Nacionalización socialista

DEP-BZM

NACIONALIZACIÓN SOCIALISTA:

abolición revolucionaria de la propiedad de las clases explotadoras
por parte del Estado proletario y transformación de la misma en
propiedad socialista estatal (de todo el pueblo).

La nacionalización socialista constituye una necesidad objetiva, una
importantísima parte integrante del proceso revolucionario que lleva
del capitalismo al socialismo, y se desprende de las exigencias de la
ley de la correspondencia entre las relaciones de producción y el
carácter de las fuerzas productivas, constituye una de las leyes
generales de la revolución socialista y de la edificación del
socialismo. Liquida la propiedad capitalista y la de los
terratenientes sobre los medios de producción, acaba con el dominio
político de las clases explotadoras, crea el tipo socialista de
economía.

Las vías, los métodos y los ritmos con que se nacionalizan los medios
de producción dependen de las condiciones históricas concretas y
pueden ser diferentes en los distintos países. En unas condiciones la
expropiación de la propiedad capitalista privada y la nacionalización
de la industria, de los bancos, del transporte etc, se efectúan
rápidamente, como ocurrió en la U.R.S.S.

En otros casos, es posible nacionalizar los medios de producción de
manera más gradual, como ha ocurrido en algunos países de democracia
popular. La nacionalización se puede llevar a cabo tanto expropiando
sin compensación la propiedad de la gran burguesía y de la burguesía
media como abonando una indemnización.

La nacionalización socialista convierte en propiedad social únicamente
la propiedad de las clases explotadoras, no se nacionaliza la
propiedad de los pequeños productores de mercancías (campesinos y
artesanos). Las pequeñas empresas basadas en el trabajo personal se
unen en grandes empresas colectivas de tipo socialista, y ello a
través de la cooperación voluntaria y con ayuda del Estado socialista.

La nacionalización socialista se diferencia de la burguesa (ver
Propiedad capitalista de Estado). Con la nacionalización de tipo
socialista, la propiedad estatal (de todo el pueblo) se utiliza en
interés de todo el pueblo y sirve de base para liquidar la explotación
del hombre por el hombre.

En la U.R.S.S., los medios fundamentales de producción empezaron a
nacionalizarse inmediatamente después de la victoria de la Gran
Revolución Socialista de Octubre, y la nacionalización se hizo
efectiva a medida que para ello maduraron las condiciones necesarias.
El 26 de octubre (8 de noviembre) de 1917, el II Congreso de los
Soviets de toda Rusia promulgó el decreto sobre la tierra, en virtud
del cual se abolía sin indemnización alguna la propiedad privada sobre
la tierra. Esta fue declarada propiedad de todo el pueblo (ver
Nacionalización de la tierra). En diciembre de 1917 se llevó a cabo
la nacionalización de los bancos y se nacionalizó, asimismo, el
comercio exterior, es decir, se estableció el monopolio del comercio
exterior. En enero de 1918, todos los ferrocarriles pasaron a
depender del Comisariado del Pueblo de Vías de Comunicación, y en
junio de 1918 fueron declarados propiedad del Estado. Entre diciembre
de 1917 y febrero de 1918 se nacionalizaron la prensa, la flota
fluvial y los servicios de comunicaciones. Mediante un decreto del 28
de julio de 1918 se nacionalizó toda la gran industria del país.

La nacionalización de la gran industria, de los bancos, del transporte
y del comercio exterior significaba que el Poder Soviético había
quebrantado la potencia económica de la burguesía, había creado el
tipo socialista, que se convertía en el fundamental para la economía
del país, y que dominaba los puestos de mando de la economía nacional.

En los países socialistas, el proceso de nacionalización de los medios
de producción fundamentales ha tenido lugar después de haberse
establecido el poder de los trabajadores. En Checoslovaquia, por
ejemplo, la nacionalización se inició en 1940, se declararon propiedad
del Estado todas las empresas industriales con más de 300 obreros. Se
nacionalizaron los bancos organizados en sociedades anónimas y las
compañías de seguros. La Constitución promulgada en 1948 preveía la
nacionalización de todas las ramas importantes de la industria y les
empresas con un número de obreros superior a 50. En Bulgaria, en 1944
se declararon propiedad del Estado todas las empresas estatales, y en
virtud de un decreto del 24 de diciembre de 1941, se nacionalizaron
todas las grandes empresas industriales, las de tipo medio y parte de
las pequeñas, los bancos y el comercio exterior. En Rumania, la
nacionalización se llevó a cabo mediante la ley del 11 de Junio de
1948; se convirtieron en patrimonio de todo el pueblo las empresas
industriales, los bancos y las compañías de seguros. Como resultado
de la nacionalización socialista de la industria de los bancos, del
transporte, del comercio exterior y del comercio al por mayor, así
como de una parte de la tierra, en los países socialistas se creó la
estructura socialista que pasó a ser dominante en la economía
nacional; los puestos de mando en la economía pasaron a manos del
Estado.

Comparte este artículo