Propiedad capitalista de Estado

DEP-BZM

PROPIEDAD CAPITALISTA DE ESTADO:

forma de propiedad burguesa sobre los medios de producción; se da
cuando el dueño de las empresas no es un capitalista o una unión de
capitalistas, sino el Estado capitalista.

Surge al crearse empresas en diversas ramas de la economía a cuenta
del presupuesto estatal y también al nacionalizarse las que hablan
pertenecido a determinados capitalistas o monopolio.

El paso de unas empresas a propiedad del Estado no modifica el
carácter burgués de la propiedad ni de las relaciones capitalistas de
producción, dado que la propiedad estatal constituye una variedad de
la propiedad privada capitalista.

En las empresas estatales, se conservan las relaciones de explotación
del trabajo asalariado mantenidas por un capitalista global: el
Estado, entidad que constituye, bajo el imperialismo, un comité
ejecutivo de la burguesía monopolista.

Por regla general, quienes dirigen las empresas nacionalizadas son sus
anteriores propietarios, a los que el Estado abona sumas enormes en
calidad de compensación e intereses sobre el capital.

Actualmente, en los países imperialistas la propiedad estatal
desempeña una función de no escasa importancia en la economía. En
Europa Occidental pertenecen al Estado el transporte ferroviario, los
medios de comunicación, una gran parte de la energía eléctrica
obtenida, de la producción de aluminio, de la extracción de hulla y
petróleo, de las industrias automóvil y química. En Italia, Austria y
Francia, el 1520 % de la producción industrial corresponde a las
empresas nacionalizadas o fundadas por el Estado. Con el desarrollo
del capitalismo monopolista de Estado (ver), la gran burguesía
monopolista de hecho utiliza la propiedad estatal en beneficio propio.
Por lo común, son representantes suyos quienes componen los órganos de
elección de las empresas estatales.

El Estado imperialista, después de gastar en la construcción de las
empresas enormes recursos obtenidos a través de los impuestos que
pagan los trabajadores, no pocas veces las cede en arriendo o las
vende en condiciones ventajosas a determinados capitalistas y
monopolios.

En los jóvenes países liberados que han emprendido el camino del
desarrollo independiente, la propiedad estatal sobre los medios de
producción favorece la creación de una economía nacional propia,
independiente del capital monopolista extranjero. En dichos países,
el fortalecimiento de la propiedad estatal hace posible el ascenso de
la economía, de la cultura y del bienestar de los pueblos de las
excolonias y países dependientes. Los países socialistas apoyan por
todos los medios la tendencia de los nuevos estados a fortalecer su
independencia económica mediante la consolidación y desarrollo de la
propiedad estatal, les conceden toda clase de ayuda económica, técnica
y cultural.

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