Reformas agrarias

DEP-BZM

REFORMAS AGRARIAS

Medidas aplicadas por el Estado para transformar las relaciones
agrarias y las formas de propiedad de la tierra.

El contenido clasista de una reforma agraria se halla totalmente
determinado por el carácter del régimen social y del poder estatal
vigentes en el país. En las naciones europeas desgajadas del mundo
capitalista después de la segunda guerra mundial y situadas en el
camino del socialismo, se llevaron a cabo reformas agrarias en los
años 1945-1948. En estos casos, el contenido básico de las reformas
agrarias estribaba en confiscar y repartir a tierra de los
terratenientes así como otros medios de producción, a la vez que parte
de la tierra se nacionalizaba. Los propios campesinos, bajo la
dirección de la clase obrera, llevaban a cabo la confiscación y el
reparto. Una gran parte de la tierra de labor se entregó en propiedad
privada a los campesinos trabajadores con poca tierra y a los obreros
agrícolas para fundar nuevas explotaciones o ampliar las existentes
hasta límites que oscilaban entre las 5 y 15 Hás.; los obreros
recibían para huerto una parcela que pedía llegar hasta 0,5 Há.
Pasaron a propiedad del Estado la mayor parte de los bosques, parte de
la tierra de cultivo, todo el subsuelo y las aguas. Posteriormente,
en varios países socialistas se establecieron nuevas limitaciones a la
gran posesión de la tierra.

Las reformas agrarias de los países socialistas han acabado con la
existencia de los terratenientes como clase social, han socavado las
posiciones económicas de los “kulaks” y creado condiciones favorables
para la transformación socialista de la agricultura. Casi en todos
los países indicados está prohibida la venta libre, la hipoteca, la
donación y la cesión en arriendo de las tierras obtenidas gracias a
las reformas agrarias.

En los países que se liberan del yugo colonial, las reformas agrarias
son de enorme importancia para superar el retraso económico y
organizar las haciendas sobre principios cooperativos. Sin embargo,
en varios países, la debilidad de la burguesía nacional y el
predominio de la burguesía comercial y la usuraria, unidas por
múltiples lazos con la cúspide feudal, constituyen factores que
atenúan el carácter progresivo de las reformas agrarias.

En los países capitalistas avanzados, las reformas agrarias conducen a
intensificar el desarrollo del capitalismo en el campo, y se realizan
con el fin de debilitar y evitar las acciones revolucionarias de los
campesinos. Se llevan a cabo de modo que, sin lesionar los intereses
de los terratenientes, se entrega la tierra que se les enajena (por lo
general mediante una elevada indemnización) a la burguesía industrial
a los campesinos acomodados, a los funcionarios, etc. En tales
países, los partidos comunistas y obreros abogan por la expropiación
de la gran propiedad territorial y la entrega de la tierra a quien la
trabaja, es decir, a los campesinos.

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