Composición orgánica del capital

DEP-BZM

COMPOSICIÓN ORGÁNICA DEL CAPITAL:

Relación, con arreglo al valor, entre el capital constante y el
capital variable, dado que dicha relación refleja la composición
técnica del capital (ver), es decir, la relación entre la masa de
medios de producción y la fuerza de trabajo viva.

Desde el punto de vista material, el capital se descompone según una
determinada proporción en máquinas, herramientas, materia prima y
materiales auxiliares por una parte, y en fuerza de trabajo viva por
otra parte. La relación entre la masa de medios de producción y el
trabajo vivo (la cantidad de fuerza de trabajo) depende de las
particularidades técnicas de la rama dada de producción, del grado de
desarrollo técnico de la sociedad y, finalmente del nivel técnico de
la empresa dada. Esta relación se denomina composición técnica del
capital y refleja el nivel del desarrollo técnico de una empresa, de
una rama o de la producción social en su conjunto. La composición, en
cuanto al valor, del capital, es la relación entre la magnitud del
valor del capital constante y la del valor del capital variable.

La composición del capital por su valor no sólo se caracteriza por el
nivel del desarrollo técnico de la producción, sino que también
depende del cambio en los precios de las máquinas, herramientas,
materias primas y del valor de la fuerza de trabajo.

Entre la composición del capital por su valor y su composición técnica
existe una estrecha interdependencia. Cuanto más elevada es la
segunda, tanto mayor es la masa de capital constante que corresponde a
la unidad de capital variable. Por lo tanto, la relación c:v conjuga
orgánicamente la expresión tanto de la composición técnica del capital
como de la composición del capital por su valor. El crecimiento de la
composición orgánica del capital designa el desarrollo preferente de
las ramas de producción que fabrican medios de producción, dado que el
capital constante aumenta más rápidamente que el capital variable.

Con el desarrollo del capitalismo, en el proceso de la acumulación del
capital crece la composición orgánica de este último, lo cual refleja
el crecimiento de la productividad del trabajo, el perfeccionamiento
de la técnica de la producción. En la industria de transformación de
los Estados Unidos, por ejemplo, en 1889 la composición orgánica del
capital era de 4,5:1; en 1939, de 6:1; en 1955, de 8:1. El
crecimiento de la composición orgánica del capital, en el régimen
capitalista, conduce a un aumento del plustrabajo a costa de la
reducción del trabajo necesario; conduce a un aumento del paro
forzoso, a una mayor intensidad del trabajo, al empeoramiento de la
situación de la clase obrera. Debido al crecimiento de la composición
orgánica del capital, éste le concentra y se centraliza en mayor
escala, la producción adquiere un carácter social cada vez más
acentuado y ello provoca la agudización de la contradicción
fundamental del capitalismo (ver).

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