Empréstitos exteriores (internacionales)

DEP-BZM

EMPRÉSTITOS EXTERIORES (INTERNACIONALES)

Son los que se realizan en los mercados de dinero extranjeros o los
que conceden sean gobiernos extranjeros sean organizaciones
internacionales.

Han alcanzado amplia difusión en la época imperialista, sobre todo
después de la segunda guerra mundial. Los empréstitos exteriores,
junto con las inversiones directas de capital privado, constituyen una
de las formas de la exportación de capitales (ver), típica de la época
imperialista. Tales empréstitos, en manos de las potencias
imperialistas, representan un instrumento para apoderarse de mercados
y fuentes de materias primas de los países prestatarios, un medio para
dominar económica y políticamente estos países, una esfera de
ventajosa inversión de capitales. Con frecuencia, la deuda exterior
hace dependientes del país acreedor a los países en desarrollo.

Mientras que durante el capitalismo premonopolista solían actuar en
calidad de acreedores bancos o capitalistas extranjeros, en el período
imperialista, sobre todo después de la segunda guerra mundial y debido
al crecimiento del capitalismo monopolista de Estado, cada vez con más
frecuencia actúa como acreedor el Estado. El exportador más
importante de capitales del Estado son los Estados Unidos. Con
empréstitos y subsidios, los círculos dirigentes de dicho país
sostienen en las diferentes partes del mundo corrompidos regímenes
reaccionarios. Son también importantes exportadores de capitales del
Estado Inglaterra, Francia, la República Federal Alemana y el Japón.

Varias organizaciones internacionales conceden asimismo empréstitos
exteriores. Las más importantes son el Fondo Monetario Internacional
y el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento. En realidad,
los empréstitos de los estados imperialistas constituyen una forma de
expoliación de los países débilmente desarrollados, un método para
esclavizarlos.

Sobre bases de principio totalmente diferentes se establece la ayuda
de los países socialistas. La Unión Soviética concede empréstitos y
créditos a los países socialistas y a los que en Asia, África y
América Latina se han liberado del yugo colonial, y lo hace guiándose
por los principios del internacionalismo proletario y de la ayuda
fraterna. Los empréstitos y créditos exteriores de los estados
socialistas ayudan a los jóvenes estados a realizar sus planes de
industrialización. Con el auxilio de tales empréstitos y créditos,
los países en desarrollo consolidan su independencia política, crean
una economía nacional independiente. Los empréstitos y créditos
soviéticos se conceden en condiciones extraordinariamente favorables,
al margen de toda condición política o militar. La suma total de los
créditos soviéticos y de otros tipos de ayuda concedidos a países
económicamente atrasados en los últimos años se cifra casi en tres mil
millones de rublos nuevos. A finales de 1962, con ayuda de los
créditos soviéticos se habían construido o se estaban construyendo en
los países de Asia y África cerca de 480 empresas industriales y de
otro tipo, entre ellas 34 plantas siderúrgicas y para la elaboración
de metales no ferrosos, mas de 30 empresas metalúrgicas y de
construcción de maquinaria, más de 20 refinerías de petróleo y
fábricas de productos químicos, 20 centrales eléctricas. etc. Con la
ayuda de los otros países del sistema socialista, en los jóvenes
estados de Asia y África se están construyendo más de 400 grandes
empresas industriales.

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