DEP-BZM
COLONIALISMO:
Política de los estados capitalistas económicamente más desarrollados
orientada hacia la esclavización y la explotación de los pueblos de
países atrasados en el aspecto económico.
El colonialismo surgió y se desarrolló al surgir y desenvolverse el
modo capitalista de producción. Hacia finales del siglo XIX, el
capitalismo, al pasar al imperialismo, se convirtió en un sistema de
opresión colonial que abarcaba todo el mundo; un puñado de países
“avanzados”, industrialmente desarrollados sojuzgaba con su poderío
financiero a la abrumadora mayoría de la población de la Tierra. En
ese periodo se forma definitivamente el sistema colonial del
imperialismo (ver). En vísperas de la primera guerra mundial, mas de
la mitad de los habitantes de la Tierra —930 millones, de un total de
1.657 millones de seres humanos— se encontraban bajo el yugo colonial.
La lucha de los pueblos de los países esclavizados dio origen, en más
de una ocasión, a potentes sublevaciones populares. La victoria de la
Gran Revolución Socialista de Octubre marcó el comienzo de la crisis
del sistema colonial, provocó un poderoso ascenso en la lucha de
liberación nacional de los pueblos oprimidos. “Mientras que el
imperialismo aplastó la independencia nacional y la libertad de la
mayoría de los pueblos, a los que impuso las cadenas de una cruel
esclavitud colonial, el surgimiento del socialismo señala el comienzo
de la era de la liberación de los pueblas oprimidos”, se dice en el
Programa de P.C.U.S..
En la actualidad, está tocando a su fin la desintegración de los
gigantescos imperios coloniales. Han arrojado las cadenas del
colonialismo pueblos cuya población total llega, casi, a los 2/3 de la
humanidad. Bajo el yugo colonial queda ahora tan sólo el 1,5% de la
población del mundo. El sistema mundial del socialismo, convertido en
el factor decisivo del desarrollo internacional, da origen para los
pueblos oprimidos a la favorable posibilidad de acabar por completo
con el vergonzoso sistema colonial. Habiendo perdido el dominio
político sobre las excolonias y semicolonias, los imperialistas pugnan
por conservarlas en calidad de objeto de explotación económica. Con
este fin, recurren cada vez más activamente a nuevas formas de
colonialismo: incorporación de los ex países coloniales a bloques
agresivos, concesión de “ayuda” militar y económica, etc. Sin
embargó, en el camino del colonialismo, se alza el poderoso obstáculo
constituido por los estados socialistas y por el movimiento obrero y
de liberación nacional de todo el mundo.