Desarrollo proporcional de la economía socialista

DEP-BZM

DESARROLLO PROPORCIONAL DE LA ECONOMÍA SOCIALISTA:

Mantenimiento, por parte de la sociedad socialista, de manera
constante y consciente, de relaciones cuantitativas racionales entre
todos los sectores de la economía nacional y entre todas las fases de
la reproducción social.

En toda sociedad se dan determinadas proporciones, objetivamente
condicionadas, entre las inversiones de trabajo en las diversas
esferas de la actividad económica.

En el capitalismo, debido a la anarquía de la producción (ver) y a la
lucha competitiva, las proporciones necesarias se establecen
espontáneamente, bajo la acción de leyes económicas que actúan a
ciegas, y se establecen como magnitud media de las constantes
desproporciones.

En la sociedad socialista, cuya base económica radica en la propiedad
social sobre los medios de producción, la anarquía de la producción
cede su lugar al carácter planificado del desarrollo económico. La
distribución proporcional de los recursos materiales y laborales entre
los diversos tipos de actividad y ramas de la producción social, se
lleva a cabo de manera planificada. Es expresión de la vigencia de la
ley económica denominada ley del desarrollo planificado de la economía
nacional (ver). El contenido de las proporciones que se establecen en
la economía nacional bajo el socialismo es determinado tanto por la
acción de las leyes económicas generales como por las leyes económicas
del socialismo, ante todo por la acción de la ley económica
fundamental del socialismo.

Como quiera que en las proporciones de la economía nacional se
expresan relaciones cuantitativas entre sectores recíprocamente
vinculados, en muchas proporciones se destaca el aspecto principal,
que determina el desarrollo de las demás ramas. La proporción básica,
en la economía nacional, es la que se establece entre la producción de
medios de producción y la producción de artículos de consumo, y se
caracteriza por el hecho de que en tal proporción el puesto principal
corresponde a la producción de medios de producción. En consecuencia,
la relación entre estas dos secciones de la producción social se
caracteriza por el incremento del peso especifico de la sección
primera, lo cual lleva al rápido aumento de la producción de artículos
de consumo personal.

Son de gran importancia las proporciones entre la industria y la
agricultura, entre la circulación de mercancías y los ingresos
monetarios de la población, entre la producción y el consumo, la
producción y la acumulación, etc. Atendiendo a la necesidad de
economizar tiempo y conseguir resultados máximos con gastos mínimos,
la sociedad socialista establece proporciones optimas, o sea,
proporciones que, en cada etapa del desenvolvimiento económico, con
unos recursos laborales, materiales y financieros dados, asegure los
ritmos de crecimiento más elevados en lo concerniente a la producción
social y al bienestar del pueblo. Las proporciones, en la economía
nacional cambian sin cesar. La proporcionalidad en este terreno es
una proporcionalidad dinámica. Se debe ello al progreso
científico—técnico, que permite fabricar nuevos productos con menor
consumo de trabajo (por ejemplo obtención de gas natural en lugar de
hulla, desarrollo de la química) para satisfacer determinadas
necesidades y también al nacimiento de nuevas necesidades sociales,
que requieren un rápido desarrollo de nuevas ramas de la producción
social. Actualmente, el problema de mantener una proporcionalidad
óptima, en la economía nacional de la U.R.S.S., se presenta unido a la
necesidad de acelerar el progreso de la industria química, progreso
que permitirá satisfacer muchas necesidades de la industria y de la
agricultura, así como la demanda de la población en artículos
industriales de alta calidad, y satisfacerlas con inversiones mínimas
de trabajo. También se eleva en alto grado el peso especifico de la
radio— electrónica y de otras varias ramas novísimas de la industria a
la vez que se reduce el peso especifico de las ramas “viejas”.

El desarrollo proporcional planificado de la economía socialista no
excluye la posibilidad de que aparezcan algunas desproporciones
debidas tanto a factores objetivos (desastres naturales) como a causas
subjetivas (deficiencias de planificación y de dirección de la
economía). La sociedad socialista, disponiendo de reservas económicas
suficientes, puede evitar las desproporciones que se van perfilando o
eliminar las que hayan surgido.

En la sociedad comunista resultara posible producir una cantidad de
bienes materiales superior a lo que requiere satisfacer todas las
necesidades sociales corrientes. “Semejante tipo de superproducción
significa que la sociedad controla los recursos materiales de su
propia reproducción” (C Marx), Esta relativa superproducción permitirá
modificar con una rapidez máxima la estructura de la producción
social, satisfacer no sólo las necesidades tradicionales de la
sociedad, sino todas las que surjan. La coordinación de los planes
económicos de los países que constituyen la comunidad socialista
facilita el establecimiento de una proporcionalidad planificada, y su
mantenimiento de manera consciente, en escala de todo el sistema
mundial del socialismo, y ello conduce a una enorme economía de
trabajo y de tiempo de trabajo en el desarrollo del sistema socialista
de economía mundial.

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