la distribución de los medios
de producción. A su vez, la distribución influye activamente sobre el
desarrollo de la producción.

Bajo el capitalismo, la distribución de los medios de producción posee
carácter antagónico ya que tales medios son casi por entero de
propiedad privada capitalista y sirven como instrumento de explotación
de los trabajadores. En el proceso de distribución de la renta
nacional, los capitalistas se apropian de su mayor parte.

Bajo el socialismo, con el dominio de la propiedad social, la
distribución de los medios de producción y de los artículos de consumo
se realiza en interés de toda la sociedad y de cada uno de sus
miembros. Casi todos los medios fundamentales de producción se
encuentran en manos del Estado socialista, son patrimonio de todo el
pueblo. Se distribuyen de manera planificada entre las ramas de la
economía nacional. Una parte muy importante de los medios de
producción agrícolas se halla concentrada en los koljoses, constituye
la propiedad cooperativo-koljosiana.

La división de los medios de producción en medios de todo el pueblo y
medios cooperativo-koljosianos sirve de base económica a la existencia
de dos clases amigas: obreros y campesinos koljosianos. La
distribución del producto social global constituye el punto de partida
y la base material de la reproducción socialista ampliada, cuyos
carácter, proporción y ritmo determina. La parte del producto global
que ante todo se restituye es la que concierne a los medios de
producción consumidos en el ciclo precedente. La parte que queda
forma el producto neto de la sociedad, su renta nacional. La
distribución de la renta nacional se efectúa en interés de toda la
sociedad, a la vez que se determinan las correlaciones óptimas entre
la acumulación y el consumo. Una cuarta parte, aproximadamente, de la
renta nacional constituye el fondo de acumulación, que se emplea en la
reproducción socialista ampliada y para satisfacer otras necesidades
generales del Estado y de la sociedad. Tres cuartas partes,
aproximadamente, de la renta nacional constituyen el fondo de consumo,
con el cual se satisfacen las necesidades materiales y culturales de
todos los miembros de la sociedad.

La distribución de la mayor parte de los fondos de consumo se lleva a
cabo bajo la forma de los ingresos individuales que los trabajadores
perciben por su trabajo: como salario en las empresas e instituciones
del Estado, y en forma de entregas en especie y en dinero por jornadas
de trabajo (“trudodní’’) en los koljoses. La parte restante de los
fondos de consumo se distribuye gratuitamente o en condiciones más
ventajosas a través del sistema de los fondos sociales de consumo.

El principio socialista de distribución de los artículos de consumo
según la cantidad y calidad del trabajo invertido por el trabajador es
incompatible con la nivelación pequeñoburguesa que contradice el
interés material de los trabajadores por los resultados de su labor.

Bajo el socialismo, la distribución representa un poderosísimo
estímulo para el desarrollo de la producción social, constituye un
sistema de ingresos individuales, preferentemente monetarios,
obtenidos según el trabajo. Ello hace que los trabajadores estén
directa y materialmente interesados en los resultados de su labor.

El sistema de retribuciones individuales determina el que también sean
predominantemente individuales las formas en que se satisfacen las
necesidades bajo el socialismo. Se desarrollan las formas sociales de
satisfacerlas; a finales del actual período de veinte años, éstas
representarán aproximadamente la mitad de todos los ingresos de la
población. Entre la producción y la distribución socialista no existe
una contradicción antagónica. Mas la acción recíproca que entre una y
otra se establece da origen, claro está, a contradicciones no
antagónicas que la sociedad va superando de manera consciente y
planificada perfeccionando sin cesar las relaciones de distribución en
consonancia con el carácter y el volumen de la producción.

El tránsito a la distribución comunista según las necesidades
significará, en último término, sustituir el sistema de ingresos
individuales obtenidos con arreglo al trabajo por el sistema de los
fondos sociales de consumo, que estarán gratuitamente y en cantidad
suficiente al alcance de todos los miembros de la sociedad.

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