Nacionalización capitalista

DEP-BZM

NACIONALIZACIÓN CAPITALISTA:

paso de empresas o ramas de la producción que pertenecen a
capitalistas o a sus agrupaciones a propiedad del Estado burgués (véase
Propiedad capitalista de Estado).

Con ello no se modifica la esencia del capitalismo, dado que se
mantiene la explotación del trabajo, y el Estado burgués actúa como
capitalista global.

La nacionalización capitalista constituye una de las formas con que se
intensifica el capitalismo monopolista de Estado, pues
proporciona uno de los medios más importantes para elevar las
ganancias monopolistas, militarizar la economía, preparar y
desencadenar las guerras de agresión, reforzar el poderío militar y
policiaco del Estado burgués y utilizarlo contra la clase obrera y el
movimiento de liberación nacional.

Suelen nacionalizarse las empresas o ramas de la producción que se
encuentran en difícil situación económica, rinden pocas ganancias o
incluso dan pérdidas y cuya modernización requiere importantes
inversiones de capital.

El Estado burgués, salvando de la bancarrota a los capitalistas,
compensa generosamente todo el valor de las empresas nacionalizadas a
sus propietarios y con frecuencia les paga intereses durante muchos
años. Por lo general dirigen las empresas nacionalizadas sus
anteriores dueños, quienes, con este motivo perciben sueldos sumamente
elevados. No son raros los casos en que el Estado después de
modernizar las empresas a costa del presupuesto (es decir, a costa de
los impuestos que pagan los trabajadores) y de haber elevado su
rentabilidad, los cede nuevamente en propiedad a determinados
capitalistas o monopolios. Tal venta de empresas estatales suele
efectuarse a precios muy bajos. De esta suerte, los monopolios se
lucran tanto con la nacionalización como con la reprivatización», es
decir, con la entrega de empresas estatales a manos privadas.

En los países capitalistas, la nacionalización obedece asimismo a
causas de carácter estratégico-militar. La nacionalización burguesa,
una de las formas en que la producción se socializa, contribuye a
crear las premisas materiales del socialismo.

En los países en desarrollo, que se han liberado del yugo colonial, la
nacionalización de las empresas que pertenecen al capital extranjero
es un medio de luchar contra el imperialismo y de asegurar la
independencia económica de los jóvenes estados. También en los países
capitalistas desarrollados las nacionalizaciones pueden tener un
significado positivo dado que, bajo la presión de la clase obrera y de
su vanguardia, el partido proletario, pueden poner limites a la
arbitrariedad del capital monopolista y obligarlo a realizar
determinadas concesiones que alivien la situación de los trabajadores.

El capital monopolista se opone a la nacionalización, que socava el
principio de la propiedad privada y amenaza la base fundamental del
capitalismo. Los partidos comunistas de los países capitalistas
luchan por que se nacionalicen las empresas de los monopolios, por
evitar que los antiguos propietarios intervengan en la gestión de las
empresas nacionalizadas y por organizar la dirección de las mismas
sobre bases democráticas.

No hay que olvidar, sin embargo, que el paso de todos los medios
importantes de producción a propiedad del pueblo y su utilización en
consonancia con los intereses de los trabajadores sólo es posible como
resultado de la revolución socialista y de la subsiguiente edificación
del socialismo.

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