2-Culto a la personalidad

Culto a la personalidad

No figura en el Diccionario filosófico marxista · 1946

No figura en el Diccionario filosófico abreviado · 1959

Diccionario filosófico · 1965:97-98

Culto a la personalidad

Ciega inclinación ante la autoridad de algún personaje, ponderación
excesiva de sus méritos reales, conversión del nombre de una
personalidad histórica en un fetiche. La base teórica del culto a la
personalidad radica en la concepción idealista de la historia, según
la cual el curso de esta última no es determinado por la acción de las
masas del pueblo, sino por los deseos y la voluntad de los grandes
hombres (caudillos militares, héroes, ideólogos destacados, &c.). Es
propio de diversas escuelas idealistas atribuir un valor absoluto al
papel de las personalidades eminentes de la historia (Voluntarismo,
Carlyle, Jóvenes hegelianos, Populismo). El marxismo examina el papel
de la personalidad, del dirigente, en estrecho vinculo con el curso
objetivo de la lucha de clases, con la actividad histórica de las
masas del pueblo. Ni siquiera la experiencia del más genial de los
dirigentes puede sustituir la experiencia colectiva de millones de
personas. El culto a la personalidad es profundamente adverso al
marxismo-leninismo, que por su propia naturaleza, es la ideología de
las inmensas masas trabajadoras, con cuyas manos se transforma la
sociedad capitalista en comunista. De ahí que el P.C.U.S.
desenmascare con tanta intransigencia el culto a la personalidad
imperante en vida de Stalin, que ocasionó graves daños a la teoría y
la práctica del socialismo. Aunque el culto a la personalidad de
Stalin no pudo cambiar la naturaleza del socialismo, constituyó un
lastre serio para el desenvolvimiento de la sociedad soviética. La
lucha del P.C.U.S. y su Comité Central contra el culto a la
personalidad de Stalin y sus consecuencias ha establecido las
condiciones para dar nueva vigencia a las normas de la vida del
Partido y del Estado soviético y desarrollarlas, para el ulterior
avance de la democracia socialista. El Partido Comunista se guía por
la idea de que la teoría y la práctica del culto a la personalidad
obstaculizan la justa educación de las masas, frenan el crecimiento de
su iniciativa, debilitan en cada individuo el sentido de
responsabilidad por la causa común (la revolución socialista, la
construcción del comunismo), influye negativamente en el desarrollo de
la ideología comunista. En la práctica, el culto a la personalidad
socava los principios democráticos de los partidos comunistas y de la
sociedad socialista. Sólo podrá asegurarse el éxito de la lucha
contra el culto a la personalidad, tanto en la sociedad socialista
como en los Partidos comunistas, si se desarrollan por todos los
medios la democracia, los Principios leninistas de la construcción del
Estado y del Partido.

Diccionario de filosofía · 1984:98

Culto a la personalidad

Inclinación ciega ante el prestigio de alguna personalidad,
exageración de sus méritos reales, fetichización de la personalidad
histórica. La base teórica del culto a la personalidad es el enfoque
idealista y voluntarista de la historia, consistente en que la marcha
de la historia no la determinan las leyes objetivas ni la actividad de
las masas populares, sino los deseos y la voluntad de los grandes
hombres (caudillos militares, héroes, eminentes ideólogos, &c.). Las
diversas escuelas del idealismo se caracterizan por la absolutización
del papel de las personalidades destacadas en la historia
(Voluntarismo, Jóvenes hegelianos, Populismo). Por su naturaleza, el
culto a la personalidad es profundamente hostil a la doctrina
marxista, que estudia el papel de la personalidad del líder en
estrecha ligazón con la marcha objetiva de la lucha de clases y la
actividad histórica de las masas populares. La experiencia incluso
del dirigente más genial no puede sustituir la experiencia colectiva
de millones de gentes. El marxismo-leninismo condena todo culto a la
personalidad y la inclinación supersticiosa ante las autoridades. El
éxito de la lucha contra las manifestaciones del culto a la
personalidad en la sociedad socialista y en los partidos comunistas se
asegura con el desarrollo máximo de la democracia, observándose los
principios leninistas del desarrollo del Estado y del partido. La
lucha del PCUS contra el culto a la personalidad halló su expresión,
en particular, en la condena resuelta del culto a la personalidad de
Stalin y en la superación de sus consecuencias.

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