1-Cultura socialista

Cultura socialista

No figura en el Diccionario filosófico marxista · 1946

Diccionario filosófico abreviado · 1959:106-107

Cultura socialista

Cultura de tipo nuevo, superior, parte integrante del régimen social y
político socialista, creada por las masas trabajadoras bajo la
dirección del partido marxista. Tiene por misión edificar la sociedad
comunista y educar a los constructoras activos y conscientes de esta
sociedad.

La cultura socialista representa el balance histórico de las
realizaciones de toda la cultura humana anterior, la suma del
desarrollo cultural de la humanidad. Sin embargo, difiere
radicalmente de todas las culturas que la han precedido. La cultura
socialista se formó y tomó cuerpo después de la revolución socialista,
bajo la dictadura del proletariado. En la sociedad capitalista, el
proletariado, clase explotada, no está en condiciones de crear más que
ciertos elementos de su cultura.

La cultura socialista se desarrolla sobre la base del régimen social
más avanzado, después de la instauración de la propiedad colectiva de
los medios de producción, la supresión de la explotación del hombre
por el hombre, cuando dominan las relaciones de producción socialistas
que constituyen la nueva base económica de la sociedad. La base
política de la cultura socialista, es el poder soviético así como el
poder democrático popular que permiten al pueblo asimilar todas las
realizaciones de la cultura y desarrollar sus aptitudes y talentos.
El marxismo-leninismo constituye la base ideológica de la cultura
socialista.

La cultura socialista se distingue por los rasgos específicos
siguientes. Es ante todo, una cultura auténticamente popular. Es la
obra del pueblo y sirve sus intereses; educa en las grandes ideas del
comunismo, estimula y desarrolla la energía creadora de amplias masas,
artesanos activos y conscientes del comunismo. Hundiendo sus raíces
en las capas más profundas, la cultura del pueblo soviético refleja su
vida, su gran trabajo creador, y expresa sus ideales y sus
aspiraciones, sus intereses vitales. Por inspirarse en las ideas del
comunismo científico, de la lucha por la sociedad comunista, la
cultura socialista es hostil a toda idea de explotación y de opresión.

La cultura socialista es multinacional, y ése es su rasgo particular.
La edificación de la sociedad y de la cultura socialistas implica la
liquidación del retraso económico y cultural de los pueblos antes
oprimidos. El leninismo considera la cultura creada por un pueblo
liberado como una cultura socialista por su contenido y nacional por
su forma. “…la cultura proletaria, socialista por su contenido,
adopta diversas formas y diferentes modos de expresión en los
distintos pueblos incorporados a la edificación socialista, en
consonancia con las diferencias de idioma, del modo de vida, &c.
Proletaria por su contenido, nacional por su forma: tal es la cultura
universal hacia la que marcha el socialismo. La cultura proletaria no
suprime la cultura nacional, sino que le da contenido. Y, por el
contrario, la cultura nacional no suprime la cultura proletaria, sino
que le da forma”. (Stalin, Obras, Moscú, 1954, Ed. esp., t. VII, p.
141). Todo el progreso creado por las culturas nacionales de los
pueblos de la URSS y de los demás países, ha sido integrado en la
cultura socialista. Esto concierne, en primer lugar, a los elementos
democráticos y socialistas de las culturas nacionales, los cuales no
desaparecen con la liquidación de la antigua base, sino que por el
contrario, son utilizados por las fuerzas sociales de vanguardia para
desarrollar todavía más la cultura espiritual.

La cultura socialista soviética es profundamente patriótica y está
penetrada del espíritu de orgullo nacional: está orgullosa de su
régimen social avanzado que estimula el desarrollo de la cultura
nacional de cada pueblo y enriquece así la cultura humana.

La cultura de los pueblos de la U.R.S.S. está ligada por vínculos de
fraternidad indisolubles a la cultura del pueblo ruso que ayudó a las
naciones esclavizadas por el zarismo a liberarse de la opresión
nacional, política y económica. Por su contenido y sus finalidades,
la cultura socialista difiere fundamentalmente de la cultura de las
clases explotadoras: su objetivo es formar a las masas en el espíritu
del internacionalismo proletario y del patriotismo soviético. La
cultura socialista no se aparta de las realizaciones de la ciencia y
de la técnica de vanguardia, así como del arte progresista del
extranjero. Los sabios y los ingenieros, los escritores y los
artistas soviéticos, amplían año tras año, sus relaciones con sus
colegas de los países capitalistas. A su vez, numerosas delegaciones
extranjeras visitan la U.R.S.S. y toman conocimiento así con las
realizaciones de la cultura socialista.

Uno de los rasgos característicos de la cultura socialista es su
humanismo: ella sirve no a un puñado de capitalistas, sino a las masas
trabajadoras, y se propone como objetivo el desarrollo armonioso de
sus aptitudes psíquicas y espirituales. Este humanismo de la cultura
socialista, fluye de la ley económica fundamental del socialismo:
asegurar al máximo la satisfacción de las necesidades materiales y
culturales sin cesar crecientes de toda la sociedad.

El auge de la cultura socialista soviética se refleja en el desarrollo
de la emulación socialista en escala nacional, para aumentar la
productividad del trabajo, adueñarse de la técnica moderna y
perfeccionar los métodos de trabajo. El movimiento de los innovadores
en la producción ha señalado el comienzo de la elevación del nivel
cultural y técnico de la clase obrera al nivel de los técnicos e
ingenieros, lo que debe culminar en la supresión de la diferencia
esencial entre el trabajo intelectual y el trabajo manual.

La cultura socialista se desarrolla en la lucha contra la cultura
burguesa reaccionaria, contra la supervivencia del capitalismo en la
conciencia y en la vida de los hombres. Las decisiones adoptadas
después de la guerra por el Comité Central del Partido Comunista de la
Unión Soviética sobre las cuestiones ideológicas, condenaron el
apoliticismo, la ausencia de ideas, el formalismo en la literatura y
el arte, la adulación de la cultura burguesa reaccionaria. El Partido
mostró a los literatos y a los artistas soviéticos que la literatura y
el arte deben guiarse siempre por lo que constituye la base vital del
régimen soviético o sea, la política del Partido; que deben estudiar a
fondo la vida del pueblo y ligarse a él por vínculos estrechos; que
deben encarnar en sus personajes los rasgos de los soviéticos, hombres
de tipo nuevo, mostrarlos en toda la grandeza de su dignidad humana, y
contribuir de ese modo a formar en los trabajadores soviéticos las más
bellas cualidades humanas.

El desarrollo de la cultura socialista en el país de los Soviets es de
un alcance inmenso para los países de democracia popular (ver) que al
edificar el socialismo y, al crear una nueva cultura, socialista por
su contenido y nacional por su forma, utilizan como creadores la
experiencia de la revolución cultural (ver) y de la edificación
cultural de la U.R.S.S. A su vez, los soviéticos estudian las
realizaciones científicas y culturales de esos países y las adoptan en
su lucha por un nuevo florecimiento de la cultura socialista. La
cultura soviética es una fuerza que inspira a los pueblos del mundo
entero, en su lucha por la paz, la democracia y el socialismo. Ella
coloca los fundamentos sólidos de una cultura universal, la cultura
comunista.

No figura en el Diccionario filosófico · 1965

No figura en el Diccionario de filosofía · 1984

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