Función económica del Estado socialista

DEP-BZM

FUNCIÓN ECONÓMICA DEL ESTADO SOCIALISTA

Actividad económico-organizadora del Estado que se expresa en la
transformación revolucionaria de la economía capitalista en economía
socialista, en el desarrollo y en el perfeccionamiento de la
producción social, en la dirección planificada de la economía del
país, en el control sobre la medida del trabajo y sobre la medida del
consumo, en la formación de una nueva disciplina laboral y de una
actitud comunista hacia el trabajo.

La actividad económica del Estado socialista se basa en la propiedad
social sobre los medios de producción y en las relaciones socialistas
de producción condicionadas por dicho régimen de propiedad. En su
actividad práctica, el Estado parte de las exigencias de las leyes
económicas objetivas del socialismo, de las exigencias ya maduras de
la vida material de la sociedad, de las condiciones concretas de la
situación interior y exterior, y orienta el desenvolvimiento de la
economía en interés de la edificación del socialismo y del comunismo.

La función económica del Estado socialista se amplia y se perfecciona
a medida que se desarrolla la economía y la sociedad avanza hacia el
comunismo.

En el período de transición del capitalismo al socialismo, el Estado
socialista constituye la palanca fundamental de la transformación
revolucionaria de la economía capitalista en socialista, del
establecimiento de las nuevas relaciones de producción. El Estado
nacionaliza los medios de producción más importantes pertenecientes a
las clases explotadoras, ocupa los puestos de mando en la economía
nacional. La propiedad socialista estatal (de todo el pueblo), desde
los primeros pasos empieza a desempeñar el papel rector en toda la
economía. Partiendo de esta base, el Estado lleva a cabo la
transformación socialista de toda la economía. Dirige el proceso de
industrialización del país y la colectivización de la agricultura,
ayuda a los campesinos a unirse en cooperativas de producción.

Con la victoria del socialismo, con el establecimiento del dominio
absoluto de la propiedad socialista en sus dos formas (de todo el
pueblo y cooperativo-koljosiana), el Estado concentra en sus manos la
masa fundamental de los medios de producción, y ello le permite
convertirse en el organizador del desarrollo de toda la economía del
país. En estas condiciones, la función económicoorganizadora del
Estado socialista se desarrolla en toda su plenitud, y su
manifestación concreta se refleja en lo siguiente: el Estado, a través
de sus órganos de planificación y de administración, dirige y
administra la economía nacional sobre la base del principio leninista
del centralismo democrático. Planifica el volumen de la producción,
sus ritmos de crecimiento y su estructura, determina la magnitud y la
estructura de las inversiones básicas, el emplazamiento de las fuerzas
productivas, etc. Orienta el desarrollo de la ciencia y de la
técnica.

A través del sistema de empresas comerciales, el Estado orienta
también el movimiento de la masa fundamental de mercancías, dirige la
actividad del comercio cooperativo, y en virtud de los derechos
inherentes al monopolio estatal lleva a cabo todas las operaciones del
comercio exterior. El Estado organiza el sistema de finanzas y la
circulación monetaria en el país, ejecuta lo establecido en el
presupuesto. Fija los precios en el comercio estatal y los precios de
compra sobre la producción agrícola. Establece el sistema de salarios
y el modo de abonarlos en concordancia con el principio socialista de
la distribución con arreglo al trabajo. La función
económico-organizadora del Estado comprende, asimismo, la preparación
planificada de personal calificado y su distribución en las ramas de
la economía nacional.

La función económica del Estado socialista se manifiesta en el hecho
de que organiza el trabajo de millones de personas, las educa en una
nueva disciplina laboral y forja la actitud comunista hacia el
trabajo. El Estado socialista organiza una estrecha colaboración y
ayuda mutua económicas con los otros países socialistas en el marco de
todo el sistema económico socialista mundial, y ello sobre la base del
desarrollo planificado de la división socialista internacional del
trabajo, de la coordinación de los planes de economía nacional, de la
especialización, y cooperación de la producción, del intercambio de
experiencia técnico-científica, etc. El Estado socialista presta
ayuda económica a los países en desarrollo para que alcancen su
independencia económica frente al imperialismo.

Manteniendo consecuentemente el rumbo leninista de la coexistencia
pacífica entre estados con diferentes sistemas político-económicos, el
Estado socialista establece asimismo lazos económicos con los países
capitalistas. El Estado socialista despliega su actividad económico-
organizadora sobre bases rigurosamente científicas bajo la dirección
del Partido Comunista, fuerza organizadora, dirigente y orientadora de
la sociedad.

La entrada de la sociedad socialista en el período de la edificación
del comunismo en todos los frentes exige que siga intensificándose la
función económica del Estado. Se debe ello a las crecientes
dimensiones y al nivel técnico de la producción social, a la necesidad
de resolver la tarea histórica de construir la base material y técnica
del comunismo, lo que requiere el perfeccionamiento constante de las
formas de dirección y de planificación de la economía. A medida que
se forja la sociedad comunista, en la gestión de la economía nacional
se introducen principios sociales, se incorporan a ella organizaciones
sociales y amplias masas del pueblo, con lo que se manifiesta el
proceso de transformación gradual de la organización estatal
socialista en autogestión social comunista.

En la sociedad comunista desarrollada, “los organismos de
planificación y contabilidad, los de dirección de la economía y de
fomento de la cultura, que en la actualidad son estatales, perderán su
carácter político y se convertirán en organismos de autogestión
social” (Programa del P.C.U.S.).

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